JUL104. DESEO. de Jhon Felipe Benavides Narváez
Cuatro niños tocaban sus pitos al compás de un concertista invisible. Sabían de antemano cada sonido, cada entonación y cada ritmo. Se les podría acompañar con más instrumentos y de seguro sería el grupo de ángeles más hermosos jamás escuchado y visto. Pero lo único que querían era parar el desalojo, a trompetazos, como el cuento que les relató mamá.
Existen los sonidos del silencio, pero también los sonidos de la injusticia. Buen micro, con mucha carga interior. Te deseo suerte.
¿Podrán esos niños conmover al que firma la orden?
Muy bueno
Juan M
Interesante apuesta, suerte.
Y esos niños tienen pinta de que aunque no lo consigan habrán aprendido a luchar y eso es muy importante.
Gracias por el micro.
Saludos