85. Yo estaba allí
Yo estaba en el hotel cuando todo ocurrió, pero no fue como se dijo. Llevaba unos meses limpiando las habitaciones, necesitaba el dinero y el sitio me gustaba, bonito, pequeño, cercano al mar.
El era guapo, moreno, con unos ojos profundos como la noche, ella preciosa, se les veía felices, enamorados. Se contó que fue un crimen pasional, el la degolló y después se clavó un puñal en el corazón, así quedó todo, nadie buscó más. Pero no fue así como pasó, yo me cruzaba con ellos, con esos ojos como un abismo, y no eran para mi, me escondía y los contemplaba, y el la miraba a ella, solo a ella, y yo me consumía por dentro. Los esperé en el baño, cuando ella entró, la cogí por el cuello y la degollé, el entró después, aproveché su desconcierto y le partí el corazón, así fue, no hubo nada más, luego lo arreglé para que pareciera, lo que al final todos creyeron.
Aun sigo aquí, nada ni nadie me hizo marchar, ahora casi ciega todavía recuerdo el vacío en sus ojos muertos. No lo volví a hacer.
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Pilar, ha conseguido dos crimenens perfectos y lo cuenta como si tal cosa, original punto de vista. Suerte y saludos
Gracias, suerte también para ti.
Pilar, yo he tenido y tengo la gran suerte de conocerte y redescubrirte…y apreciar tu progresivo avance en diferentes campos. También a la hora de contar historias,de escribirlas…
Seguramente el que seas una lectora extraordinaria e incansable, tenga muchísimo que ver.
Hija de mi vida… Acabas de crear a la cínica más memorable de las presentadas en nuestra sociedad enteciana.
Un abrazo, pero flojito y vigilando.
Gracias, un abrazo también para ti. Ella es solo una pobre enamorada no correspondida, pero con muy mala leche.
Pilar, vaya escena que pintas, ¿que fue? Celos, locura, sin un ápice de arrepentimiento, una sinrazón total.
Muy bueno, (Con esa capacidad creativa no me animo a conocerte)
Un abrazo y suerte.
Hola, gracias.El amor y los celos van siempre intimamente unidos…. Saludos
Hasta dónde puede llegar la envidia… y los remordimentos. Toda una vida.
Suerte y saludos.
Gracias, envidia más celos más locura, una suma muy peligrosa. Saludos
Uy, qué horror. Y ella, aunque casi ciega, sigue tan campante. Terrible. Muy bueno! Un abrazo.
Lo malo de cometer un crimen así es que si todo sale bien y no te descubren debes cargar con ese peso toda la vida. A la protagonista no parece importarle, pero a mi me ha angustiado pensarlo al leerlo.
La frase final, sigo aquí y no lo volví a hacer, le da otra dimensión. Creo que encierra algo que se me escapa.
Saludos.
Me encanta la frialdad de tu protagonista. Que malos son los celos y que bien presentas la historia.
Un beso María
Una mala celosa de película. Me ha venido a la cabeza Bette Davis.
Me gusta cómo lo cuentas, en primera persona, con esa frialdad brutal, como dice Mª Belén, como si fuera una cosa de todos los días.
Mucha Suerte.
Pilar, como quien rompe una vajilla sin querer, ¡no lo volveré a hacer!, jajaja. Muy bueno. Abrazos.
Pasional historia que gira alrededor de unos ojos que por lo que se ve volvieron loca a la protagonista. El crimen perfecto dicen que empieza con un móvil del crimen difícil de encontrar. El tuyo apunta maneras. Mucha suerte 🙂
Estupendo relato con un fin vibrante. «Y no lo volví a hacer».
Abrazos.