JUL73. AMOR DE MADRE, de Miguel Pereira
Preferiría no tener que declarar… ¿Por qué si mi hijo no hizo nada?… No sé por qué está encerrado… Roy es un buen chico… es un santo… un santo… mi Roy. Estoy segura de que él no fue… mi hijo no lo hizo… Me acuerdo cuando de pequeño… criábamos conejos…cuando los matábamos él no quería ni verlo y se pasaba sin comer… por lo menos tres días… o cuando sus primos intentaban apedrear a un gato… se dejaba la cara para defenderlos, a pesar de que él era el más pequeño… si él no podría ni matar a una mosca… además cuando Esteban me daba alguna bofetada… pocas veces pasó y lo hacía sin querer… era el primero en interponerse… seguro que él no fue… de dónde habría sacado tanta maldad… con lo bueno que era… algo impulsivo, pero bueno… seguro que no fue… bueno, y si lo hizo… fue un accidente… seguro que fue sin querer… seguro que se le escapó… si no hubiera visto a su padre hacerlo antes… si nos hubiéramos ido de casa… ¿pero a dónde íbamos a ir sin dinero?… si no fuera por su padre… seguro… seguro…
Haber sufrido los dolores del parto hace que algunas madres sean cómplices y ciegas: «qué tendrá mi niño de feo, que no se lo veo», decía mi madre.
Un saludo
Juan M
Sí, la verdad es que hay pocos amores tan incondicionales.
Una perta.
Buen alegato, Miguel!! Muy bueno. Un abrazo de viernes.
Gracias, aunque el soliloquio no es mío, es de la madre de Roy.
Una perta.
Si no sembramos en las raíces, cosas y casos como este… todos los días.
Este micro tiene mucha miga, me encantó.
Ojalá guste como a mi y llegue alto.
Saludos
Rosy
Ojalá por lo menos que te…
Gracias Rosy. Supongo que hay comportamientos que se enquistan de manera incosciente, por pura imitación.
Así somos, animales de costumbres.
Me alegra que te haya gustado.
Una perta gorda.
Miguel, didicil situación llena de intriga hastaa el final, suerte y saludos
Supongo que la intriga está en los ojos del que lo lee, y aunque este sea un micro abierto, he procurado cerrar más de una puerta. Fijaté, me ha quedado más ecléptico el comentario que el relato.
Guardo tú suerte. Una perta gorda.
Es que eso de que los niños aprenden lo que ven va a ser verdad.
Y que las madres estamos ciegas con respecto a nuestros hijos, también es verdad, aunque en el fondo lo sabemos todo lo que pasa.
Me gustó mucho.
Asunción.
En ocasiones ocurre. En otros casos las experiencias negativas les permiten mantenerse apartados de determiandas conductas.
Me alegra que te haya gustado. Supongo que al final ponerse en la piel de una madre es bastante sencillo, incluso para los hombres… o tal vez no.
Una perta gorda.
Las madres estan ciegas pero en el fondo son las grandes conocedoras de todo lo concerniente a los hijos,lo que pasa es que el amor es tan grande que todo lo perdona.
Muy buen relato, suerte.
Un saludo
Puri
Supongo que el vínculo y la complicidad son enormes, incluso en casos de distancia afectiva. Gracias por el piropo hacia esta mi hijo literario.
Una perta gorda.
Está desgranado todo el granero, y con todo lo dicho poco más puedo añadir. Bueno sí, me guardo tu suerte con otras dadas anteriormente a ver si sumando una pequeña montañita hay sorpresa.
Una perta gorda.