DIC118. EL MOÑO VERDE, de Silvia Ginesta
-Este año no va a haber festejos navideños, escuchaba Pili mientras los ojos se le llenaban de lágrimas. No hay plata, no tengo con qué comprar regalos ni comidas especiales. Pili sabía que tampoco habría arbolito, había ido a la basura la navidad pasada, fecha en que su padre las dejó. Triste iba a ser esa Nochebuena, sentadas a la mesa, sin hablar para no atragantarse con la sopa. Noche sin, árbol, regalos, besos o abrazos. Adiós sueño del reloj dentro de una la caja roja con moño verde. Lloró, lloró mucho. Su corazón de niña aún no entendía de divorcios, impuestos o salarios bajos.
El veinticuatro visitó al abuelo. Pili se entristeció al verlo tan viejito. “Barba de nieve y pelo de nube”, pensó. Lo acarició. El anciano abrazó a Pili más fuerte que otras veces. Entonces, ella lo besó pidiéndole una linda Navidad. Una chispa brilló en los ojos cansados. Al regresar varios niños cantaban villancicos frente a la puerta, por el vidrio de la ventana se veían las luces multicolores de un árbol de Navidad, y desde el cielo, una estrella enorme alumbraba la caja roja con moño verde.
Una escena muy tierna navideña, con sabor a Pampa.
Mucha suerte
gracias, me alegra que hayas visto el relato,
saludos y feliz navidad!!
Tierno y esperanzador.
Muy bonito.
Un abrazo.
Gracias Belén y va mi abrazo con las felicidades de navidad y año nuevo.
Me alegro, Silvia, de que continúes escribiendo. Dices mucho con poco. «divorcios, impuestos o salarios bajos». Me gustó lo de «barba de nieve y pelo de nube». Sin duda un cuento al estilo del homenajeado del mes. Un beso muy fuerte de tu hermano pequeño y Feliz Navidad.
Mi querido Javi, adoro tus comentarios, será porque eres mi hermanito, un abrazo transoceánico, feliz navidad y moños verdes