Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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22. CUENTO CLÁSICO REVISADO BAJO LA LUZ DE LA MODERNIDAD

Primero fue la amenaza de cárcel tras besar al sapo. El argumento de que podía ser su príncipe no le sirvió de nada. El funcionario le advirtió, ensayando una exagerada cara de asco, que se jugaba la libertad si volvía a tocar esa especie protegida. “Son las leyes, son las leyes”. Después la imposibilidad de encontrar perdices; lo más parecido que halló era un sucedáneo deconstruido envasado en jugo de arándanos. También fue heroico saltar las cercas pinchosas que partían el monte en trozos, bajo, otra vez, la amenaza de cárcel por invadir una propiedad privada. Pero esquivó las dificultades (se hizo grande con ellas) y fue al lugar donde su amado debía esperarla, ya transformado en humano. El halcón mensajero había entregado unas instrucciones muy claras. Nada podía fallar. Ella deseaba besarlo sin prisa, con el resplandor de la luna reflejado en sus ojos. Sin embargo, al llegar, resopló de rabia, colocó los brazos en jarra y, mirando el firmamento, comprendió que no iba a ser posible: una impenetrable nube de polución lo encapotaba todo.

17 Responses

  1. Esperanza Tirado Jiménez

    Y qué bien lo has conseguido cambiar. Me he reído muchísimo con la cara que tuvo que poner el funcionario al contarle lo de la especie protegida.
    Muy bueno.
    Suerte.

  2. Mª Belén Mateos

    Vaya plan pobrecilla y mira que lo intenta, pero este cuento no tiene ni perdices ni son felices.
    Divertido relato Javier, un abrazo.

    1. Concha, gracias por pasarte. Y que esas sean las dificultades más trágicas de nuestra primer mundo… imagina el problema en muchos países de África, no sólo por besar al amado, sino para poder comer. Un abrazo!

  3. Todo un cuento, sí señor. Y con un final digno de la vida misma que nos recuerda que los cuentos, cuentos son… Pero nos alegran la vida y tú me has hecho sonreír con él.
    Un abrazo, Javier.

  4. Inés Z.

    Vaya, menudo chasco. Así no hay forma de vivir un cuento… Nos lo has descrito de una forma amena y divertida, algo crítica. Me gusta.
    Abrazo, Javier.

  5. Javier tus relatos son de mis preferidos y, sobre todo, cuando saltas la frontera del realismo y juegas con la magia de la literatura o la volteas 180 grados, como en este caso. Tienes un ingenio privilegiado. Este relato me parece fabuloso. Solo veo una pequeña errata en la tilde de deconstruido para que sea perfecto.
    Un saludo y a seguir escribiendo así de bien.

    1. Jolín, Lorenzo, no sé cómo describir lo que siento al leer este comentario… muchas muchas gracias.
      Respecto a la tilde, cuando hay un error así, lo cometa yo o no, siempre digo en plan coña: mejor que sobren, para quitarlas siempre hay tiempo jeje. Sí, es una errata, y la asumo. Se nota que te has leído el texto bien, bien.
      Lo de saltar y jugar con la literatura me parece fundamental para no caer en el más absoluto tedio. Se lo recomiendo a cualquiera que le guste escribir.
      De verdad, gracias y un abrazo!!!

  6. Mel

    Tiene tu toque inconfundible de las tres «i» : inteligente, ingenioso e irónico. A mi esto de versionar cuentos clásicos, mezclarlos entre sí, meter un personaje en otro cuento y enfrentar la magia frente a la realidad (como lo de especies protegidas e invadir la propiedad privada) me chifla.

    El título, complicado para este texto sin duda, no me parece super maravilloso aunque tiene su coña claro y tampoco se me ocurre nada mejor. El final de regreso a la cruda realidad me encanta.A tus pies.

    1. Mel, de nuevo sin palabras. Eres un encanto, siempre tan atenta y sincera (como con lo del título; yo tampoco encontré nada más óptimo). Me alegro, de verdad, que te guste: si te agrada a ti, es que algo está bien en el relato(micro).
      La realidad, la vuelta a la realidad, que supone el final de las vacaciones, cierra un mes del que me siento agradecido.
      Un abrazo y mil besosss.

      1. Mel

        exageraú!!! pero siempre sienta bien que un joven me diga que soy un encanto. Sincera sí lo soy, para bien y para mal.
        Genial si has recargado las pilas, ya quedo menos para Navidad!!!

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