23. MELÓN Y BESOS (Historia de la luna de miel) Mercedes Marín del Valle
Decidieron no salir, era muy tarde y el camino estaba oscuro. Quizá fuera el mejor día para admirar las Perseidas, sin embargo, el día de San Lorenzo ya había pasado y tanta lágrima no era posible ni siquiera para un santo.
Ella, sentada frente a él escribía notas en los márgenes de una hoja garabateada. Él, como un pinchadiscos experimentado, probaba una y otra melodía, mirándola luego y esperando su sonrisa aprobatoria.
A ella le encantaba que él la llamara y le pidiera opinión sobre sus hallazgos musicales. A él le gustaba que ella lo besara incansablemente. Él era su son y ella era su enredadera y como tales bailaban entrelazados sin prestar atención al tiempo, cuando la luna, no pudiendo consentir tanta dulzura sin estar ella presente, salió urgentemente de su casa, decidiendo de manera impulsiva, mostrarles a esos dos su cara oculta.
Cuando los novios la vieron frente a su ventana se estremecieron de gozo ante tamaño prodigio y desearon que compartiera con ellos la mesa. La luna solo quiso melón y ellos se alimentaron de besos.
Bonita historia de la luna y los enamorados, un tanto disparatada lo que me ha encantado. Yo a veces también escribo imposibles, es lo bueno de las letras que puedes jugar con ellas tanto como quieras.
un beso Mercedes,
Preciosa historia, Mercedes. Me encanta la frase «él era su son y ella su enredadera». Un abrazo
Gracias a las dos. Como tu bien dices Belén, las letras nos permiten jugar con la imaginación y la realidad, agitarlas y voila, todo es posible.
Esa frase, Concha, es la mejor expresión que se me ocurre para plasmar el amor en letras.
Mucha suerte y felicidad sobre todo. Gracias de nuevo.
Mercedes, es una historia preciosa rozando el surrealismo.
Un abrazo
Cuando empecé a escribirlo pensé que siempre es la luna la observada y admirada, quise que en este caso se rompiera el tópico y es ella la que se embelesa. Gracias Blanca, gracias Ana por dedicarme vuesra atención. Buenas noches
Bonita historia de amar y de amor en el que tu protagonista invitada le da todo el sentido a la historia, o al menos a lo que has querido contar. Encuentro el relato muy bien escrito, con palabras escogidas y expresiones deliciosas. Mucha suerte
Gracias hombre. Suerte para ti también y unos muy felices y fresquitos días de agosto.
Mercedes, nos bajas la luna a la tierra con naturalidad y buen hacer. Suerte y saludos
Sobre todo ahora que tan grande y bonita luce. Gracias Calamanda, suerte y felicidad.
A pesar de mostrar su cara oculta, ellos continuaron felices en su luna de miel.