39. Bajo la luna llena (Javier Ignacio Pérez Andrés)
Noche fresca. Con luna llena.
De vacaciones en el pueblo, viajaba acostado en la parte trasera de un carro. Su cuerpo traqueteaba levemente hacia ambos lados provocando en su cabeza pequeños latigazos. Olía a hierba y flores. Imaginó el arroyo próximo. Rumor del agua, chapoteos del caballo.
¡Pero…!algo resultaba extraño.
Su cuerpo cesó un instante para seguir balanceándose segundos después.
Advirtió entonces que no escuchaba nada, no había insectos, ruedas, ni caballo ¡se dió cuenta de que soñaba!
Quiso abrir los ojos pero los párpados se negaron a separarse. Sus brazos tampoco obedecieron, sintió su cabeza embotada.
Nervioso, se esforzó por acallar su mente.
Se concentró..
Su cabeza dejó de moverse. Creyó oir algo…
Un mano en su rostro aceleró los latidos de su corazón y con la respiración al máximo sus ojos se abrieron sin opción.
Todo era borroso. Percibió movimiento y algo proyectó su sombra al pasar .De pronto, la luna descendió hasta quedar a pocos centímetros de su rostro haciéndolo girar por puro acto reflejo.
Un gruñido brotó desde desde su estómago cuando distinguió una figura con las manos dentro de su ensangrentado abdomen.
Al intentar incorporarse algo se posó en su rostro devolviéndolo a la oscuridad.
Poesía, intriga, inquietud y, por último, el horror… Qué bueno, Javier!!
Poético, pero de Poe, Edgar Allan.
Enhorabuena y saludos.
Estremecedor final. Un abrazo
Sin ánimo de tocar los huevos, pero me gusta ser sincero…
Creo que a tu relato le sobra «paja».
Quiero decir que prescindiendo de algunas frases (y también palabras) que, desde mi punto de vista, ralentizan la acción, te hubiese quedado una historia descomunal.
Pero no me hagas caso. Es sólo mi opinión.
Un saludo sincero.
Un relato que va acelarando a medida que se va leyendo y que al mismo tiempo va quitando claros y rodeando de sombras y oscuros al lector que al final queda atrapado por él. Mucha suerte 🙂