40. Ensayo y error (E. Cuesta)
Espléndida en el firmamento, contempló al grupo de adolescentes reunidos en torno a una hoguera. Como aliciente, debían exponer, en el parque y de noche, sus trabajos de fin de curso sobre el influjo del plenilunio. El encargado de romper el hielo fue el muchacho más pálido y menudo de la clase. “Cuando la luna llena asoma por mi ventana, siento su hermosura, noto como mis facciones se suavizan y mi voz se afina. Esos días me gusta vestir de rojo y suelo visitar a mi abuela…”, comenzó su disertación, mientras sus veinticuatro compañeros se ponían a cuatro patas y los caninos desgarraban sus encías.
Qué cañaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!!!!!!!!!!!!!!! Pobre caperucita!!!!!!!!
Eres buena, tía, muy buena (aunque hayas escrito espléndida sin acento. Venga, va te perdono por las risas que me he echado)
Abrazo.
Venga, va, perdóname por olvidarme de esa coma… (esto por hablar, ayyyy….)
Muy interesante, una Luna llena que también puede transformar en caperucitas además de lobos.
Esta muy bien el relato, pero el-ella lo tiene mal.
Saludos
Esther, has hilado fino con el tema de este mes. Me parece muy original enlazar la luna llena con el tradicional cuento. Ya lo he dicho varias veces por aquí, creo, las versiones de los cuentos de toda la vida, en especial, de Caperucita ¡¡¡me encantan!!!
Sorprendente, Esther, y con doble lectura. Por desgracia a menudo el fuerte trata de comerse al débil o al diferente, como en este caso. Muy bueno. Un abrazo
Ha quedado patente que necesito vacaciones, aunque no tengo disculpa. Suelo tener cuidado con los acentos y demás, pero es bueno comprobar que soy humana, ja,ja…
Efectivamente, casi nunca escribo sin más, mi intención es la de manifestar el conflicto del débil con los fuertes en grupo, o manada.
Un abrazo y disculpad.
Jjijiji, nada de disculpas, si la primera metepatas soy yoooooo…
Me alegro de que seas humana, tía, así no me dará miedo quedar contigo y que te salgan garras o piños como sables!! Qué bueno es ser humano, eh? En todos los aspectos, es buenísimo, aunque a veces… errare humanum est!!
Pasa buenas y muy merecidas vacatas!!
Abrazo.
Esther, una versión original, aterradora, espléndida, aunque veo poco cuerpo para tanto lobo, jajaja. Abrazos y suerte.
Joe, tocando ese tema ya me ganas.
Hace unos meses yo también puse a caperucita de comadrona.
Pero que el resto sean hombres lobo le mete un trallazo de originalidad muy a tener en cuenta.
Mola.
Besos y suerte.
Esta Caperucita tiene los minutos contados.
Buen relato Esther un beso.
Error corregido.
Pues si había alguna manera rescribir sobre caperucita, sin duda, era esta. Genial relato. Me ha encantado por el enfoque y la frescura que le has dado al clásico. Mucha suerte 🙂
Esther, con esta historia nos das mas juego a la hora de contar el clasico; suerte y saludos
Me ha gustado tu forma de contar esta historia. Y como el grupo devora al diferente. A ver si los diferentes consiguen ser lo suficientemente fuertes de defenderse de todos los ataques.
¡Ay, los caperucitos!
Gran error por su parte, no conocer a las personas con quien se junta.
Suerte y un abrazo.