JUL42. BIENAVENTURANZA, de Antonio Toribios
Nicéfora se secaba las manos en el mandil y me decía: “qué bonita es la inorancia señorita” y me miraba tierna y un poco arrebolada. Venía de un pueblo pobre, de los de pan llevar. Las pocas cartas que llegaban, yo se las leía. “Se ha muerto el ternero y padre está malo. Será por el disgusto”, escribía su hermano pequeño, con letra picuda de escuela de pueblo. “Qué bonita es la inorancia, señorita”. Se echó un novio que conoció un miércoles, la tarde que salía. Estaba más contenta, menos sola en la ciudad. Pero un día llegó un mensaje a su nombre, sin remite ni firma, que yo tuve que leerle. “Qué bonita es la inorancia, señorita”. Se puso triste. Me pidió que escribiera a un hermano, que servía al rey en tierra de moros. Al poco tiempo le llegó la noticia de su muerte por tifus. “Qué bonita es la inorancia, señorita”. Desde entonces Forita guardó las cartas en su armario, atadas con un lazo, sin abrir.
Maestro Toribios, esto es inigualable. La sencillez de ese personaje y su estoicismo son dignos de los mejores pasajes jamás escritos. Cómo no iba a salir algo así de una pluma tan dotada.
Un saludo y mi reverencia.
Juan M
Es un personaje tan humano y tan de otros tiempos, que me ha parecido reconocer a personas que acompañaron mi infancia. Así eran muchas mujeres de negro en los pueblos de la España atrasada.
Mejor que «preferiría no hacerlo», «preferiría no saberlo» porque las novedades, raramente son buenas.
Guaauuuuuuuuuuuuuu!!!!!!!!!!! No es eso lo que vamos haciendo últimamente? Cada vez oigo más expresiones como «no leo ni los periódicos, ni la radio, ni la tele… es que no quiero enterarme». Buen relato, buena moraleja, mejor reflexión. Antonio, has dado en el clavo. Me alegro de ser lo suficientemente poco «inorante» como para haber podido leer estas líneas.
Un abrazo inorante. Y un beso, hale. De regalo.
Muy buen relato, qué bien nos imaginamos al personaje sin que haya una descripción, sólo su frase repetida y un par de pinceladas. Y el título es muy acertado también. Saludos.
Gracias a todos. Las historias y los nombres están ahí, yo lo único que hago es escoger el orden de las palabras. Aunque Forita practica más el «preferiría no saberlo», pienso que el saber está muy relacionado con el «hacer». De hecho no queremos saber para no tener que hacer.
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Me ha gustado, Antonio. Entrañable personaje e historia con profundidad.
Saludos
mmmm
Hombre, sí que hay cosas que casi es mejor que no te las cuenten, pero este personaje tiene el umbral del dolor muy bajo. Me ha recordado al avestruz escondiendo la cabeza. De todos modos me ha cautivado por su sencillez pueblerina la chica.
Un abrazo.