JUL39. SUPERVIVENCIA, de Esther Gómez
Yo era una persona como tantas otras, con una vida normal. Trabajaba como dependienta, estaba casada y tenía dos pequeños, uno de seis y otro de cuatro. El sueldo no daba para lujos, pero no carecíamos de nada.
Por eso cuando un día escuché decir a los niños: “Mama tengo hambre”´, me pareció increíble. La crisis había entrado en mi vida como si fuera un ente maligno difícil de saciar, ávido del bienestar de los más vulnerables. Se lo había engullido todo; primero perdí mi trabajo, luego mi casa, y por último quince años de matrimonio. Transformó mi realidad en puro sufrimiento. Se acabó el paro, la ayuda, solo quedaba mi desolación y el hambre de mis hijos.
Hice acopio de todo el arrojo que tenía dentro, atravesé la calle y me quedé en la esquina. Aquel hombre entraba y salía jadeante en mi intimidad, el asco me quemaba. Mientras él saciaba su sexo, yo saciaba otro tipo de necesidad .Cogí el dinero me dirigí a un supermercado y compre comida, mucha comida.
He vuelto a esa esquina y créanme si les digo que preferiría no hacerlo, pero la alegría de mis hijos cuando comen resucita mi dignidad.
Hay héroes que vencen a monstruos de leyenda, y hay personas heroicas que vencen a la leyenda misma. La victoria sobre lo cotidiano hace de tu personaje un ejemplo.
Enhorabuena.
Juan M
La vida diaria esta llena de heroes anonimos. Nuestra capacidad de arrojo siempre se muestra en situaciones dificiles. Gracias por tus palabras. Un beso
Jo, Esther, menuda historia. Debe de ser horrible. Bien contado.
Un beso
ley un articulo en prensa sobre la protitución de amas de casa con motivo de la crisis
econcomica. Estoy de acuerdo contigo que debe ser horrible.La vida a veces golpea duro.La protagonista preferiria no hacerlo; pero la valentia de una madre por sus hijos no tien limites.
Otro beso para ti
Hola, Esther.
Una historia que llega. Imagino la situación y entiendo el asco de la madre y luego la satisfacción al llevar la comida a sus hijos.
¡Felicidades!
Un abrazo.
Gracias towanda por tus comentarios; que la historia te llege me llena de alegria y me hace seguir adelante.
Un beso grande grande.
Es más facil hacer lo más dificil¿Ejemplo de qué?
Hola Rocehoremor pienso que toda capacidad de coraje y superacion en este caso supervivencia ,si son un ejemplo, por supuesto lo son tambien las mujeres que salen a limpi¡ar muchas mañanas para poder sacar adelante a sus familias. Es solo una historia dentro de miles de historias. Un beso
Ante situaciones desesperadas, soluciones desesperadas. Se puede enfocar como un trabajo y ya está.
Saludos.
En situaciones limites nuestras respuestas también lo son aunque la desesperación no es buena consejera, hay que buscar soluciones y alternativas.
Un saludo
Me ha fascinado el final de la historia. ¡Resume tantas situaciones, y dice tanto de las mujeres!
Felicidades por un estupendo tema.
Saludos,
Muchas Gracias. Ese es su miedo (el de los hombres).Las mujeres somos tan tan fuertes.
Bonito nombre ja!ja!.
Un saludo
Buen desarollo. Y solucionas de mjor manera el final con la frase de la resurrección. Valiente, saludos.
Resucitar es la palabra cuando te has sentido morir por dentro.
Gracias y un Saludo
Que experiencia mas dura y terrible y a la.vez, tan entendible. Mu ha suerte.
Besicos muchos.
Si que debe se terrible ,que angustia mas grande por todo.
Suerte para ti y Besos
Esther, he visto reportajes en la televisión tan duros que es difícil de imaginar. Mujeres decentes de 56 años que han tenido que prostituir solo para comer. Así que no estás lejos de la realidad.Me ha gustado como has narrado el relato desde luego has hecho muy buen trabajo. Un fuerte abrazo,Sotirios.
Tu comentario sobre mi «micro» me ha llenado de alegrías. Muchas gracias por ello.
Un abrazo fuerte para ti también, Esther.
Te has superado,Esther, sigue asi. El asco, el sacrificio, el dinero, el sexo, la dignidad… quién da más. Por los hijos se da todo. Enhorabuena y suerte. Besos
Solo darte las gracias por tus comentarios y mas… Lo hago de todo corazón un beso