106. Malditos novios
«Sí quiero», le susurra entre lágrimas y se besan de forma tan apasionada que el cielo se ilumina de fuegos artificiales. Henchidos de amor, se tienden en un mismo abrazo sobre la arena, para dejarse acariciar por la brisa del Mediterráneo. Entonces, Abel comparte con Lucía los nervios de los últimos días, la incertidumbre por su respuesta, la felicidad que le embarga. Lucía le recompensa con otro beso. Le reprende con cariño por haber dudado de ella. Le declara que se siente la mujer más afortunada del mundo y acaba por vencerse sobre el pecho fornido de Abel. ¡Están en el Paraíso!
Poco después, reparan en la luna. Tan grande y reluciente, pareciera que se hubiese engalanado para ellos. Como si interpretara el papel de su madre, Lucía advierte sobre el mal fario que conlleva no reclamarle un deseo a una Catalina tan plena. Divertidos, deciden que cada uno solicitará el suyo, precisamente en la noche de petición de matrimonio, a la de 3, 2, 1. Al instante, los dos empiezan a envejecer ante el asombro de Lucía, mientras Abel, horrorizado, intuye que igual se ha excedido, cuando asisten a la primera lluvia de meteoritos entre grandes temblores de tierra.
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No sé quién dijo que «cuando los dioses quieren castigarnos escuchan nuestras oraciones», o algo así. A tu Abel no se le va a olvidar mientras viva, que va a ser poquito, parece… Me ha gustado el paso del tono azucarado al chispazo de humor ácido final. Besos y suerte.
Apruebo lo de pedir deseos imposibles, Nicolás, pero en pleno fin del mundo, como cuentas, no es factible mejor no hacer grande planes. Muy interesante.
Un saludo
JM
juanmanuelsanchezmoreno.blogspot.com
Pero que pidió ese muchacho? Al menos ellos se van en un momento dulce.
Divertida visión de esas cosas tan cursis en las que todos hemos caído alguna vez.
Saludos.
Buen relato Nicolas, tiene un poquito de todo,romanticismo, tintes cursis, ironía, deseos y la realidad de ellos cumplida. Siempre se ha dicho cuida con lo que deseas… Y en este caso desde luego se cumple.
Un abrazo
Toda la primera parte del relato está impregnada de un romanticismo bastante empalagoso, pero en la segunda parte le has dado un giro genial, con un tono irónico que me ha divertido. Lo mejor es que al final de tu historia consigues que todos pensemos «Cuidado con lo que deseas…»
Suerte y abrazos
Sorprendente como siempre, Nicolás. Quizás el primer párrafo un poco menos extenso… No sé… quizás sea necesario para que el impacto sea más sonado. Sí, así es. Estupendo.
Me ha encantado esa última ración de realismo crudo y duro, lleno de fantasía e ironía del final!!!
Tanto romanticismo no puede ser bueno (jajaja): ¡malditos novios!
Un abrazooo, Nicolás
Seguro que desearon envejecer el resto de sus vidas juntos.
Quizás la única manera de hacer su sueño realidad era esa. Genial.
Es cierto que aún no he leído todos, aunque sí unos cuantos, pero solo puedo decirte que creo que es el que más me ha gustado. Incorpora todos los ingredientes que a mí me gustan en un relato,además de un final apoteósico. Enhorabuena, pase lo que pase en las elecciones y menciones.
La historia crece. y se transforma desde el inicio.
Me parece muy buena la estructura que le has dado.
Muy buena Nicolás, muy bueno el giro del álmibar al ácido.
Hay que pararse más a pensar lo que se quiere…jejeje.
Un saludo.
Nicolás, como siempre, tus historias no dejan indiferente. Buen giro y original final. Suerte y saludos
Jarque, microlunático, me encanta ese final apocalíptico que no se intuía pero que tan bien has introducido en la almibarada historia!
Enhorabuena! 😉
un saludo!
Pues me ha gustado mucho mucho y eso que al empezar a leer he pensado, hala un cuento empalagoso!!, pero me encanta la mala idea que has tenido y lo bien ideado del relato para pasar en 200 palabras del romanticismo al cataclismo, y al cuidado con lo que deseas.
Me encanta tu versión del «envejecer juntos y hasta el fin del mundo»
Genial!!!
Creo que has edulcorado a propósito la primera parte para pillarnos con la guardia baja. Tu verdadera intención asoma las orejas de la mitad en adelante en la que intuyes que algo va a ocurrir. Muy hábil el giro y muy bueno el relato. Mucha suerte 🙂