27. En los riscos de Bolibio. (Ricardo González)
No fue una noche agradable.
Al no poder pegar ojo entre once que ocupábamos la tienda de cuatro, con mi saco de dormir, lo intenté en el frontón.
Con mucho sueño, partimos a la batalla. Llegamos a la cara sureste de los riscos para comenzar el enfrentamiento. También estaba tomada la salida de la ermita de San Felices. Acabando la misa, quedaba una hora para mediodía cuando se produjo la gran batalla.
Las señales eran evidentes, morado y sangre delataban el encuentro. Nuestro grupo antes de voltear la plaza de la Paz, decidió asearse en el Tirón, Por las ropas manchadas, teñimos el río largo rato. Dicen que llegó a verse en el Ebro.
A mí me remato la vaquilla esa tarde y no probé el vino hasta una semana después.
Batalla de vino, gran contienda.
Un saludo
JM
No sé si ha terminado el período de votaciones de Repsol. Están peleándose por lograr el título de lugar más pintoresco de España, el puente de Alcántara y el lugar de la ermita de San Felices, que por cierto perdió uno de sus peñascos el año pasado. Supongo que como hay más extremeños en y en el resto del mundo, que riojanos, ganará l romana reliquia.
Nunca he estado en esa batalla dicen que todos terminan borrachos, no por beber por el gaznate sino por ósmosis epitelial.
Me ha gustado que hayas conmemorado esta batalla sin Santiagos Matamoros de Clavijos. Dios quiera que todas las batallas sean de vino, de tomates o de pan y que siglo.
Un abrazo
Que siglo no, pan y quesillo, que es la que hacen en el cerro del Cristo del Otero en Palencia.
Tomate, pan, quesillo. Suena poco a batalla. Lo cierto es que supe de la candidatura bastante después de haberla escrito, incluso pensé guardarla para no pecar de oportunista.
Es una fiesta para disfrutarla joven. Lo que cuento lo viví literalmente. Tuve que intentar dormir en el frontón. El olor y el sonido no presagiaban un buen descanso. Lo único incierto es mi lucha con la vaquilla, no maltrato animales y no admito que me maltraten. Tampoco es real lo de la borrachera epitelial, ¡se bebe!
San FELICES ha ganado el trofeo REPSOL. Seguro que sube el precio del vino.
O la batalhas de Flores en Portugal.
Me gustó.
Cualquier batalla incruenta es gozosa incluso las multitudinarias como la de Laredo.
Muchas gracias M Carmen.
Batalla inocente donde el que gana no derrama sangre, sino vino en la contienda. Borrachos ? bueno mejor que muertos.
Como ya han dicho tomate, vino o queso sustituyen balas. magnifico.
un abrazo Ricardo.
Aunque si se termina borracho, no suele ser en la batalla. Allí se está a lo que se está y además hay que bajar de los riscos sano para continuar con el festejo que es largo.
Un disparo de cariño.
Cómo se le ocurre salir delante de la vaquilla… Estas fiestas nuestras…
¡Viva el Vino!
Abrazos y suerte
Si las vaquillas bebieran sería más peligroso.
Un abrazo agradecido.
Uno costumbrista, suelen verse poco de este estilo por aquí, savia nueva, eso está bien.
Estas son las únicas batallas que aprecio.
Que esa savia rezume.
¡Anda! pues no me esperaba yo esta guerra que derrama esa sangre.
Me ha parecido muy inocente y gracioso tu protagonista.
Se disfruta y se sufre a partes iguales. Volví una segunda vez, a hotel, claro.
Tus escritos, Ricardo, son siempre una celebración, una invitación al lado más amable de la literatura. Una aventura impredecible leerte, pues siempre nos aguarda una sorpresa . Un beso
Eres un encanto. Sino fuera por tus halagos no estaría aquí.
Besazo.
Pues ya conozco algo más del folclore de este país. Original enfoque y bien tirado. Mucha suerte y como dicen por ahí arriba… viva el vino !! Mucha suerte 🙂
¡Viva el vino! sin connotaciones políticas, claro. Siempre me ha parecido que en esas circunstancias y en Haro no sienta nada mal un par de crianzas con un pimiento relleno picante en la plaza de los caños.
Gracias.