39. DETRITUS (Epífisis)
La cama deshecha, la sábana cimera vuelta y la bajera fuera de sus goznes, dejando ver parte del colchón. La almohada, con manchas de carmín y de rímel en la funda.
En el centro, se mezclan, migas, un trozo de pizza, ceniza, manchas de algún otro fluido, un preservativo arrugado y usado, otro virgen, un anillo constrictor y unas bolas chinas que rodean una rodaja de limón.
En la mesilla, una lata de cola volcada, otra de cerveza, un vaso a medio vaciar, un cenicero que se desborda y la caja abierta de la pizza con dos trozos llenos de hormigas que inician su andadura por la pata hasta su escondrijo.
Debajo del tálamo, es imposible distinguir nada, todo es un maremágnum de latas, ropas y zapatos, que se expanden por el suelo al resto de la habitación, donde se aprecian los calcetines, la camisa, el pantalón y los calzoncillos de la última puesta.
Al fondo, sentado en un pub, está nuestro héroe, desnudo, con un cigarrillo en los labios, con la cabeza entre las manos, llorando tras la batalla, con el rabo entre las piernas, pues ha sido vencido, no por una gata, sino por un gatillazo.
Hombre Epi ¡la vuelta al cole!. Menudo campo de batalla nos pintas, sinceramente,yo misma saldría corriendo de semejante lugar, así que puedo entender hasta el gatillazo 😛
Como siempre, disfruto de tu ingenio y tu verbo fluído (con perdón)con la sonrisa en la boca. Un beso sin hormigas ni migas.
Eva, he estado perdido estos meses en el espacio virtual sin poder entrar, pero gracias a Jams he vuelto.
Dices tu, Eva, pero en tu breve comentario has escrito:
corriendo, entender, como, disfruto, fluido, boca y beso, para que más.
Está todo dicho.
Otro beso para ti
Jajaja. Este es nuestro EPI
Siempre pones el toque de humor/amor/sexo/gatillazo.
Alucinada quedo con la vista de la habitación tras la batalla.
Suerte, campeón. Un beso.
Es lo que tienen los felinos…, y ¡además terminado en -azo!
Epi, me has dibujado una sonrisa final, que vale mucho.
Para mí, uno de tus mejores relatos.
Está tan bien hilvanado que todo el detritus, perfecta y amenamente, descrito no da asco 🙂
Un abrzoooo
Amparo, es cierto que las cosas asquerositas depende, de que depende, como la canción.
Por cierto porque no has puesto abrazo, por lo de -azo?
Un besazo
Como decía un amigo, en peores plazas he toreado, ja ja ja
Un beso Virtudes
…ÑO EPI!! Tu si que sabes entrar por la puerta grande!!!
CO-JO-NU-DO RELATO!!
Abrazo.
Aurora, un beso de entrada, por la puerta grande, por recibirme a puerta gayola. No se de que me suena esta palabra.
Otro beso
Creía que una vez superada tu asignatura de derecho internacional (eso espero) te habías ido a practicar por esos mundos de Dios y Alá.
Es triste pero el método del laboratorio donde trabajé diez años (Lilly Indina) funciona. Nunca revelaré si lo sé por experiencia pero una sesión de «cialisis» te da para más batallas aunque sin duda la guerra terminará por perderse. Ley de vida.
Un fuerte abrazo, Epi.
Jesús Alfonso, empiezo el último año de la carrera y creo que voy a hacer oposiciones a registrador, ja ja ja, cuando termine.
Más pronto que tarde, habrá que probarlo y entonces, posiblemente nuestras parejas aplaudirán. No estoy de acuerdo contigo de que al final se pierde, al morir te entra el rigor mortis y se queda dura como un piedro.
Un abrazo
Seguro que ese campo de batalla se generó con gran entusiasmo, sin pensar, pero ahora va a costar mucho recogerlo, es como las maletas a la vuelta de un viaje, además, a esa pereza natural y comprensible, se une la tristeza del fracaso.
Muy bien narrado, Epi. Suerte y un saludo.
Ángel, tiene toda la pinta de que sea un basurero continuo, tengo un amigo que cuenta que cuando se le cae algo de comida, tiene que luchar con la fauna del subsuelo.
Un saludo
Me alegro de volver a leerte. No podía ser de otra manera tu batalla que la del tálamo pero esta vez te has superado ¿Has estado todo este tiempo haciendo algún cursillo de escritura creativa?
Perdí mi identidad en el blog hace dos meses y algo, Paloma y hasta ayer no hice los trámites para reincorporarme.
Si el Procesal y el derecho del Trabajo es creativo, que baje Dios y lo vea.
Un beso
Muy buen aporte de ciencia ficción al tema de la batalla, Epi.
Porque… que te crees tú que una mujer se va a meter en esa pocilga de cama…
Abrazotes cariñosos y ánimo.
No es ciencia ficción Patricia, no has visto muchas camas de jóvenes solteros ninis (ni limpios, ni pulcros).
Un beso
La pólvora estaba mojada ya de antemano y el ambiente invitaba a poca pasión. Muy entretenido.
Un saludo
JM
JM, con la pólvora mojada o se producen salvas de fogueo o te sale el tiro por la culata.
Un abrazo
Epi, espero que no tenga daños colaterales y el héroe recupere su autoestima, jajaja. Una alegría volver a leerte. Abrazos.
Salvador, no creo que tenga muchos daños, volverá a la autoestima, ja ja ja, como tantos.
Un abrazo
Epi, eres como el río Guadiana que desaparece y reaparece sin avisar. Cualesquiera que sean los motivos, me alegro volver a verte por aquí.
El título del relato lo dice todo. Menuda basura y detritus de héroe.
Por cierto habrás querido decir » sentado en un puf» y no «sentado en un pub».
Un beso.
Amélie, fui uno de los damnificados en el blog con un borrado, aún hoy día, si aparezco es porque Jams lo ha recibido por correo y sigo sin poder entrar. En cuanto al pub, puf o puff, debe de haber sido el inconsciente, pues me encanta. Peor sería que desnudo estuviera en el pub, no era para tanto ja ja ja.
Un beso
Después de tanta guerra, este relato te distiende una sonrisa… pero con lágrimas.
Eso pensé yo, MCarmen, vi por donde venían los tiros y me dije vamos a desdramatizar un poco.
Un beso
Madre mía, entre tanto desorden y suciedad es normal que le pase eso…
Bienvenido, Epi.
Un abrazo.
Como siempre Inés, el subconsciente os traiciona(con tanto desorden…), vamos, que si en mis tiempos juveniles me dicen, espera que voy a ordenar un poco esto, que lo tienes como una cochiquera, ja ja ja.
Un beso
Alejandro, es natural que en ese cuarto no salga nada a derechas. Seguramente en una segunda ocasión, algo mas elaborado el entorno, todo sera un exito. Suerte y saludos. Buen relato.
Gracias Calamanda, me pongo a ello.
Un beso
Gracias Ana.
Un beso
Creo Ana, que te complicas con mis relatos, son situaciones tragicómicas que se me ocurren con frecuencia y las plasmo tal cual, sin disquisiciones filosóficas.
Para mi, existe el amor y el sexo y son difíciles de compaginar muchas veces. Me río más del sexo que del amor y es lo que suelo contar. Las veces, el tamaño y otros parámetros, son importantes sobre todo en el sexo, en el amor entra más cosas. Pero me encanta que las personas sean libres para decidir su forma de actuación.
Soy muy simple, me río con estas cosas. Eso, que me han concedido este año una gran invalidez, lo llevo lo mejor que puedo. No puedo abrazar, pero digo que estoy de huelga de brazos caídos.
Un beso (si puedo)
Eso, eso a recoger el cuarto, con ese panorama no hay quien se concentre.
Fuera de bromas.Relato con una gran descripción, vas viendo y oliendo el entorno conforme tus palabras lo expresan. Buen ritmo y el gatillazo final sorprendente.
un abrazo epifisis.
PD: Espero que te recuperes pronto, tomatelo como un año sabático.:)
Gracias MªBelén, pero me parece que has visto pocas casas con cuatro estudiantes, fuera de la influencia familiar, a los dos meses de estar solos.
Un beso
Es indudable, un gatillazo es una derrota. Se da en todos los bandos.
Saludos
Tienes razón María Jesús, se da en los dos bandos, pero a nosotros se nos nota un poquito más.
Por mucho que gritemos, dura lo que dura y se nos nota ja ja ja.
Un beso
Una descripción magnífica, puedo ver ese cuarto (pero no quiero ¿eh?)
Tu héroe me recuerda a Felipe II —«Yo no mandé a mis barcos a luchar contra los elementos» jajaja
Reve Llyn, cuando la cosa empieza a hacer aguas, ya no hay solución, el hundimiento es seguro.
Un beso
Epi, me alegro volver a verte por aqui, un relato muy tuyo. Menudo escenario nos describes, no me extraña que a tu prota le de gatillazo, con semejante panorama yo tambien me iria de la habitacion.
Un beso
Blanca me encanta tu comentario, a él, también le hubiera gustado irse, ese fue el problema.
Gracias por el recibimiento, te lo agradezco, pero el relato no es por mis problemas, ja ja ja, bueno, por el momento.
Un beso triunvirata, a ver si tenemos otra ocasión.
Un beso
Final muy bueno y gracioso jugando con la imagen del rabo como un perro y la gatita gatillazo.
Lorenzo, lo del rabo no lo había visto. Es lo que pretendía.
Un abrazo
Mal trance en el que se encuentra, pero no magnifiquemos el hecho, el antihéroe también debe ser aclamado en estos lances jajaja.
Epi bienvenido tras la batalla.
Suerte y abrazos
Manuel, bienhallado, en estos lances, más bien pronto que tarde, me encontraré, hay que estar preparados con la farmacopea moderna.
Abrazos
Es muy de tu estilo. Con toques de humor y picardía. Bonito combinado.
Besos.
Si Sara, disfruta de París, bien vale una misa.
Un beso bien fuerte.
Pues yo que venía de un comentario anterior en el que opinaba que por suerte este tipo de guerras no dan perdedores, me retracto públicamente y reconozco que sí, que los hay. Después de una guerra salvaje este soldado se ha quedado sin sus medallas al mérito.
Isabel, hay batallas que tienen muchos perdedores, bueno todas, espero que no conozcamos más.
Un beso
Divertido relato de revolcones, gatas y gatillazos.
Felicidades.
María, las palabras, revolcones y gatas tienen su morbo.
Gracias, un beso.
El desorden de esa habitación indudablemente apaga cualquier deseo, inhibe la libido. La nicotina de esos cigarrillos que desbordan al cenicero probablemente también ha contribuido a ese “gatillazo.” Muy buenas descripciones hasta ese cierre de frustración para el protagonista. ¡Suerte Epi!
Saludos.
Beto, me parece que no recuerdas algún campo de batalla de otra época, de allende los tiempos, ja ja ja ja.
Un abrazo
Interminable enumeración con la que construyes un relato con todo el sentido del mundo. Me ha parecido muy bueno, muy imaginativo y creo que dará guerra. Me alegra volver a verte por aquí y puesto a pedir, te pido que te quedes que lo disfrutamos todos. Mucha suerte 🙂
Juan Antonio, yo también me alegro y disfruto con vosotros.
Un abrazo
Minin@s en todas sus derivaciones en ese bodegón del que se reconoce la autoría sin esfuerzo. A tu héroe habría que condecorarlo con la medalla al valor: en semejante ambiente, conseguirlo habría sido un milagro.
Oye, lo de las hormigas zamponas, muy bien también.
Un abrazo.
Me ha encantado volver a leerte como siempre. Se te echaba de menos. Muy gracioso y bien llevado hasta el final. ¡Vaya batalla!