84. Batallas urbanas
Amanece en la ciudad.
Con ojos vidriosos contemplo incrédula, las calles que ayer mismo lucían impolutas y ordenadas. Todo ha cambiado; una sola noche lo ha transformado todo.
Los parterres, ayer cubiertos de hermosos pensamientos, han sido pisoteados, bolas de serpentinas enredadas con vasos de plástico bailan al compás de la brisa de la aurora.
De cuando en vez sombras oscilantes atraviesan la calle; acá un diablo con el rabo entre las piernas, allá tres princesas de rimel corrido y acullá un drácula de un solo colmillo.
Yo me apresuro a regresar a casa intentando huir de la luz del sol que irremediablemente, mostrará descarnada realidad; los despojos de la batalla.
Pronto saldrán las flotillas de limpieza que armadas de carros, mangueras y cepillos, lograrán que a la hora de la misa mayor, todo esté en su sitio.
Y justo en ese momento se producirá el cambio de turno; mientras el ejército de la noche duerme, las tropas diurnas, acicaladas para el vermú, tomaran las calles del centro.
Y así, la ciudad comenzará otra batalla, pero esa es ya otra historia.
Un magnífico relato, que no sé por qué se me ha ocurrido que podría ser un comienzo de novela.
Marga, si, has contado fenomenal la tipica jornada de unos días de fiesta, sonde no se para un segundo. Suerte y saludos
Parece la mañana después de una Nochevieja movidita, con esas serpentinas enredadas y las princesas de retirada.
Suerte.
No se por qué estas batallas son las que más me gustan…y creo que a las flotillas de limpieza también, aunque se embadurnen de porquería…
A mi esas batallas ya me quedan un poco lejos, ahora sería más del vermut de la una, en fin.
Buen relato, con buenas descripciones.
Saludos
Me quedo con las imágenes callejeras que has dibujado.
Me ha parecido una Nochevieja. Me gusta trabajar el primer día del año y mientras recorro la ciudad contemplo las dos realidades que tan bien nos haces seguir.
Jajaja bien Marga divertido relato, batalla tras batalla la noche y el día con sus correspondientes habitantes, divertida visión.
Abrazos y suerte