CONSEJOS PARA ESCRITORES
– Contar cosas que suenan sobrenaturales y fantásticas con completa naturalidad (Gabriel García Márquez). Qué mejor ejemplo que este microrrelato, Frío, para ilustrar esta idea. Mar Horno nos hace creíble una historia donde se mezclan elementos irreales con otros perfectamente creíbles, sin dar ningún trato de favor a unos sobre otros. Imaginar una historia y creer en ella, tener convicción al contarla, es el primer paso para que no les resulte falsa a los presuntos lectores.
– Ser cuidadoso con los adjetivos, ser conciso, ya que hay mucha más fuerza en un estilo rápido (D. H. Lawrence). Nunca uses una palabra larga donde puedas usar una corta (George Orwell). El objetivo en ambos casos busca que el texto no nos parezca farragoso, que no nos distraiga con detalles innecesarios o que la acumulación de palabras con muchas sílabas nos lo haga pesado. En este relato, si descontamos las alusiones al frío, los adjetivos utilizados se pueden contar con los dedos de una mano; el estilo utilizado, directo; las frases, precisas, sin casi utilizar comas; y la palabra usada con más sílabas, «deliciosamente», hace que resalte con más fuerza aquello que quiere transmitir.
– Una de las cosas más difíciles es el primer párrafo. Me he pasado meses en el primer párrafo, y una vez que lo obtengo, lo demás fluye fácilmente. En el primer párrafo debes resolver la mayoría de los problemas de tu libro (Gabriel García Márquez). Si trasladamos la primera parte de esta idea a la escritura de los microrrelatos, un aspecto del que ya nos han hablado en Papel y tijera, nos encontramos con la dificultad de hallar un inicio para el mismo, en el sentido de saber dar con esa clave que enganche y seduzca al lector para que decida seguir leyendo y deje de buscar otras alternativas. Debe buscar una frase que atraiga, una idea novedosa, una ruptura con los convencionalismos, con la vida que conocemos, un personaje que nos conmueva, nos agite, nos provoque la curiosidad y del que necesitemos saber más: ¿qué le sucede? ¿Por qué se encuentra en esa situación? ¿Cómo se va a enfrentar a ella? O todo ello a la vez. Y creo que «La mujer que siempre tenía frío pasaba las noches atizando el fuego» tiene la suficiente entidad para, cuando menos, llamar la atención y fijarnos en ella. Al mismo tiempo, en este micro, parece servir de pauta para establecer su estructura interna: acumular imágenes que nos describen el frío que siente la protagonista, hasta el desenlace final.
– Desecha las frases banales, locuciones gastadas, expresiones a la moda (Schopenhauer). No uses adjetivos manidos. En el mundo abundan metáforas y símiles nuevos (D.H. Lawrence). Solo hace falta volver a leer a Frío, las veces que hagan falta, para que nos siga pareciendo nuevo y su lectura no se agote, porque las imágenes que utiliza no recurren a los arquetipos a los que los libros o la vida nos ha acostumbrado y de los que muchas veces abusamos al escribir casi sin querer (frío como un témpano o vientre seco, por poner unos ejemplos, que pueden resultar convenientes según los casos, ¿por qué no?, pero que no dejan de resultar comunes). Por eso nos sorprenden las manos introducidas en ascuas, los dedos con sabor a azufre o los demás recursos que se utilizan para describirnos el frío, esa desolación que siente la protagonista de este microrrelato. Esas ideas originales utilizadas para expresar un sentimiento que puede no ser nuevo es lo que le da la verdadera fuerza al texto. No en vano en cualquier manual de literatura podemos leer que todo está inventado, que lo que escribimos es una copia, reordenada con nuestras palabras, de algo que ya está dicho con anterioridad; lo original entonces sería la forma en la que logremos transmitir una idea o un sentimiento. Como se puede hacer con las metáforas que reclamaba D. H. Lawrence. Y de nuevo, en este micro, podemos leer algunos ejemplos que resultan bellísimos, como el del aliento que fabrica lámparas de cristal, los icebergs que impiden a la mujer su deseo de ser madre, o el propio frío del título para expresar la impotencia o la tristeza que le invade. Así, volviendo de nuevo a D. H. Lawrence, no se puede estar más de acuerdo con otra de sus sugerencias: Si no le puedes contar a la gente nada que no haya visto, o que no haya pensado, difícilmente merecerá la pena escribirlo. Y leerlo, podríamos añadir.
– Vende pensamientos, no palabras (Schopenhauer). Es una forma de mantener atrapado al lector hasta el final. De lo que se trata es de comunicar una idea, un sentimiento que mantenga el interés hasta la última palabra, si es posible. De todos los aciertos de este microrrelato quizá sea este el que me parece más logrado. La última palabra que se utiliza en él es la única que se contrapone a todo el frío que se ha acumulado a lo largo de sus frases, y sin embargo se utiliza para describir la muerte, lo que no puede resultar más frío. Con ese doble contraste acabamos de comprender el verdadero sufrimiento de la mujer y su elección. Y es esa sola palabra, «cálida», colocada en el lugar idóneo, la que termina por cautivar, seducir, provocar o lograr el desasosiego del lector.
Concurso: WONDERLAND – Ganador semanal.
(100 palabras justas, excluido título – periodicidad semanal)
FRÍO, de MAR HORNO
La mujer que siempre tenía frío pasaba las noches atizando el fuego. Metía las manos en las ascuas y después se chupaba los dedos quemados que sabían a azufre. Tomaba el té con abrigo y fabricaba lámparas de cristal con su aliento. Temblaba mientras se tumbaba al sol en verano y le crecían montañas nevadas en los anillos de sus dedos. La mujer que siempre tenía frío escondía icebergs en el vientre donde se hundían barcos llenos de hijos muertos. Pero lo que más frío le infundió fue el cañón en la boca. Sin embargo, la bala anidó deliciosamente cálida.
Enlace a fuente sonora ( sobre el minuto 00:55): Wonderland
Enlace a blog de la autora: Maremotos
¡¡¡Bárbaro(s)!!! El relato de Mar y la entrada.
Gracias por lo que me toca. Me alegro de que te guste.
Un abrazo.
Un micro absolutamente delicioso. Por otra parte, la presentación me parece impecable. Una exposición sobre teoría y práctica muy muy acertada y, como el mismo micro, muy apetecible de leer y releer.
Como siempre te digo, Susana, muchas gracias. Contigo es más fácil aprender.
Un abrazo.
Dios, esta Mar te atrpa y te vapulea a su antojo. Es una bruja. Y Rafa nos la trae y comenta de forma tan sabia que es un lujo poder leerlos por aquí.
Gracias, Paloma. El lujo es contar con gente como vosotros en esta página tan especial.
Un abrazo.
Muy buenos consejos y artículo. ‘Solo’ hay que esforzarse un poquito y ponerlos en práctica. Y escribir y escribir, que seguro que los grandes no dejaban el boli o la máquina quietos ni un momento.
Y el micro de Mar, impactante. De diez.
Enhorabuena a ambos.
Hola, Esperanza. Así estamos todos, esforzándonos por aprender un poquito más cada día y tratando de hacerlo lo mejor qua sabemos. Gracias por tu comentario.
Un abrazo.
Querido Rafa, te agradezco que hayas elegido un microrrelato mío para tus consejos sobre escritura. Es un honor. Tus comentarios, como ha dicho Susana, son deliciosos. Me ha hecho ser consciente de ciertas cosas en la que apenas había reparado cuando lo escribí. Ciertamente es un micro muy especial, de mis preferidos, pero a partir de ahora, lo es más. Un abrazo de nuevo gracias.
Hola, Mar. Si te ha gustado el comentario, ya me doy por satisfecho. Los consejos solo los he tomado prestados para ilustrar tu relato. La verdad es que podía haber elegido cualquiera de los tuyos, pero este me cautivó enseguida. Gracias por tus palabras. Y de nuevo felicidades por el éxito de tus «Precipios habitados».
Un abrazo.
Maravillosa introducción a un relato perfecto. Un placer leeros a ambos, complemento perfecto.
Un abrazo
Muchas gracias, Mª Belén. Que el comentario te parezca un complemento del relato de Mar es todo un honor.
Un abrazo.
Que buenos consejos, y que buena disección del micro de Mar. Por cierto buenísimo micro, que la verdad me parece para enmarcar y tener siempre presente.
Gracias Rafa, escribir no es nada sencillo y estos consejos nos ayudarán mucho.
Abrazos
Gracias a ti, Asunción, por pasarte por aquí. Todos los buenos consejos son bienvenidos a la hora de aprender a escribir. Ya Susana en «Papel y tijera» nos alecciona incasable entrada tras entrada. Nosotros solo le tenemos que poner un poco de voluntad y creer en lo que hacemos.
Un abrazo.
Es un micro maravilloso, la parte que más me gusta es la de lámparas de cristal. Ahora un chiste malo contrasta hasta con el apellido de la autora. Y la entrada de Rafa, impecable, ahora ya hace papel y tijera con los micros y da consejos. Fenomenal dónde hay que ingresar la voluntad?
Hola, Lorenzo. Gracias por estar de nuevo por aquí y por tus palabras, siempre tan amables. ¿La voluntad? A mí me basta con seguir vuestros relatos mes a mes en esta página y disfrutar de algo de lo que nunca me cansaré: leer.
Un abrazo.
Lorenzo, me ha encantado la comparación con mi apellido. Casualmente, soy muy friolera, ja, ja, Un abrazo
Desde luego lo que no nos deja para nada fríos son ni los micros que traes a tu sección ni tus comentarios a los mismos, de categoría y lujazo.
Hay microrrelatos muy buenos, y no solo ganadores. El lujo es poder disfrutarlos. Me gustaría ser capaz de traerlos a todos alguna vez por aquí. Y tener más tiempo para hacerlo y habilidad para descubrir dónde reside eso que tanto nos atrae de ellos. Trataré de conjugarlo como buenamente pueda.
Gracias por tu comentario, Mel. Un abrazo.
Un relato muy interesante desde muchos puntos de vista.Seduce, evoca y fluye sin agobios, a la velocidad suficiente como para impactar y atraer a la vez. Y tu entrada, Rafa, a su altura.
Lo has descrito muy bien, Nieves. Y lo de estar a su altura es muy difícil, pero se agradecen tus palabras.
Un abrazo.
Rafa, te encomiendo al santo patrón de la narrativa breve (seguro que tú sabes quién es) para que te bendiga con toda clase de bienes materiales y espirituales, por lo que haces por nosotros.
A Mar, directamente, la mandamos al Olimpo de los micros. No se merece menos. Y no sé si yo me la merezco, la verdad; pero me aprovecharé mientras pueda.
De acuerdo, a Mar al Olimpo, Eduardo. Y los demás nos tendremos que encomendar al patrón de todos los escritores, que según San Google es San Francisco de Sales. No me vendrían mal alguna de sus bendiciones. Gracias por tus deseos.
Un abrazo.
Gracias a ti, Ana, por pasarte por a dejar tus comentarios. Los relatos ganadores nos pueden gustar o no, pero casi siempre tienen ese «algo» especial que los destaca.
Un abrazo.
Hola, Ana. Había entendido lo que querías decir sobre el relato de Mar.
Con lo de que los relatos pueden o no gustar, me refería a lo que comentas de las «joyas» que se presentan en esta sección. Que es posible que gusten o no, ya sabes que siempre hay opiniones diferentes para todo, pero que creo que tienen algo especial.
Otro abrazo para ti, Ana.
Muchas gracias por los consejos.Un placer leer este relato tan impactante y la introducción. Gracias otra vez.
Muchas gracias a ti, María José, por dejar tu comentario.
Un abrazo.
El micro me encanta y los consejos son muy muy interesantes. Un post para guardar y leer de vez en cuando. Graciassss
🙂
Hola, Sandra. La verdad es que yo guardaría toda la página de ENTC para volver a leer los relatos, comentarios, consejos… Siempre se aprende algo nuevo y cada vez la disfruto más.
Gracias por tu comentario.
Un abrazo.
Enhorabuena a comentarista y autora, porque el micro y la entrada hacen muy buena pareja, son los dos espléndidos. Los que seguimos intentando escribir cosas medio coherentes nos encomendaremos a ese San Francisco de Sales, que en mi caso serán sales para el mareo, porque tanta calidad en un relato te noquea…
Gracias por la parte que me toca, Ana. Siempre son de agradecer tus amables palabras. A veces yo también tengo que tomarme ración doble de esas sales cuando leo vuestros relatos, e incluso el bote entero.
Un abrazo.
Mar, impecable como siempre, me gusta mucho. Rafa , gracia, gracias, consejos para guardar y consultar a menudo.
Un abrazoooo
Marta
Eso es lo que intentamos hacer todos, Marta. Seguir buenos consejos para intentar escribir mejor. Me alegro de que estos te hayan gustado. Gracias por tu comentario.
Un abrazo.
El micro de Mar es enorme. Pero Rafa, tú engrandeces todo lo que tocas(que me lo digan a mí que tuve el placer de ser diseccionada en esta sección). Mar, guapa, a ti no tengo nada más que decirte. Si me concedieran tres deseos uno sería «escribir como Mar Horno». Bicoooo
Muchas gracias por el comentario, Arantza. Como le comentaba a Ana Urbiola, todos los relatos que vienen por aquí son campeones, así que el trabajo ya se lo hacen ellos mismos, como el tuyo.
Un abrazo.
Muy buen trabajo el tuyo, Rafa. A ver si se nos queda algo. El micro de Mar Horno es muy intenso. Es increíble que en tan pocas palabras se pueda decir tanto. Gracias por tu labor de enseñante y felicidades a Mar por tan buen micro. Saludos
Hola, Juana. A mí también me gustaría que se me pegase algo. Lo difícil es luego trasladar la teoría ala práctica. Pero lo seguimos intentanto. Por lo menos es divertido.
Un abrazo y gracias por tu comentario.
Felicidades a los dos. Ha sido un placer leer tanto el relato, nada frío por otra parte, como tus comentarios Rafa, que han estado a la altura del texto. Lo has desmenuzado de tal manera que he podido degustar cada palabra del relato, que dicho sea, es de una factura impecable. Me ha sobrecogido como las películas de terror que no quieres verlas, pero que no puedes cerrar los ojos. El complemento de ambos resulta simbiótico. Gracias a los dos por semejante lección.
Muchas gracias por tus palabras, Esther. Estar a la altura del micro de Mar es muy difícil, pero se agradece la intención. Si te ha gustado el comentario, me doy por satisfecho.
Un abrazo.