2º Microscopio : Ángelus
Os presentamos la 2º entrega del microscopio. Un texto de un habitual del blog que se somete al análisis de tres opinadores, también entecianos.
ANGELUS
Al son de la pizarra bailando en la colodra, el segador hacía cambadas de ida y vuelta.
—Pater noster, qui es in caelis: sanctificetur Nomen Tuum.
Su hijo mayor recogía la hierba trinchándola a golpes de bieldo, acaldándola en el carro.
—Fiat voluntas Tua,sicut in caelo, et in terra.
La madre atropaba con el rastrillo.
—Adveniat Regnum Tuum.
Yo, presente, pequeño niño, levantaba con un palito los trozos de una culebra cortada por el dalle.
—Panem nostrum cotidianum da nobis hodie.
El tren de las 12, traqueteando, regurgitaba volutas de humo negro al atravesar la recta de Heras.
—Et dimitte nobis debita nostra, sicut et nos dimittimus debitoribus nostris.
El campanero, Ricardo “el patán”, desde la colina de Quintana, llamaba al “Ángelus”.
¡Qué nítida se oía la campana!
—Et ne nos inducas in tentationem;
Y así, antaño, la escena de Jean-François Millet, en el prado de la marisma, se repetía diariamente.
—Sed libera nos a Malo.
Don Antonio, con su permiso; es la fe de mis mayores.
La mía, hogaño escasa, me hace pensar que la oración es un placebo para el espíritu, en este paréntesis, que es la vida, entre el vacío y la nada.
—Tandem, ego adhunc oro.
(+) Lo primero que llama la atención en este texto es la utilización de un lenguaje rural con el que la mayoría de los lectores no está familiarizado, sin que esta circunstancia sea negativa, al contrario, de la misma forma que resulta válido adentrarse en los recuerdos, también merece la pena rescatar palabras en desuso que dan muestra del rico patrimonio léxico, además de formar parte de una cultura propia del campo, que no necesitó pasar por universidades para ser sabia; denominar “cambada” a la hierba segada, o “dalle” a la guadaña, enriquece.
(+) Adecuación del lenguaje a la historia : Otro aspecto destacado es el uso del latín en la oración del Padrenuestro. Esta lengua, empleada por la Iglesia durante muchos años, marcaba distancia entre el clero y el pueblo, cuyos miembros, no por humildes e iletrados, tenían por ello menos fe.
(-) Título : Sin embargo, el verdadero rezo del Ángelus no se corresponde con la citada oración, sino con frases extraídas de las Escrituras, correspondientes a la Anunciación del Ángel a María, intercaladas con la oración del Ave María. Todavía recuerdo de memoria, de mi ya remota infancia, en cierta emisora de radio, (Radio Intercontinental, creo que era) a las 12.00 del mediodía, esta plegaria:
El Ángel del Señor anunció a María y concibió por obra y gracia del Espíritu Santo.
Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte, amén.
Por lo tanto, a fuer de ser fieles a la esencia, el Padre Nuestro no tiene que ver con el rezo del Ángelus al que se alude.
(-) Asimismo, el ”Ángelus” del título se ha escrito sin la obligatoria tilde.
(*) El texto mejoraría si se sustituyese el Padrenuestro por el Ángelus
(+) Resulta un acierto traer a colación la escena del cuadro de Millet del Museo D’Orsay y traducir con palabras esas hermosas y costumbristas pinceladas.
(-) Lo que no parece tan apropiado es el engranaje del cuento. Por un lado se describe una escena cotidiana de trabajo en el campo de una familia, intercalado con el Padrenuestro.
(-) De aquí se pasa, sin solución de continuidad, a un breve diálogo que carece de los guiones que deberían acompañarlo, en el que un personaje reivindica la fe de sus mayores, mientras que el otro, que se autodefine hombre de poca fe, califica la práctica de la oración de placebo o auto engaño, para después volver al latín, una última frase que nada tiene que ver con el Padrenuestro y necesita traducción, que viene a decir que el primero de los personajes, como hacía su familia, sigue rezando en este tiempo contemporáneo.
(*) El texto mejoraría si se resalta el diálogo con guiones, quizá ampliándolo y aclarándolo un poco más.
(-) La última frase convendría que hubiese sido escrita en entendible castellano,
(-) Tampoco se ha cerrado con el clásico “Amén”.
LENGUAJE (-). Empiezo por este aspecto porque a mi parecer es lo más singular del relato. La presencia de ruralismos cántabros es, sin duda, lo más llamativo de la narración prácticamente hasta su conclusión. Aunque decantarse por un léxico rural en un relato de fuerte sabor tradicional creo que es acertado, en este caso, ese ruralismo se refuerza además con un localismo que me parece que aleja el relato de un buen número de lectores. Estos no se sentirían tan perdidos de haber optado por un vocabulario rural, pero de uso generalizado entre los castellano-parlantes.
TÍTULO (=) Particularmente, al leerlo me llamó la atención por sus referencias a una costumbre ya en desuso y sus connotaciones religiosas.
(-) No obstante, las actitudes de los personajes y el tema recuerdan más a otro cuadro de Millet, “Las segadoras”. Y el ángelus es una oración en recuerdo de la Virgen (se reza el Ave María), en concreto de la anunciación del ángel, de modo que choca la presencia del Padre Nuestro.
(+) Creo, sin embargo, que a pesar de todo, en cuanto se inicia el relato nos viene a la mente, en efecto, el cuadro “El ángelus”, de Millet. Además, el tono y el tema del relato se ajustan bien a ese costumbrismo tradicional que evoca el título.
TONO Y ESTRUCTURA (+ =) Son a mi parecer lo mejor del relato, y están ambos al servicio de una historia tradicional y bien contada, con la salvedad que veremos después.
(+ =) El tono delicado, poético, que se consigue imprimir a la prosa del relato es realmente envidiable, al menos hasta llegar a la conclusión del relato, cuando la voz del narrador impone otro registro.
(+ =) La estructura lineal, adecuada a un relato descriptivo como este, está fragmentada en este caso con los versículos del Páter Nóster, logrando construir como compartimentos estancos que alojan a los personajes, prácticamente irrelevantes salvo por sus actitudes. Con todo ello se consigue un conjunto de cierto encanto primitivo (casi como un retablo), muy en consonancia con la intención del/de la autor/-a, con la salvedad, de nuevo, de los párrafos finales.
HISTORIA Y TRAMA (=) Los considero en un solo apartado porque en el relato no hay una trama en sentido estricto, de modo que ambas se confunden.
(+) La historia es mínima. Se trata más bien de una estampa descriptiva, lo cual casa con la intención de trasponer literariamente la impresión de una obra pictórica. En este sentido, la plasticidad está muy lograda, y queda reforzada por la escasa ‘intriga’ que suponen los diversos cortes que en el relato se introducen con las partes del Páter Nóster.
(-) La intervención final del narrador en la historia para poner el contrapunto descreído a esa estampa es un tanto extemporánea. Me parece muy forzada, con esa petición de permiso a ese “don Antonio” (Machado, quiero creer), para poner en duda “la fe de mis mayores”. Es como una muesca más en esa mínima trama hecha de retazos, pero que disuena con el conjunto del relato.
NARRADOR (= -) Su paso de narrador objetivo a subjetivo, como acabo de anotar, es quizá uno de los aspectos menos convincentes del relato.
(+) La mayor parte del texto está presidida por la discreta presencia de un narrador objetivo, casi fotográfico, muy en consonancia con ‘El Ángelus’ de Millet. Si obviamos lo ya dicho sobre el lenguaje, es uno de los aciertos del relato, cuyo sabor realista pero lírico me ha recordado personalmente a Azorín. Un lujo.
(-) La aparición de la subjetividad en los dos últimos párrafos, con la conclusión de la frase latina final, casi parece ponernos ante otro relato (casi me atrevería a afirmar que en esas líneas es el/la autor/-a quien habla). La voz irrumpe con fuerza, nos atruena, se rompe la delicada atmósfera en que el lector se deleitaba.
(-) Y todo ello, además, sencillamente para dejar sentada una tesis ideológica tan evidente, que empobrece el resto. Creo que con una simple alusión mucho más velada se habría conseguido el mismo efecto deseado, sin romper con la atmósfera.
(-) Texto dotado de gran complejidad semántica (colodra, bieldo, atropaba, dalle) que dificulta su comprensión inicial.
(+) El ritmo es bueno al intercalar la oración con la escena campestre que se sucede.
(-) La conclusión del texto en latín obliga a un esfuerzo suplementario, para ver si esa conclusión, no incluida en el Pater noster tiene un significado oculto que dote de mayor comprensión al texto. Incluye una referencia pictórica que juega con el acervo cultural del lector. De ser conocido el cuadro del Ángelus la visión del lector cambia, se hace más visual. Pero es mucho presuponer que el cuadro será conocido por el lector del relato.
(-) El mensaje final está demasiado explícito. La oración es un placebo para el espíritu. Pero dada la complejidad del texto no está de más que se nos aclare algo.
(+) Una a una las escenas son concretas y de gran visualidad.
Conclusión: El texto está dotado de gran complejidad semántica aunque estructuralmente es interesante y está dotado de gran visualidad.
Además de sus opiniones sobre que aspectos destacarían como (+) y cuales ven que son mejorables o que restan fuerza (-) al texto, les hemos preguntado otra cosa que extendemos a todos vosotros: ¿el escritor es hombre o mujer? Los tres dicen sin la menor duda que es hombre.
Os invitamos a reflexionar sobre las opiniones aquí expuestas, a dejar vuestros comentarios (+) (-) sobre el texto, y a jugar intentando a divinar el sexo de los ángeles, digooooo del autor/a.
Añadido el 2 de Octubre. Jesús nos envía la foto del pueblo de sus mayores:Orejo
TITULO:
(-) El ángelus es el rezo del mediodía y habla de la anunciación del ángel a la Vírgen María, y aquí la oración transcrita es la del Padre Nuestro. No entiendo por qué el autor elige este título, aunque en la narración suenan las campanas llamando al rezo del Ángelus, tiene más relevancia en el texto el Padre Nuestro.
(-) El cuadro citado es el Ángelus y vale, hace el paralelismo de la vida rural con la religión, aún así creo que entonces citar el Padre Nuestro hace que el lector se pueda despistar. Sobre todo si es de culturilla media (mi caso).
PERSONAJES:
(=) Segador, hijo mayor, madre, niño, Ricardo el “patán” (me da igual quien llamaba al rezo del ángelus) y Don Antonio (un cura¿?) Este último personaje me despista completamente la verdad, es alguien con quien habla el narrador pero ¿quién es?
HISTORIA:
(- ¿?) Como diría un ilustre de este blog, no la acabo de entender (pm,s). Hay una escena que nos lleva al pasado, al recuerdo de la niñez de trabajar en familia rezando, y una escena en el presente (+ el uso de hogaño para darlo a entender) en el que el protagonista habla con Don Antonio sobre la religión.
(=) La referencia a un cuadro costumbrista creo que aunque bonita no aporta a la historia para la mayoría de la gente (presupongo que como yo no tienen ni idea y habrán tenido que buscar en internet al pintor y su cuadro) esto unido al lenguaje, correctísimo, pero lejano del lenguaje natural hacen que texto no seduzca al lector medio.
(+) Está llena de pequeños detalles que la hacen muy visual y creíble en el contexto que narra.
NARRADOR:
(-) Me pierdo, hay una narración de actividades rurales con le intercalado del rezo, para descubrir hacia la mitad del texto que es un narrador protagonista.
(-) El diálogo final en el presente con Don Antonio (no se sabe quién es este) ni por qué están hablando.
TRAMA:
(-) Hay dos partes, el pasado y el final, pero no se distinguen claramente, y al leer y llegar a “Don Antonio..:” despista,
(*) claramente ganaría, en mi opinión, si hubiese párrafos bien diferenciados y este último diálogo estuviese bien marcado
INICIO:
(=+) Con la frase de arranque ya nos pone en ambiente campestre, pero también corre el riesgo de “echar para atrás” a más de uno por no entender bien las palabras.
FINAL:
(-) Me he perdido, creo que está clara la intención del autor: En el pasado la religión lo invadía absolutamente todo, y ahora es un recuerdo placebo. Lo dice explícitamente pero hay una ruptura tan grande, que no sé.
LENGUAJE:
(+) Valoro positivamente el uso de lenguaje propio a las actividades descritas
(+) incluso la oración en latín que nos indican la época del recuerdo
(-) Sin embargo creo que hay demasiada palabras tan poco comunes en un texto tan corto que a mí como lectora de cultura media me obligan o a buscarlas en el diccionario (con la interrupción que supone) o a pasarlas por alto (con la falta de entendimiento que puede procurar). Creo que ganaría si se aligerase su número, no las suprimiría todas eso no.
RESUMEN
Es un texto que necesita varias lecturas para desentrañarlo, un diccionario e internet. Si lo leo en mi pc le cojo su intríngulis, si lo leyese en la cama antes de dormir, me dormía fijo.
Yo no opino sobre si es chico o chica porque ya me sé quien es…
Voy a apostar a que el narrador es un tío. Es más mi pequeña cabecita tiene un nombrecito para él, pero me lo callo…
Hale, luego sigo….
Mi interpretación del texto: Veo a dos personas de edad ya avanzada: El primero es alguien que, aunque de bajo origen social ha alcanzado cotas de cultura, pero que mantiene la fe en la religión por ser algo que aprendió desde bien pequeño y que intenta justificarse ante el segundo, aunque al final termine por reivindicarse. El segundo puede ser el médico, el maestro,… Mientras ellos conversan se oye de lejos rezar el padre nuestro, tal vez a las comadres en alguna procesión, reforzando la idea de que hay cosas que nunca cambiarán.
(+)En general me gusta mucho la idea que quiere transmitir, aunque este texto me
(-) resulta muy farragoso. Las referencias a una obra pictórica y el uso del latín en la última frase obligan a un ejercicio añadido que roba frescura al texto, lo interrumpe y lo enmaraña y creo que se podía haber simplificado.
TITULO (+)
Entiendo que es apropiado, si lo que se quiere es hacer referencia a un cuadro que ostenta el mismo. En esa misma línea, no veo inconveniente en que se vaya intercalando el padrenuestro, puesto que el rezo en si mismo no tiene tanta importancia dentro del relato como la descripción de una situación.
ARGUMENTO(+)
Si es como yo lo he interpretado, claro. Si no… es que no he entendido nada y la valoración, a la fuerza, habría de ser la contraría.
LENGUAJE
(+) Me gusta el uso de palabras relacionadas con la actividad rural.
(-) Me resulta excesivo el número de ellas, que junto con el latín resta fluidez al relato.
(-) La falta de uso de guiones de diálogo, aunque puede
(+) que el autor lo haya hecho a propósito, puesto que sólo se los ha puesto al texto en latín, enfatizando su importancia.
PERSONAJES
(-) Se deduce el origen campesino del narrador, pero esto no queda claro en el texto, puesto que habla de la familia del segador, su mujer, sus hijos, pero de él mismo solo dice que “estaba presente”; manteniendo la distancia con la familia. No dice “mi padre”, “mi madre”…
(-) Don Antonio puede ser el médico, el maestro,…alguien con un cierto criterio científico, por eso más escéptico en temas de fe, pero tampoco queda claro.
(+)Tal indefinición abre el campo interpretativo, pq, en definitiva lo importante es la idea que el texto quiere transmitir.
Valoración final: Aprobado alto 🙂 y
Abrazo.
Estaba yo en casita haciendo cosas hacendosas cuando me ha venido una idea a la cabeza sobre este texto.
Releo y subo mi nota: El segundo personaje no es el médico, es el cura, por eso el narrador se justifica, aunque al final claudica. Y es el cura el que está rezando el padrenuestro. No hay guiones de diálogo porque no hay diálogo, es un monólogo interior.
Ya lo creo que subo mi nota. A aprobado altísimo.
Abrezo.
Pues qué voy a decir yo, que siento predilección por el autor de esta joya… De las opiniones expresadas, coincido más con la X, una crítica constructiva muy acertada.
Por contra, no estoy de acuerdo con las críticas que señalan la complejidad de su lenguaje como algo negativo, destacando su incomprensión por el «lector medio». ¿Qué sería de Borges, Cortázar, Goethe o Joyce, por ejemplo?
Escribo desde un móvil (qué cruz) y se ha mandafo el mensaje anterior solo.
Mejor, así no me enrollo más : yo, de mayor, quiero escribir como el autor.
Felicidades , maestro.
Después de los análisis leídos, poco que añadir, solo que me parece un relato muy, muy trabajado y con una estructura interesante. Desde luego es autor varón y tengo dos candidatos, los dos maestros en esto.
Totalmente de acuerdo, Rafa, dos candidatos, ambos varones y habituales de por aquí. ¿Pero esto iba de analizar o de adivinar?
Ahí, a lo rápido y fácil : autor o sea hombre 🙂
Pues yo estoy seguro de que este texto pertenece a un gran amigo mío o eso creo. Yo lo veo un texto muy logrado; aunque me ha gustado mucho la crítica que ha hecho X respecto a la equivocación de la oración. En cuanto a hacer relatos a través de cuadros a mí me parece una fantástica iniciativa, aunque creo también que debería dar más cabida a elaborar una historia que enganche más.Sin embargo, considero que esta pieza debería guardarse en el museo de ENTC como un ejemplo de hasta qué punto se puede elaborar un relato si le pones ímpetu y le inviertes tiempo. Yo en esto me cuesta más, me gusta acabar los micros rápido y leyendo este texto te das cuenta que de la calidad o la sapiencia hay que buscarla. Así que lo califico de rara avis (yo soy de los que me pierdo en el argumento) pero de obligado culto.
Cada vez me alegro más de haber empezado con esta sección de El Microscopio. Gracias a los sesudos comentarios, voy aprendiendo a leer los textos con visión crítica, descubriendo matices que a veces se me escapan. Y qué decir de la posibilidad de ver un cuento propio diseccionado con tanta precisión. Un verdadero regalo.
En cuanto al texto que nos ocupa, creo que ya se ha dicho todo. Yo me pierdo en los párrafos finales sin guiones en esa conversación entre D. Antonio y el narrador. Creo que el autor quiere contraponer dos momentos de su vida, o de la vida de otros: la armonía de un mundo en orden, hasta cierto punto idílico, marcado por la vida en el campo y las creencias religiosas frente a una vida de experiencias, más realista, en la que el hombre se encuentra solo y comprende que la vida que se le escapa, no tiene un sentido trascendente. Entiendo entonces que todas las bondades anteriores quedan borradas por esa realidad.Esos párrafos finales son un golpe de efecto que acaban con ese mundo «ordenado». El hombre se ha hecho «mayor» desvinculándose de Dios y asumiendo su propia realidad. Es el hombre moderno frente al «infantil» de épocas anteriores.
Aunque un microrrelato cuente con sus propios recursos, a mí este texto me conduce a pensar en la permeabilidad que existe (¡y que siga existiendo!) entre todas las artes. El género microrrelato es bastante reciente (lo comentaré en los próximos “Papel y Tijera”) y va a seguir creciendo a su ritmo, como las ramas de un árbol retorciéndose en busca de la luz del sol. Y este micro es un buen exponente de lo que digo: no hay chispazo, no hay sorpresa, no es realismo fantástico, ni es un resumen. O quizás podría participar de todo ello. Simplemente me parece un texto precioso, que por mi parte necesita de una lectura que me haga alguien, porque la parte en latín me la he saltado. Un cuento para leer en voz alta, sin duda.
Y que un micro pida eso es muy interesante. Y es una característica nueva que hasta ahora yo no había contemplado.
Felicito al autor.
Ah, que cuando leas el relato en voz alta que quiero oír de fondo las campanadas de la iglesia (en su defecto el órgano); quiero también que huela a incienso y boñiga; y a las pacas de hierba; y a vieja, esa que se abotona una y otra vez la chaqueta azul y manosea el rosario.
No, si al final has escrito una pieza para teatro, jeje.
Beso y otra vez encantada de haber leído este texto.
No sé quién es el autor. Sin embargo creo que es un texto de Lavín. Está escrito por un hombre que no es joven. De cultura polifacética, con inquietudes espirituales y que gusta aprovechar la literatura para compartir saberes.
No hay referencias a teosofías paganas, tampoco desarrollos eróticos…ergo es Lavín.
Aventuro, luego de meditar la composición del texto, que el relato no se nos ofrece completo, que es parte de una obra más extensa. Los personajes perecen figuras cuya vida se nos presenta con la duración de un rezo. Padrenuestro, Credo o rezo al alba, que enmarca un instante, el reflejado en el cuadro, el redundado en el cuadro. Sin embargo hay trenes y culebras troceadas y un niño que interactúa con horizontes y reptiles. La oración debe tener un antes y un después. una causa y una consecuencia implícitas, veladas en la parte del relato que no se nos ofrece.
¿Guiones que faltan?… tal vez, pueden ser pensamientos que no precisan añadido ortográfico si, con anterioridad, el autor nos ha educado a que los entendamos como tales. Demasiados nombres para una acción, salvo que hayan aparecido ya antes o salgan luego.
Pues eso.
Amigo Daniel, creo que como «vidente» no te ganarías el sueldo…:-)
Don Jesús Alfonso es un excelente maestro, pero este texto viste de un oropel que no se estila por sus historias.
Creo yo… Hala, también me he mojado.
Discrepo en ambos casos. Yo mas bien tiraría al Monte ¡qué sino!.
Va a venir Mel y nos va a reñiiiiiiirrrr!!
Abrazo
Hala, me voy a lanzar de cabeza a la piscina. Es la historia de un anciano moribundo, que está contemplando una reproducción del famoso cuadro colgada en su dormitorio, probablemente frente a la cama. Eso le hace recordar momentos de su infancia, similares a la imagen del cuadro, que sería toda la parte sin guiones hasta «Sed libera nos a malo», de ahí el lenguaje rural y puede que un tanto arcaico que usa (reconozco que no he entendido un montón de palabras en esa parte). Y sus recuerdos van transcurriendo al tiempo que reza un padrenuestro (que no tiene nada que ver con el cuadro ni con el ángelus). Lo reza en latín en vez de en castellano por su avanzada edad, porque así se lo enseñaron cuando era pequeño. Reza sin convicción: él sabe que no tiene fe y por tanto su oración es un placebo, probablemente ha sido un agnóstico toda su vida. De ahí la frase «Don Antonio, con su permiso; es la fe de mis mayores». Ese D.Antonio creo que sería D. Antonio Machado, conocido agnóstico también, a quien le pide permiso para tomar prestada la frase de su famosa «Saeta», a fin de recalcar por qué está rezando: simplemente porque el cuadro le ha traído a la memoria su infancia y una oración que aprendió de sus padres. Y la frase final en latín estaría como enlazada a la de D. Antonio y apuntalando la conclusión de por qué reza. No puede decir «Amén», porque no tendría sentido pedir que «así sean» un montón de cosas en las que no cree.
Una joyica, estoy de acuerdo con mi paisano Fernando. Aunque igual no he dado ni una…
http://es.wikipedia.org/wiki/El_%C3%81ngelus
Millet representa aquí una escena campestre, que es la que dominará en principio su obra. Esta posición atraerá la atención de la burguesía, ya que el mundo rural simbolizaba «lo bueno» en contraposición de la postura reaccionaria del sector obrero. En la pintura en tela, se observa una clara inclinación por motivos vinculados con la naturaleza y el paisaje, donde los efectos de contraste lo vinculan con el estilo de Honoré Daumier, aunque tiende a ser opaca y terrosa. En un primer momento, Millet había pintado dentro de la cesta que está en el suelo a una criatura de pocos meses de edad, pero que había fallecido, y a los dos personajes de pie como los compungidos padres que la miraban sin consuelo. Esta situación conmocionó mucho a los que la vieron por primera vez, y recibió criticas de censura, por lo que este pintor se decidió a retocarla quedando como la vemos hoy.
Es cierto Antonia. Me has hecho recordar la historia del bebé muerto y demuestra que tras una idílica paz se puede esconder un secreto atroz o perturbador. Me ha convencido la interpretación de Ana sobre el texto que nos ocupa y que yo no supe ver.
Lo que dije anteriormente, este espacio de reflexión en torno a un texto me está resultando de lo más clarificador.
Muchas gracias a todos los que habéis hecho comentarios a este escrito tanto a los de las incógnitas de la ecuación X,Y,Z, como a los que habéis desvelado vuestros nombres. Sí, me desvelo (tranquilos, duermo bien), el relato es mío, tal como habéis sospechado la mayoría, aunque alguno lo haya dudado y se haya ido a otras carteras. Es que el lenguaje de pueblo, de vaca y boñiga, como dice alguna amiga mía, me delata. Espero que no sea el olor.
Está escrito desde la nostalgia. Yo era un niño de ciudad, nada menos que de “Chamberí” y de Bilbao, a quien sus padres en cuanto terminaba el curso escolar mandaban con billete en la mano a Orejo el pueblo de mis abuelos, y allí mamé todas esas palabras viejas que comentáis y que con verdadero orgullo ostento en muchos de mis escritos.
Los rezos marcaban las horas. Tenéis razón en decir que el pater-noster no formaba parte del ángelus, pero lo que he querido reflejar era la constante referencia a esa liturgia de siempre, en aquellos años 50 más acentuada por los rigores clericales de la posguerra, que marcaba los hitos del día, aunque ya el puntual tren de vapor y su silbo y traqueteo, comenzaban a ser un referente horario que sustituía a la campana, campana que manejaba Ricardo de apodo cariñoso: el Patán y nunca sabré si era por onomatopeyas campaniles (pa-tan…pa-tan…) o por otras razones pero si le recuerdo por sus ocurrencias graciosas y picantes, cuando conversaba en el atrio de la Iglesia construida sobre un antiguo monasterio en el alto de la Quintana. No quiero que muera su recuerdo.
Todo aquel mundo “rosaril” se ha desmoronado. No estoy moribundo, es aquel mundo que nos rodeaba el que lo está y lo relega a “la fe de mis mayores” de Don Manuel Machado , como varios de vosotros (Viva Cartagena) habéis adivinado, a quien pido permiso por el uso de su frase de la “Saeta”.
La lógica me dice que venimos del “vacío” y vamos a la “nada”. Y sin embargo yo sigo rezando, eso sí: de vez en cuando, y así lo digo, en latín, en la última frase, escondida, tímida, sin convicción pero con respeto. Está escrito en mis genes.
Gracias de nuevo habéis sido muy generosos.
Me vas a hacer lagrimear, hoy que estoy jodido.
Tu respuesta es entrañable; y literariamente -¿epístola o biografía?-, magnífica.
Un abrazo.
Pues al final el que no tiene futuro como vidente soy yo… Enhorabuena por tu olfato, Daniel.
Y a ti, Jesús Alfonso… Ya sabes que me tienes a tus pies. Hoy, más que nunca.
Nuevamente ha sido un placer este microscopio, por el estilo tan peculiar del texto a analizar y porque nos ha llevado en un viaje por la historia, pintura y religión.
Mis gracias sinceras, como siempre, a Jesús, de quien siempre aprendo algo (mucho!!) y a los grandes X Y Z, por su tiempo y dedicación.
A X por su tiempo arañado a tantas y tantas cosas, a Y que sabe latín, cosa nada fácil (tú ya me entiendes) y a Z por tantas risas entre cosas serias, sois unos cracks!!
Un trabajo estupendo, desde el que presta su relato al análisis en la mesa de quirófano, hasta el último comentarista, bisturí en mano.
Y a la jefa de este servicio de cirugía y exploración, Mel, poniendo en marcha a todo el equipo.
Cómo te lo pasas, guapa.
Abrazos a todos.
Me sigue sorprendiendo la capacidad que tenéis todos, tanto analistas como autores para diseccionar un texto de una manera tan completa y detallada. El texto me ha parecido complejo, tanto por la estructura como por el léxico utilizado y he tenido que leerlo en dos ocasiones para desentrañarlo.
En cuanto a la forma y estilo de escribir, creía que el autor era Juan Pérez o Ximens.
Está claro que no tengo dotes de adivina.
Mi enhorabuena para todos: autor, analistas y organizadora. Gloria