1. DE CULTO (JAMS)
Como ya sabréis, en 1976, durante la filmación de La Profecía, John Richardson, técnico de efectos especiales de la película, y su asistente, sufrieron un accidente mortal en el km 66,6 de la comarcal de Ommen, al intentar esquivar un gato negro. Lizz Moore murió decapitada por la rueda delantera del coche. Eso fue lo único realmente accidental, porque pudo haber sido de otra manera o haberle ocurrido a cualquier otro de los participantes en la filmación que hubiese usado esa carretera aquel día; pero empezar a construir la leyenda negra de la película me resultó sencillo, era 13 de abril, viernes.
Yo, Jens Vermer, vecino de Ommen, apasionado seguidor de las películas de terror, he ocultado hasta ahora ser el culpable de aquel asesinato perfecto. Hoy, debilitado por la enfermedad, frustrado por la ceguera editorial ante mi ensayo sobre el existencialismo onírico en Eraserhead, me resisto a aceptar mi injusto anonimato. Pero también quiero advertir que soy inocente de todos los demás extraños acontecimientos que rodearon la filmación, y añadir como dato para la Historia Negra del Cine que la pobre víctima inocente e inspiradora del delito que cometí fue mi gato, Luzbel.
¡Mooolaaaa! Con lo difícil que me parecía a mi este mes, que hasta me ha salido un remix de dos pelis…Besote.
Guau! Yo tengo un gato negro, pero es un angelito.
Juan, original vision, la solucion que das a ese misterio que rodea a los actores de esa película. Abrazos.
Lo has bordado este mes, boss! Enhorabuena.
Genial 😉
Coño, es que si empezamos llamando al gato negro Luzbel…
Llámalo Silvestre, o Ramoncin (bueno, quizá con ese nombre aún fuese peor)…
Y encima el hostiazo en el 66,6.
Ay, the number of the beast, que cantaban los Iron Maiden…
Vamos, que una idea tremendamente original al tema de este mes.
La calidad en la escritura se da por hecha…
Un abrazo JAMS.
Guau !! Perfecto. Has conseguido que parezca fácil el reto de este mes.
un abrazo jams.
Has dado en mi película preferida de esa época y creo que en mi trilogía preferida de todos los tiempos y es que la maldición de Damien siempre estará ahí. Saludos JAMS.
Jams,¡vaya vuelta de tuerca a la maldición de la película!, me has hecho revisar lo que aconteció, y la verdad es que es muy inquietante. Muy bueno, como siempre. Abrazos.
No soy supersticiosa, pero un 6 del 6 de un año terminado en 6 tuvo lugar un acontecimiento en mi vida que ha sido nefasto para mí.¿Casualidad?.
En cuanto a tu relato, poco puedo añadir a la ya escrito. Simplemente, es digno de un gran maestro como tú.
Una historia que deja de ser anónima para hacer justicia y dar mérito a su protagonista. A la vez que rendir homenaje a su pobre felino.
Una confesión que me parece, pese a todo, divertida en la voz que lo narras.
Leyendo este relato, parece fácil el tema del mes, aunque a mí me está suponiendo un quebradero de cabeza.
Genial visión de los acontecimientos que rodearon a esa película.
Que fácil te resulta Jams, construir una leyenda negra de la nada. Magistral.
Un abrazo
A mi este mes me está resultando especialmente difícil. Me pierdo entre los recuerdos de tantas pelis y series, que fueron los de mi infancia/adolescencia. Me pueden los recuerdos y al final no soy capaz de escribir nada.
Quizá por el lado este de las leyendas urbanas…
Un abrazo
Era el día de puertas abiertas en Ciudad Ideal. Todo relucía y era perfecto, salvo sus habitantes, convidados de piedra.
Uy me he equivocado, ese último comentario era para las ciudades mínimas…
Sorry
Los mininos son imprevisibles y muy propios.
Enhorabuena y abrazos
JAMS, me ha encantado el tono de crónica -o de anécdota- que gastas. Todo serio narrando para humanizar (¿debería decir animalizar?) una leyenda.
Un saludo.
Genial composición de los hechos de aquellos años.
Un saludo
Rosa
Esa película, junto a las otras dos que le siguieron, siempre me ha dado miedo. Mucho.
Gracias, JAMS, por desvelar sus secretos. Ahora ya me darán menos miedo.
Pero cuando vea un cuadro de Vermeer me acordaré… ¿Por qué narices le has puesto ese nombre al asesino?
Buen relato crónica que te has montado, como se nota que no estás presionado por el jurado. Le has echado imaginación.
Sin palabras, mereces el reconocimiento.
Un abrazo, genio.