JUN130. MONSTRUOS DE FERIA, de Rafa Heredero García
Anna y Otto, una pareja de novios que estaba divirtiéndose en la feria de su ciudad, decidieron entrar en el Salón de los Espejos Deformantes. Cuando salieron, algo había sucedido. “Un momento de singularidad espaciotemporal”: así lo definió la comisión de expertos encargada de esclarecer el extraño suceso, incapaz de explicarlo de manera racional. Lo cierto es que la figura de Anna apareció distorsionada; de cintura para abajo su cuerpo había aumentado de forma grotesca, como si fuera uno de esos muñecos tentetieso a los que es imposible derribar. Otto, en cambio, había desaparecido, el original, aunque delante y detrás de donde debía estar su cuerpo, infinitas imágenes de sí mismo se repetían monótonas, absurdas. “Parece un matrimonio que lleve años casado”, apostilló un gracioso cuando fueron exhibidos como monstruos de feria.
El Salón de los Espejos Deformantes permaneció precintado, por precaución, pero tuvo que reabrir sus puertas ante la demanda del público. Parados, tristes, solitarios, vagabundos, buscavidas o aventureros, aún sabiendo lo difícil que es que un rayo caiga dos veces en el mismo sitio, formaron largas colas a la entrada de la atracción. Acudían allí con la esperanza de que a ellos también les llegase su oportunidad.
Rafa, qué decirte. La historia tiene imágenes propias, es como una película que pasa por delante y sólo debes dejarte llevar con cuidado de no perder esos pequeños detalles que, sin ser dichos, son evidentes, necesarios y magistrales. Todo un placer leer tus relatos. Un abrazo.
Muchas gracias, Rosa, por tus siempre amables comentarios. Son todo un regalo de tu parte que te hacen subir la moral un montón. Dan ganas de releerlos en los momentos más bajos.
Un fuerte abrazo para ti.
Rafa descripciones precisas en una situacion surrealista y poco común. Suerte y saludos
Gracias por pasarte por aquí y dejar un comentario, Calamanda.
Mucha suerte/etreus ahcuM este mes.
Saludos.
Me gusta ese último párrafo que encierra tantas decepciones y ansias de tener una segunda oportunidad.
Un saludo.
Hola, Miguel Ángel. En los momentos (ya se puede decir que años, y lo que nos queda) en que estamos, la desilusión se percibe cada vez en más gente, aunque, claro, en el pasado ha habido situaciones parecidas, e incluso sin situaciones de crisis, siempre habrá descontentos. Por eso las ansias de la gente de conseguir algo son intemporales.
Muchas gracias por pasarte por aquí.
Un enorme abrazo y saludo al alimón.
Para mí es un cuento triste que trata sobre evadirse de uno mismo, unos buscando desaparecer y otros experimentar otras vidas paralelas.
Un abrazo.
Hola, Susana. Sí, el relato es triste. Es triste lo que el tiempo puede hacer de nosotros, y a lo que la desesperación o el desencanto puede conducirnos.
Gracias por comentar.
Otro fuerte abrazo para ti.
Muchas gracias, Ana por tus palabras, siempre tan incisiva diseccionando nuestros relatos, con ese buen tino que te caracteriza. Me alegro de haber conseguido que pases un buen rato y que te haya gustado. Mucha suerte para ti y un fortísimo abrazo. Saludos.
Rafa, el cuento tiene fluidez y está bien escrito pero esto que me gusta en ti es la claridad. El lector sigue con facilidad tu relato y lo más importante entiende todo lo que cuentas. Un fuerte abrazo amigo, Sotirios.
Tu comentario me ha encantado, Sotirios. A mí como lector me gustan mucho los textos fluidos y claros; si he conseguido eso para ti, me doy por satisfecho. Muchísima suerte este mes, saludos y un fuerte abrazo.