13. El último romancero hippy (Jesús Mollinedo)
¿Te acuerdas? Noches inolvidables en el escarabajo, la música de fondo de los Village People, la pantalla gigante de los sueños en el cine de verano, esos pies tan bonitos ocultos por el vaquero de campanas, nuestro primer beso viendo Love Story. ¡Qué tiempos!
Siempre juntos, acostumbrados a querernos, a no dejarnos, a compartir esa caladilla de hierba que nos transportaría a un mundo mejor. “¡Esos jóvenes rebeldes!” decían nuestros padres. No nos entendían. Nunca nos entendieron. Fuimos una versión de los O´Neal y MacGraw de la época. La juventud sólo se vive una vez.
¿Te acuerdas? Siempre decíamos que la salvación de la humanidad estaba en la poesía. Tus cabellos al viento, tu sonrisa demoledora, cómplice, la fogata en la playa desnudos, al amparo de la luna y acurrucados por el mar. Siempre amamantados por los versos del poeta.
¿Te acuerdas? Díscolos por un ideal no por capricho, soberanos de nuestras vidas, de nuestro destino.
¿Te acuerdas de mis primeras palabras tras ese primer beso? Te quiero, te quiero, te quiero, tan sólo eso. Y tus labios.
¿Recuerdas tu poesía favorita?
¿No te acuerdas? Aguanta el frío cariño, la vejez sólo tiene un camino de ida. Éramos tan jóvenes…
¡Qué bonito! Precioso, de verdad, incluido ese triste final. Pero así es la vida.
Un abrazo fuerte.
Gracias Patricia. Celebro que te guste aunque los finales felices no sean siempre como quisieramos. Abrazos.
La vejez, si no nos roba los recuerdos, puede ser un gran momento. Me gustó tu relato, por la ternura y porque los últimos hippies no se han rendido.
Un saludo
JM
Gracias jm, que gran vedad dices. Por supuesto que los viejos rockeros nunca mueren. Siempre quedará algo de lo que algún día tuvimos. Un fuerte abrazo.
¡Qué bonito te ha quedado! Esos jóvenes vivieron una preciosa vida.
Y tanto Isabel. La fuerza que da el amor con el tiempo es incombustible e incorruptible. Es vida en estado puro. Besos…
Nostálgico, poético y crepuscular relato.
Recuerdos de un tiempo ya pasado, pero, afortunadamente vivido hasta la vejez en común.
Aunque algo me dice que la maldita enfermedad le está robando la memoria y sus vivencias a uno de los dos protagonistas.
Ojalá conserve entre sus recuerdos los momentos del esplendor en la hierba…
Muy, muy bueno, sí señor.
Enhorabuena.
Muy pero que muy agradecido por tus palabras Modes. Imagino que con los años todos nuestros mejores recuerdos y vivencias los viviremos con mas intensidad si cabe y si encima los puedes seguir compartiendo con la persona que quieres mejor aún. La vejez, aunque nadie queramos llegar a ella, no es mala en sí. Lo realmente malo es llegar en soledad y esperar la muerte sin nadie que te de calor ni que te recuerde. Pero eso es otra historia. Un abrazo muy fuerte.
La vejez vive de recuerdos y siempre son los más gratos. Revivirlos con tu pareja de toda la vida una felicidad y casi un milagro.
Te ha quedado un relato muy tierno. Deja una sonrisa en los labios a pesar de un próximo final triste inevitable.
Un abrazo Jesus.
Gracias Maria Belen. Me llena de satisfacción que te haya gustado y hayas podido compartir una sonrisa, tan necesitada en este mundo que nos está tocando vivir. Un beso muy fuerte.
Gracias Maria Belen. Me llena de satisfacción que te haya gustado y hayas podido compartir una sonrisa, tan necesitada en este mundo que nos está tocando vivir. Un beso muy fuerte.
¡Jesús! Qué pedazo de relato, prosa poética en su máxima expresión.
Muchas gracias Lorenzo.
Hay momentos de la vida que ya duele mirar atrás porque todo se ve muy muy lejano. Creo que tu relato nos lleva con una historia tristemente bonita a ese pensamiento. En cualquier caso está muy logrado. Mucha suerte 🙂
Gracias Juan Antonio. A veces una mirada atrás es necesaria si no no seríamos lo que somos, un montón de historias vividas. Un fuerte abrazo.
Mucha poesia y nostalgia en tu felato.
Felicidades.
Jesus, un excelente recorrido por las ilusiones y motivaciones de la época. Sensibilidad amorosa a flor de ser.
Suerte. Un beso