De espíritus
Para el relato Las viudas blancas, de nuestra amiga Paloma Casadoque fue seleccionado en agosto, he pensado en la música de Enya y su Angeles
«Dicen que en las noches de plenilunio, regresan para tejer juntas la ropita de los hijos que nunca parieron.
Uno del derecho y otro del revés o en punto bobo, van surgiendo de sus agujas plateadas jerseys y patucos tejidos con hilo lunar. Cantan a coro y sus voces se confunden con el rumor de las hojas de los álamos cercanos que agita el viento.
Luego recorren las calles del pueblo buscando a niños frágiles que vestir con sus mortajas. Por eso, las madres velan sin descanso las cunas de sus pequeños enfermos y a veces, tras un ondear de visillos, observan un estremecimiento en sus cuerpecitos y sienten la fría caricia de unos dedos.
Son las viudas de los jóvenes que marcharon al frente. Ellas murieron solas, ellos en el campo de batalla, añorándolas.»
Muchas gracias Gina. Esta música que has elegido le da mayor dimensión mágica a mi cuento.
Es una gozada escucharla y que me hayas puesto banda sonora.