31. EN EL TEXAS (Jordi Rosés)
Tardes de sábados. Mis padres, cuatro hermanas y yo, anunciábamos el Seat127 para ir a la sesión.
Uno de tantos cines llamado Texas, los westerns tenían la razón. Sesión continua, tarde completa, una buena más una de romanos o Bruce Lee, a veces media y una, el destape nos decían. Protocolaria cola para las entradas, frente a una taquilla pequeña, la mujer, rebosando piel con pequeñas gafas, los pases nos acercaba tras unas pocas pesetas. Los pequeños no pagan.
Frente a la aterciopelada cortina, que costaba encontrar la raja, de tez agria, cómo si la vida se hubiera ensañado, el Manco, de ahí su cara, suponía. Virtuoso, capaz de doblar toda la ristra por el troquel y con rápido movimiento las marcaba con una pinza. Eso me jodía, ¡las acabábamos de obtener! Nos acompañaba con un faro hasta la fila, todos cogidos de la mano menos de la suya.
-Aquí mamá!
-No, más adelante.
En el centro de la sala siempre nos acomodábamos.
-Mama, pipi.
De la mano me acompañaba subiendo por la platea, y sentado junto a la raja, siempre estaba el Manco, sudoroso, con los ojos como platos, en su fila, la fila de los mancos.
Jordi, tu relato es nostálgico de esos que vale la pena guardar en el álbum de las fotos o en el baúl de los recuerdos; cuántas cosas nos recuperas del pasado, esas cortinas uy qué recuerdos, el decir pipi a la mamá… vaya me abre una grieta en el cuerpo tu relato. Que tengas suerte y gracias por pasarte por el mío.
Gracias por tu apoyo Lorenzo, nostalgia de esos cines que todavía recuerdo su olor. Suerte para ti también. Saludos.
Esas sesiones de familia en el cine, con bocadillos y chicles, con rifa y palomitas… Eran otros tiempos, casi en blanco y negro, o con colores de los setenta, algo desgastados.
Un saludo
JM
Esos años vivídos como si fuera ayer, fáciles recuerdos de infancia vivida. Gracias Juan. Suerte para tí también. Un Saludo.
Leer tu historia, ha sido regresar a mi infancia, época en la que el cine tenía tanto de misterio como de diversión familiar. Los diálogos incorporados llevan de la mano a la fila de los espectadores; de tu relato. Mucha suerte Jordi, un abrazo. Marta
Recuerdo aquellos Oooh! de cuando se quemaba o terminaba la bobina. el sonido de la cámara. El cono de luz hasta la pantalla lleno de polvo en suspensión. Gracias Marta, suerte para ti también. Un abrazo.