46. Revuelo Calamanda Nevado
Llevaba mi hija detrás de que la escuchara. Camino del cine era buen momento. Se desahogó. La dificultad de los trabajos de clase le preocupa; no dije nada, íbamos con prisas para llegar puntuales al estreno de “El niño”.
En taquilla aparté dos entradas para mis hermanas, interesadas en verla.
–Quedamos con las titas para la sesión de las diez y cuarto, en sala seis-. Observó mi hija, varias veces, mientras daban las diez en el reloj, compraba palomitas, y caminábamos hacia la sala seis. Su puerta abierta nos permitió pasar.
– ¡Ha empezado ya!- Gritamos sorprendidas. Solo había luz en la pantalla. En ella, tres policías, uno mujer, discutían. Buscando cuatro asientos libres, levantamos a una pareja sentada cerca del pasillo; nos miraron como si desprendiéramos un hedor insoportable. Seguíamos pensativas la increíble persecución esperando el reparto. No llegaba. Era imposible cogerle el hilo a aquello. Inquietas enviábamos wasap a mis hermanas, advirtiéndoles que vinieran rápido porque era de enredo.
Desorientadas con los continuos arrestos, decidí preguntar cuándo había comenzado a la pareja cercana al pasillo, sentada a mi lado. Entonces nos sorprendieron sus risotadas histéricas, mis hermanas con sus explicaciones sobre la sesión siguiente, y la palabra Fin.
About Post Author
Genial, como la vida misma
M Carmen, así es, como la vida misma. Gracias y saludos
Hola, Calamanda.
Pues la verdad es que es un revuelo la que se armó en el cine.
No sé por qué, pero en la primera frase mer parece que falta algo o soy yo que no la entiendo.
Te deseo suerte y, si puedes, me dices algo de ese inicio del micro.
Un beso grande.
Towanda, imagino que te refieres a -Llevaba mi hija detrás de que la escuchara-. Es una frase hecha que decimos por mi tierra. Viene a decir – detrás de mi- o algo así. Gracias por tu comentario y besos
Ahora si.
Gracias, guapa.
Un besote.
Calamanda, menudo revuelo que se monta.
Suerte
Blanca, en el silencio de un cine todo se magnifica. Gracias y saludos
Hubiera dado igual la película que fuesen a ver, lo que importa en tu relato es el lío que se monta. Hay veces que las circunstancias que creamos impiden cogerle el hilo hasta a la mejor historia. Menos mal que el Séptimo Arte permite muchos visionados si la cinta merece la pena.
Un saludo y suerte
Ángel, si, la pelicula que querian ver es lo de menos. El lio viene dado por la situación de escucha de la madre ante el dasahogo de la hija. Gracias y saludos
Me imagino a esa hija sin parar de hablar a la madre. La una con sus preocupaciones y la otra un poco agobiada de tanto desahogo. Tan pendientes estaban de lo suyo que ni pudieron atinar en acertar la peli. Fijo que las titas la vieron entera.
Isabel, es así como yo lo pensé. Llegaron unos minutos antes de terminar la anterior sesion, vamos a imaginar que sirvieron las entradas para la siguiente. Gracias y saludos
Ay, Calamanda, qué locura. A mí me ha parecido una metáfora sobre las relaciones entre madres e hijas, por los líos que se pueden montar.
Muchos abrazos.
Si Patricia, lios como este. Las relaciones necesitan mucho espacio. Gracias y abrazos
Pensé que se trataría de un cine de sesión continua, esos que había antes que entrabas en cualquier momento sin importar si la peli estaba empezada, luego te quedabas a la siguiente sesión y veías el principio.
El lío desde luego es confuso, supongo que se equivocaron de hora. A mi me pasan cosas así muy a menudo.
Besos.
Asunción, eso es. Tan enfrascadas estaban que pasaron a la sala antes de que salieran los de la sesion anterior. Besos y gracias
J u a n, sí, el espectáculo debe continuar. Gracias, como no recordar a ese animal que tanto juego y tantos chistes nos ha dado, jajajaja. Saludos.
Ana, que tál. Si estoy contigo, no siempre se consigue acertar con los demás a pesar del empeño, pero si el cariño va por delante; hay mucho ganado. Gracias y abrazos.
Un revuelo muy peculiar en tus palabras, muy real en la vida. Me ha gustado leerlo, la primera vez un poco perdida pero después encantada de hacerlo.
Un beso Calamanda
MªBelén, gracias por tu interes. Besos
Calamanda, un «Revuelto» que pone de los nervios, como imagino era tu intención.
Un micro en espiral: de sesión continua. Un reflejo de la vida que nunca para.
Una presentación altamente irónica.
Un acierto sobre lo que nos puede pasar a cualquiera (yo me veo reflejada en tu protagonista).
Besoooo
Amparo, gracias por tu analisis. Estoy de acuerdo en todo contigo. Tambien son divertidas estas anecdotas para recordar despues. Suerte y besos
Pues muy bien descrito ese revuelo y esas visicitudes de una tarde de cine en familia. Un abrazo y suerte 🙂
Juan Antonio, si, la familia, sobretodo los mas peques absorven tanto que a veces no dejan tiempo para pensar. Gracias y abrazos.
En ese revuelo se me mezclan épocas y estilos de cines, nuevas tecnologías y sesiones continuas, ¿es sensación mía o el revuelo es de esas magnitudes? Porque no se si era tu intención, pero siento como si las protas hubieran viajado al pasado, enfrascadas como están en sus asuntos se meten en una película que proyectan en los años 70.
Vale, ahora he leído comentarios y respuestas y lo que yo he leido no es eso..jajaja ¿pero sabes que te digo? Que TU relato que YO he leído me gusta mucho.
Reve, me alegro de ser la influencia que afina la creativad, en este caso, claro. Me gusta -tu relato-, por lo original. Gracias y saludos.
Lo mejor de todo este lío fue que los tres policías no salieron de la pantalla y se llevaron a la madre a la hija, a las hermanas y a la pareja. Jeje.
Hay que llegar a su hora, ni antes ni después. Ya se ve qué pasa.
Besos.
Virtudes, siempre se ha dicho por mi tierra, -veo esto está mas liado que una pelicula empezada- Y eso quería yo mostrar. Gracias y besos.
Calamanda, me ha gustado este original enredo propiciado por la película de la vida de una madre y su hija, en ésta sí son protagonistas y no tiene sesión continua, cada frase, cada emoción, es única e irrepetible. Abrazos.
Salvador, comparto tu opinión, la historia que ellas protagonizan supera la ficción; como suele ocurrir casi siempre. Gracias y abrazos.
Jajaja. Casi de comedia de situación, Calamanda. Una anécdota digna de cualquier familia. Muy bueno. Te deseo suerte.
Izaskun, si, creo que esto puede ocurrir hasta en las mejores familias. Gracias y saludos
La verdad, Calamanda, es que me cuesta entender tu relato. Una primera frase muy extraña. Sospecho que este relato era más largo y que al acortarlo para las doscientas del concurso algo se ha quitado de más.
Javier, esa frase primera es tipica de mi tierra, -ir tras de algo, o tras de mí- como en este caso se dice mucho. No es un relato adaptado de otro mayor. Siento esa dificultad, y agradezco tu comentario. Saludos
Divertido error en la oscuridad de la sala.
Un beso Calamanda
epifisis, si, de lo mas simpatico para despues recordar. Gracias y besos
A mi también se me hace rara la primera frase, pero comprendo que debe ser un giro del lenguaje que yo desconozco. Me he reído leyendo tu historia porque a mi me pasó algo parecido, solo que yo me colé en otra sala distinta y de paso me «spoileé» el final de «7 almas».
Suerte y abrazos.
Anna, dificil situacion la tuya entonces. Ese final es mucho final. Gracias y abrazos