72. Como espuma por la arena
Era temprano. Entrarían sin prisas, dándose todo el tiempo del mundo. Fila 23, butacas 13, 14 y 15. Como su mujer repetía que las cosas no pasan al azar, buscó una explicación para aquella decisión. La de llevar 23 años juntos y haber tenido una novia a los trece le satisfizo. Se echó unas palomitas a la boca, dio un largo trago al refresco de su hijo y se dejó asaltar por recuerdos ya olvidados… Sí. Con aquella chica quedó por primera vez en el cine. El que tenía las sillas de madera. De tijera, se decía, porque eran de abrir y cerrar. Salías masajeándote el culo cuando terminabas de ver la película… Fue su primer amor. Que guapa era. Y que dulce. Luisa. Caminaba sobre el suelo como espuma por la arena. Él era muy joven y no la supo corresponder. Más tarde ella le dijo ruborizada que tenía otro novio. El dio media vuelta y se fue. La volvió a ver esporádicamente, por aquí y por allá, hasta que perdió su pista. Se pregunta si aún vivirá. Sí, se responde, no hace tanto. Tan solo cuarenta años.
Ohhhhhhh…que nostálgico!!!
Si. Los setenta ¿fueron así? Gracias, Reve, por pasarte.
¡¿Me pregunta si fueron así?! ¡¿Me estás llamando vieja?!
Si, ambas…jajaja
Muy lindo
Hola, M Carmen. Me encanta que te haya gustado. Gracias por pasarte.
¡Quien de vez en cuando no se pregunta que habrá sido de su primer amor!
Relato nostalgico, gusta leerlo.
un abrazo Jose Ignacio
Gracias M Belen, por pasarte y comentar. Un abrazo.
Me gusta tu relato, impregnado de esa nostalgia tan real que a veces nos invade. Un abrazo, José Ignacio
Gracias, Concha, por pasarte y comentar. Si, parece que es tiempo para las nostalgias. Halloween, Navidad, y esas cosas… Un abrazo.
Ja, ja, ja. Es cierto que es increíble como esos 40 años pueden parecer sólo eso, cuarenta.
Muy bella tu historia, esos pequeños detalles de lo cotidiano para mezclar la vida presente y el recuerdo de antaño.
Gracias, Isabel, por pasarte y comentar. Un abrazo.
Mientras más grande te haces más trecho te queda cuando miras atrás y más fácil es que la nostalgia te empuje a caminos ya olvidados. Tu relato mezcla cotidiano con recuerdos. Habla del paso del tiempo desde una situación tan mundana como puede ser ir a un cine. Un manera original de utilizar la consigna para vehicular todo ese torrente de recuerdos que tu texto nos quiere hacer llegar. Suerte y un abrazo 🙂
Gracias, Juan Antonio, por pasarte y comentar. Ya estaba extrañando tu vista. Abrazos (para los dos).
Aunque intento entender la historia no acabo de verla. ¿Decisión? ¿Cuál? ¿Ir al cine a ver esa película? ¿Tuvo un noviazgo con la protagonista? Seguro que es problema mío. Suerte. (Pon tu nombre en el título para localizar fácilmente tus relatos)