103. ¿QUIÉN SE COMIÓ A DARTH BURGUER?
En el año setenta y ocho, en mi casa nos zampábamos al temible Darth Vader, ese no lo quería ningún cliente.
Después del colegio los hermanos nos pasábamos toda la tarde en la carnicería del mercado, terminando los deberes y ayudando a mis padres en el puesto, envolviendo filetes o preparando las pesetas para dar el cambio.
Los reyes magos nos dejaron unas figuras de plástico para moldear los personajes de La guerra de las galaxias. Nuestro padre, buen negociante, miraba las colas de los cines que ponían la película y aprovechó el filón de nuestros juguetes. Así que en lugar de plastilina, amasábamos hamburguesas con la carne picada. Las que más se vendían eran las de R2D2, C3PO y el halcón milenario. Las primeras semanas fue divertido pero, varios meses después, no parábamos de hacerlas. Además que dejábamos las tareas de clase a medias y sacábamos malas notas.
Para alivio de los demás carniceros del mercado, un día los moldes desaparecieron. Nunca supimos cómo sucedió, pero mi madre parecía muy contenta mientras nosotros resolvíamos problemas de mates o escribíamos alguna redacción para lengua.
El año siguiente estrenaron Superman y nos olvidamos de los jedis que, por cierto, no volaban.
Pablo, muy bueno, como te copien empezaremos a comer a pocoyo o a bob esponja.
Un abrazo
Hola Alejandro.
Muchas gracias, pues espero que no copien, que debe ser poco sano usar tanto plástico.
Un abrazo.
Que divertida manera de afrontar el reto de este mes, Comiéndonos a tus protagonistas !!! Unos moldes que casi seguro estarán en algún altillo del dormitorio de la madre.
Suerte, un abrazo Pablo.
Ja, ja. Yo pensaba que los había tirado, pero la opción armario es buena. Gracias Mª Belén. Un abrazo.
No hace mucho vi unas hambureguesas en forma de Ratón Mickey. el merchandising es infinito.
Buen entretenimiento para unos futuros Masterchef de cine.
Mucha suerte.
ja ,ja,La madre tiene que ver mucho con la desaparición. Muy bien contado ,amigo Pablo. Un abrazo, Sotirios.
Muy hábil esa madre imponiendo la formación de sus hijos al afán comercial de su marido. Divertida propuesta.Gloria
Pablo, diverdo y lleno de moralejas tu relato. Suerte y saludos
Hola Pablo. Me ha gustado mucho tu relato, especialmente la voz de tu narrador. La situación es bastante singular y nos deja un montón de recados sobre los que pensar. El final otro alegato a que en esto del cine a rey muerto, rey puesto. Un abrazo y suerte 🙂