104. LA PERDIDA DE LA INOCENCIA
El cine de la parroquia lo era todo para mí. Todos los domingos por las tardes, acompañada de mis hermanas y amigas, acudía invariablemente a su salón, a disfrutar del cine.
Eso sí, después de haber asistido por la mañana a misa y a la catequesis. Esa era la condición imprescindible para que nos sellaran el carnet, que nos permitía acudir luego al cine gratis.
Aunque lo habitual era ver la típica película de romanos, seguida de otra de vaqueros, de vez en cuando teníamos la oportunidad de visionar un buen filme.
Entre aquellas tardes dominicales de “sesión continúa” recuerdo todavía la fuerte impresión que me causó “El expreso de medianoche”.
Por su especial crudeza, al verla fue como si hubiéramos perdido la inocencia.
Y es que en ese momento fuimos conscientes de las terribles injusticias, el salvajismo y el terror que sufrían algunas personas muy cerca, a las puertas de Europa.
Y todo por haber cometido un error, un horrible error que algunos pagaron con lo más preciado, sus vidas.
Me alegra que te haya hecho recordar esos tiempos, que por lo que he podido ver han dejado sus frutos en tu enorme bagaje cultural, aunque cono dices tú mezclados con alguna travesura. Gracias por tus cálidas palabras. Un abrazo. Gloria
Gloria, evocas una pelicula que se nos grabó a fuego en la memoria a quienes la vimos. Suerte y saludos
Si recuerdo que ver la injusticia del sistema carcelario, los abusos de funcionarios y presos y la desesperación del protagonista y su familia me dejó noqueada. No me podí a creer que existieran esas realidades. Fue como perder la inocencia. Gracias Calamanda por tus palabras.
Si hace poco vi una con Tailandia como escenario y con una occidental como protagonista, que también te impactó, no sé si será la misma. Estos filmes te recuerdan los terribles sistemas carcelarios existentes en algunos países, y hacen que a su lado las cárceles españolas parezcan hoteles de lujo. Desde luego no le desearía a nadie semejantes experiencias. Gracias por leerme y comentar.
Un relato que mira hacía las duras realidades que a veces el cine edulcora o bien muestra y denuncia. Me ha gustado. Suerte y un abrazo 🙂
Muchas gracias Juan Antonio por pasarte y comentar. Me alegro de que te haya gustado. Gloria