JUN78. OTRA, de Elisa de Armas
La primera vez fue una mañana de ojeras, alargó su mano tímidamente y me recogió el pelo, dejando al aire varios mechones, con una gracia de la que yo siempre he carecido. Se fue atreviendo con la barra de carmín, un toque de rímel y los pendientes de turquesas que no había sacado de la caja desde que me los regaló mamá. Un día, tras obligarme a quitarme los vaqueros, me mandó de regreso al dormitorio. Volví con el vestido de licra estampado, el que nunca me puse porque se ajusta demasiado. Me regañó y, no sé por qué, le hice caso: en dos semanas de yogur y gimnasio el vestido se me ceñía al cuerpo sin marcar una arruga. Sonríe con una coquetería que a mí me avergüenza y ha conseguido que la mano de Mario me busque de nuevo entre las sábanas. Pero yo no me engaño, bien sé que a él no le importo. La que le gusta es ella, la chica del espejo.
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Que atractiva historia. Si es bueno el ritmo y fluido describiendo acciones, el final lo convierte en muy buena historia. Una mirada distinta al espejo o del espejo, y un desdoblamiento muy interesante. Felicidades y suerte.
Gracias, Antonia, me gusta esa expresión «al espejo» o «del espejo» creo que sintetiza bien la idea del relato.
Muy buena historia, me hizo gracia que coincidimos este mes en muchas cosas, el carmín… y sobre todo en que la otra es siempre la mejor.
Un abrazo y suerte
Y no es la primera vez, Puri, qué pena que estemos tan lejos, porque se ve que tenemos mucho en común. Un beso.
La frase clave es: Sonríe con una coquetería que a mí me avergüenza. Ahí se resuelve muy bien la verdadera identidad de esta mujer que negando su identidad busca complacer al resto.
Un abrazo.
Elisa, pones el dedo en la llaga con maestría. Gustarle a él más que a ti misma es causa de infelicidad, pero felizmente ella lo sabe, esperemos que se alíe con la del espejo. Interesante relato por lo que planteas y cómo lo llevas a cabo: sin tropezar ni confundir. Enhorabuena. Un saludo.
Elisa, es un afán diario resultarle bien al espejo, si el nos aprueba los demás, eso creemos, seguro que también. Muy original. Suerte y saludos
Muy buen relato, muy fluido y armonioso. Un buen final.
Suerte.
Saludos, Tagarete.
Muy lindo, y muy cierto. El espejo manda…
Suerte Elisa!
Un beso.
Me gusta mucho este relato. Las mujeres solemos vivir unos conflictos con nuestra propia imagen y unas diatribas que ya ya…es compleja esa relación entre una y la del espejo, y la mayor parte de las veces, bastante frustrante para las dos. Siempre tratas temas muy interesantes un abrazo!