42. La última canción (Towanda)
Tras la cena, en el lujoso comedor jacobino, los Crawford acudieron al salón donde la orquesta amenizaba a los pasajeros de primera. Ante un gesto del esposo, el violinista inició los acordes de una vieja canción. Su canción. El resto de músicos se unió y la pareja comenzó a bailar. Los ojos de Alberta resplandecían. Aunque ya no eran jóvenes, para ella, Aaron seguía siendo el hombre más apuesto del mundo.
Minutos más tarde, el ligero desvanecimiento de ella les hizo retirarse a su camarote, el 115. Lo eligieron recordando el día que se conocieron, un once de mayo, medio siglo atrás. Alberta se recostaba cuando un golpe brusco y gritos de metal desgarrándose le hicieron temblar… Después, chillidos gélidos, plegarias en decenas de idiomas, carreras, llantos, olor a sal…
–Algo va mal… Incorpórate, querida.
Alberta negó con la cabeza.
–Estoy demasiado cansada. Te mentí… El doctor O’Malley no me dio buenas nuevas… Pero tú…
Aaron besó sus palabras mientras se tendía junto a ella.
–Aaron, ¿aún me ves bonita?
–Eres preciosa, princesa…
Continuaban abrazados cuando el océano comenzó a filtrarse, a través de la puerta del camarote, siguiendo los dulces compases de una hermosa canción interpretada al violín…
Olé, Towanda, otra preciosa historia de la marca Towanda. Muy bonita, trsite y romántica como toca ser a este tema. Me quedo con este enunciado que me parece hermoso e impactante al mismo tiempo: «Después, chillidos gélidos, plegarias en decenas de idiomas, carreras, llantos, olor a sal…».
Me alegro de verte en tan buena forma en esto de las letras.
Un besazo, mi Towi.
Hola, Loren.
Triste, como todas las historias de amor cuando el fin está próximo.
Uf, no te creas que estoy en tan buena forma…
REcibo el besazo y te devuelvo otro más grande, si cabe.
Gracias, bonito.
Muak
Ohhh, una gran historia que al parecer tenía ya punto final, por esa enfermedad de ella. Quizá fue mejor ese final que una incierta agonía.
Contado muy dulcemente, se encoge el corazón al leerlo.
Un besito, en este día para mí tan ajetreado y feliz.
Hola, Asun.
Una pena el final, pero decir adiós a todo abrazado a quién amas, debe ser lo más.
Gracias, guapa.
Un besazo.
Towanda, precioso relato y preciosa la historia que cuentas de amor de ese matrimonio que después de 50 años se quieren como el primer día y que escogen terminarla bajo las aguas. Muy emotivo.
Un beso
Hola, Blanca.
Fíjate lo que son 50 años, toda una vida, y queriéndose igual que siempre. Creo que eso es un regalo.
Gracísimas.
Un beso muy grande.
Bueno, pues seguimos con los pelos como escarpias.
Y aún dices que te has estremecido leyendo el mío. Pues este es muchísimo más escalofriante.
Me encanta leerte.
Besos y abrazos. ¿La suerte?la tienes toda.
Hola, Virtudes.
Y es verdad lo del escalofrío y la emoción que me produjo tu historia.
Me alegro mucho que esta historia también te haya emocionado a ti.
Un beso muy fuerte, muy grande y te deseo que tu micro se coloque muy alto este mes.
Gracias, guapetona.
Tierna historia preñada de melancolía, como el sonido de un viejo violín
Hola, Modes.
Sí que es melancólica, ya lo creo…
Sin heroicidades ni pamplinas, él se queda junto a su mujer esperando el final.
No como la otra, que dejó que el Di Caprio se ahogara cuando en el armario había sitio para los dos.
Quizá me rechina el «preciosa, princesa «, por la similitud fonética de ambas palabras, pero no me lo tengas en cuenta.
Ya sabes que ando medio zumbao…
Un besazo Towy
Hola, otra vez, Modes.
Jajaja, la otra dejó al pobre Leo congelándose en el mar mientras que ella se salvaba… No hay dereceho.
Sobre lo de «…preciosa, princesa», quizá tengas razón. Fíjate que tenía otra palabra en lugar de princesa, pero en el último momento la cambié pensando -erróneamente- que sonaría mejor así «pre» «pri». ¡Errores de principianta! Y de zumbao, nada de nada. Me alegra mucho que se haga este tipo de matices. ¡Gracias!
Por tanto, besazos al por mayor para ti.
¡Qué razón tenéis los dos con lo de la puerta del armario!! Lloré tanto después de esa escena, que siguió la peli y yo seguí llorando… y seguí… y seguí… y luego nos fuimos mi novio y yo a tomar algo y yo seguía llorando… y la gente nos miraba, a mi con pena y a él con encono ¡vete tú a a saber que pensaba la gente que me había hecho!! El caso es que el pobre lo pasó fatal. 🙂
Por cierto, en esa peli sale esta escena ¿qué no?
Abrazo.
Aurora, somos unos sentimentales, qué le vamos a hacer?
Un besazo, reinamora.
Una pareja que ni puede ni quiere vivir separada, a quien el mar va a unir de manera definitva y para siempre.
Todo elo contado con tanta elegancia que hace innecesaria más explicación.
Suerte y un abrazo
Hola, Ángel.
Gracias, me gusta mucho lo que dices. Un amor tan grande, no hay océano capaz de separlo.
Un fuerte y gran abrazo.
Suerte, también para ti.
Me reafirmo: estos son mis personajes. Los veo por todas partes.
Muy bueno.
Hola, M.CArmen.
Pues no sabes lo que me alegro, gracias, reguapa.
Un beso con abrazo.
Precioso, princesa Towanda. Llevo 30 años con mi pareja pero, aún así, ahora mismo me subía al Titanic para asegurarme de que me quedan otros 20 como los de tus protagonistas.
Un besazo.
Hola, Patricia.
Treinta años es toda una vida, yo también ando cerca, y pienso como tú.
Gracias, guapa.
Un besabrazo (lo que viene a ser un beso+ un abrazo) fortísimo.
Hola, Ana.
No refleja del todo, pero si tiene mucha carga de una situación de pérdida (mi padre) vivida recientemente.
No estoy muy alegre y eso se nota en todo. En la ropa que me pongo, en lo que escribo, en lo que leo.
¡Gracias, bonita!
Un beso muy fuerte.
Gracias, Ana.
Un abrazo y no te tengo que perdonar nada; lo agradezco.
Qué bonito, Towanda.
Qué bien narrado. Con esa sencillez que resulta de una adecuada elección de cada palabra.
Tanto amor nos hace olvidar el horror de aquella tragedia.
Un abrazo grande para ti.
Hola, Amparo.
El amor, creo yo, es bálsamo, medicina, motor y combustible para vivir, y -como tú apuntas- el medio para olvidar lo horrible que debió ser el hundimiento de este gran barco.
Gracias, bonita.
Besos grandes de vuelta.
Un amor indestructible. Romántico relato, como la película. Un besote, Towanda
Hola, Concha.
Un toque de romanticismo ante tanta desolación nunca viene mal. Además, estamos en otoño y esta estación me pone un poco así.
Gracias, guapa.
Besos.
Juan, así lo veo yo también. El amor -aunque suene cursi- es la clave de TODO.
Me alegro mucho de que seas afortunado en tu vida personal; seguro que algo tienes que ver en que la vida te sonría.
Muchas gracias por recordarme esa canción de The Beatles…
Muak.
Besos y abrazos.
Juan, a eso lo llaman sincronicidad.
Besos.
Preciosa historia de amor y melancolía. Muy bien ambientada y de escritura cuidada. Marca Towanda.
Suerte y abrazo.
Hola, Rafa.
Me alegro que te parezca una historia bonita.
Eres un sol.
Un besazo.
Puestos a llegar al final, que mejor sitio que el Titánic.
Preciosa historia Towanda.
Apuntas alto en el concurso.
Saludos.
Hola, Alfonso.
Puesto a llegar al final, ¿con quién mejor que con la persona que se ama?
Gracias por venir.
Un abrazo.
No creo poder decir nada nuevo. Un amor verdadero no lo rompe ni la muerte, y la imagen de los dos ancianos abrazados y serenos esperando el final juntos es conmovedora. Besos y suerte.
Hola, Ana.
Así lo creo yo también. Los sentimientos, cuando son verdaderos, son fuertes e inamovibles.
Gracias, bonita.
Un beso muy grande.
Has escrito una preciosa historia de amor, Towanda, me gustó muchísimo. Un abrazo, Sotirios.
Hola, Soti.
Gracias, me alegro que te gustara.
Un besazo.
Bonita historia en la que la experiencia nos lleva a lugares que no querríamos conocer. Lamento tu perdida y admiro tu trayectoria.
Un beso muy fuerte
Hola, Luiscar.
Gracias, por todas y cada una de tus palabras.
Un beso muy fuerte también para ti.
Hola Wanda cuanto me alegro de ver que vuelves a escribir de forma tan bonita como siempre. Hace mucho que no leo nada tuyo en tu blog, me imagino que otras cosas te tendrá ocupada.
En relación a este micro es precioso con ese toque tan personal tuyo que lo hace digno de leerlo una y otra vez. El amor que perdura como el de tus protagonistas es el que todos deseamos,aunque el final sea estar juntos en el fondo del mar.
Besos y espero leerte mas veces.
Hola, Puri.
Tengo el blog abandonado, ya lo sé. No veo el momento de reencontrarme con él. Por eso he preferido elegir la casa de Jams… que es un gran anfitrión para romper el hielo o la sequía que tengo desde hace unos meses. Ya le comento a Ana U. por ahí arriba el motivo y no he estado muy animada, pero poco a poco lo intento y vuelvo a emborronar papeles.
Gracias por tu comentario.
Un beso muy grande, guapetona.
Hola Wandy, siento mucho lo que te pasó, ya se que no hay consuelo,pero si te sirve de algo yo también perdí a los dos y a un hermano, y la vida me destrozó por completo, pero conseguí sacar fuerzas y ánimo, y seguir adelante.
Un beso grande y mucho ánimo.
Puf, lo siento mucho. Te admiro por ese ánimo que tienes siempre.
Gracias, Puri.
Towanda, una historia preciosa de amor en la vida y ante la muerte. Aun cuando las notas del violín enmudezcan, ese amor seguirá siendo música. Abrazos.
Hola, Salvador.
¡Qué bonito tu comentario! GRacias.
«El amor seguirá siendo música…» Me encanta.
Un besazo.
Ya te han dicho de todo, así que poco puedo añadir.
Este es de esos relatos con los que piensas ‘yo quiero que me salga algo así alguna vez. Me lo quedo’.
Me ha encantado. Enhorabuena.
Y Suerte.
Hola, Esperanza.
Vaya, muchas gracias, guapa.
Un besazo.
towanda, bonita y cinematográfica historia y final. La cuentas muy bien. Suerte y abrazos
Hola, Calamanda.
Gracias, guapa.
Suerte también para ti. Ya te diré algo cuando se te habiliten los comentarios.
Besazos.
La imagen que dibujas es estremecedora. Hace muy poco, en una lectura poética, he tenido la suerte de ver en directo cómo miraba a los ojos a su mujer uno de nuestros grandes de las letras (Caballero Bonald). Los he visto en tu relato. Por cierto me encantan los diálogos, nunca sé cómo meterlos, y eso que por aquí han dado hasta clases.
Un saludo y suerte Towanda.
Hola, REve.
Me encanta esa anécdota que traes en tu comentario de Caballero Bonald. ¡Gracias!
Un beso muy grande y suerte también para ti.
Una historia de amor que conmueve, sin duda ocurrieron casos como ese, sobre todo en personas mayores que lo tenían ya vivido y no les entró el pánico. Me ha gustado como introduces el 115 sin calzador, creíble. Suerte.
Hola, Ximens.
Las historias de amor, sobre todo en otoño, son conmovedoras.
Gracias, guapetón.
Un abrazo muy grande.
Romeo y Julieta a la marinera. Muy bien contada esta historia de amor tan dulce y salada al mismo tiempo.
Es cierto Edita eso de dulce y salada. No lo había visto.
Gracias.
Un abrazo.
¡Chiquilla! Qué bonito amor. Qué sensibilidad destilas, Towi. Siempre te digo que tienes magia, y en este micro lo vuelves a demostrar. Me alegra ver que te vas desprendiendo poquito a poco de las tiritas (las cicatrices siempre quedan), y espero que dentro de nada retomes el blog, que estoy con «mono» de tus bellísimas historias, Towi.
Un beso apretado, guapetona.
Hola, Izaskun.
Eres tan generosa… que te mando abrazos a tutiplén.
Poco a poco, bien dices, me desprendo de las tiritas (¡qué bonito!), lo intento, pero estas fechas que se aproximan no acompañan mucho, la verdad.
En fin, muchísimas gracias por tus cálidas palabras que me animan mucho.
Un beso, bonita, muy grande y muy apretao que te deje la cara roja.
Hola Towanda: miro a través de tus ojos la belleza de tu relato y, aunque el final me ha conmovido, me quedo con ese acto del hombre que acompaña a su mujer en el peor momento de sus vidas. Hay muchos finales difíciles para los que nadie nos prepara. Ojalá siempre tengamos al lado ese abrazo en el que poder consolarnos.
Un abrazo muy fuerte para ti.
Hola, Isabel.
Tu visión de la historia es muy acertada, la comparto contigo… Un amor puro que no lo va a romper ni tan siquiera el océano.
Gracísimas.
Un beso muy grande de vuelta para ti.
Preciosamente triste. Muy bien ambientada y narrada esta historia de amor firme que se mantiene hasta el final. Quizás hubo casos parecidos al que tan bien nos cuentas. Felicidades y suerte, Towanda.
Hola, Juana.
Seguro que hubo historias similares, ya lo creo, y más duras aún entre los pasajeros.
Por si acaso, nos quedamos en tierra.
Un abrazo muy grande y muchas gracias por tu comentario.
Hola guapa, un violín y un amor inmenso, en algo hemos coincididom pero es qu eme da la impresión de que ese camarote 115 es demasiado pequeño para tener tantas cosas como se nos ocurren. Me alegra un montonazo leerte en forma y tan bien. Suerte preciosa y un beso supermegagigantesco.
Hola, Eva.
Es cierto, cuando te leí escuché ese mismo violín… ¡Somos unas románticas!
Piano piano voy reincorporándome a esto que tanto nos gusta, pero aún estoy muy desentrenada. Así que me tengo que poner las pilas. También con el REC.
Otro supermegagigante beso al cuadrado para ti.
Pero que bonita historia de amor!!! Imagino a los dos ancianitos abrazados esperando el fin juntos, después de tantos años amándose siguen como el primer día. Que bien lo has contado, te llena de sentimientos y pensamientos tu relato.
Ese once de Mayo nacieron dos amantes para la eternidad.
Un beso «princesa»
Hola, M. Belén.
Un amor inmenso, cierto.
Ya me gustaría a mí un final de mis días como ese, abrazada a la persona que ha hecho conmigo el camino de la vida.
Gracias, guapa.
Un besabrazo.
Hola, Towanda. Llego ahora a tu cuento y me ha encantado tu historia y cómo nos la entregas. Aprovecho para mandarte un abrazo especial, por algunas cosas que he leído por ahí arriba.
Hola, Luis.
Acepto de muy buena gana ese abrazo especial que ando algo flojilla…
Otro muy grande para ti y gracias.
Preciosa historia, el amor más allá del final, juntos para siempre. Muy romántico.
Me encantó.
Un abrazo y suerte.
Hola, Moli.
Muy agradecida, como siempre, por tu amabilidad.
Un abrazobeso.
Un relato de amor muy bien contado.
Abrazos, chica.
Gracias, María.
Un abrazo fuertón.
Después de toda una vida juntos es lógico que no quieran otro final, y tu lo has contado con una sensibilidad y un talento inmejorables.
Un abrazo muy grande. Y suerte
Hola, Anna.
Gracias, rebonita.
Suerte ya la tenemos, cada día, por este grupo que nos ha preparado Jams, el infatigable.
Suerte te deseo también a ti.
Un besazo.