JUN62. EL NIDITO, de Susana Revuelta
El «estudio diáfano, céntrico» del anuncio resultó ser una antigua carbonera rehabilitada con una ventanita encima del fregadero; eso sí, orientada al sur. Para dividir espacios hice instalar un tabique hasta el techo, con espejos por ambos lados. Daba tal sensación de amplitud que decidí colgar otro detrás del cabecero. El viernes, para la inauguración, descorché unas botellas de sidra con los amigos. Cuando ya nos despedíamos, Diego insistió en que no podía conducir, que veía doble, y se quedó en casa. En mi cama. No me dejó dormir en todo el fin de semana. Insaciable, practicaba todo tipo de posturas, excitado con nuestras imágenes reflejadas. El lunes ni nos levantamos; el martes se acabaron las provisiones de la nevera; así que el miércoles, en el despacho…
Me ha gustado el partido que le has sacado a los espejos. Ya digo, los del gremio no van a dar abasto. Está muy bien llevado, muy fluido y tiene mucha gracia.También te podrías dediar a decoradora y eso, por imaginación no iba a ser.
Abrazos y suerte.
Esta historia está muy buena, lo único que no me ha gustado es que ha botado a Diego, después que se portó tan bien. ¡Suete!
Saludos.
Antonia, no sé a qué esperan los del gremio a sacar un catálogo de espejos abatibles. Habrá que esperar…
Un abrazo.
Hola, Beto. Pues yo no lo veo todo perdido para el abnegado Diego.
Un abrazo.
Me gustó el arranque de la historia, pero el final me deja un vacío multiplicado por los espejos. Besos y suerte
Yo el final lo veo optimista multiplicado por mil.
Un abrazo.
Susana, los espejos dan mucho juego… Y morbo. Me encanta ese Diego insaciable, seguro que la socia de Clara se lanza a por él…,ahora que está libre.
Un relato divertido, una original propuesta para los espejos.
Besos.
Inés Z.
Tienes razón, ya viene con referencias el chico, pero cuidado, que es terreno conquistado.
Un abrazo.
Los espejos pueden formar parte del juego sexual. Un enfoque original en esta historia. Una brazo
Pueden no, Claudia: son.
Un abrazo.
Este micro lleva tu sello: provocativo, pícaro y humorístico además de bien escrito.
A partir de ahora serán las «40 sombras de Diego»
Un beso amiga.
Lo de mi sello me hace gracia, Paloma, me lo miraré a ver. Gracias por lo de bien escrito, le pedí a jams una corrección donde el diálogo, y eso que lo revisé y revisé con la chuleta del uso del guión delante.
Un abrazo.
Cuantos Diegos esperan Claritas así!
Gracias maestra.
Y a la inversa.
Gracias, Ricardo. Y no me llames maestra, prefiero seguir aprendiendo.
Un abrazo.
Perfecta solución para dar luz y espacio a una carbonera y marcha al cuerpo. Lo malo es limpiarlos…Me ha gustado tu enfoque ‘libertino’. ¡Suerte!
Tengo una amiga que vive en una antigua carbonera en un edificio de más de cien años, no veas qué buhardilla (también se puede decir boardilla) más chuli quedó, con sus vigas originales. Me encantan estos huecos reciclados.
Un abrazo.
Te veo futuro como decoradora de «soluciones habitacionales». Después de leer este relato ¿quién no quiere instalarse un par de espejos en casa? Muy divertido y original. Un abrazo.
Jaja, Ana. Quiero que conste que no soy accionista ni nada de «Espejos Brothers y Cía». Este relato sí que lo tuve que recortar y suavizar. Como en el blog no he visto los dos rombos…
Un abrazo.
Hola, Susana.
Fíjate que a mí eso de tener tantos espejos en una habitación no me seduce tanto… Será que soy de las que se distraen con ná, jajaja.
Me ha gustado mucho tu relato por lo diferente.
Felicidades, guapa.
A mí para todo el rato tampoco, Towanda. Por eso decía más arriba que a ver si los inventan plegables.
Un abrazo.
Así la cosa cambia… a mejor.
Besos, y mucha suerte.
Tal como está la vivienda,digo la escasez de fondos para ella, lo plegable va a ser la casa. Y el espejo, con uno de bolso ya cubres un trozo de hogar 🙂
¿Con uno de bolso, Antonia? Qué apañada eres. Casas plegables, recortes, papiroflexia… Te pego el relato ganador de lo de las bibliotecas, que va de esto que dices.
PREPARATIVOS PARA UN DESCANSO IMPERIOSO
(Gustavo Eduardo Green)
Dobló su oreja derecha en cuatro partes. Acható su nariz empujándola con el dedo índice. Plisó su cabeza como un pañuelo. Hundió en su mano los dedos, uno por uno. Ocultó dentro del ombligo sus partes pudendas. Dobló su cintura. Redujo una de las piernas en sucesivos dobleces hasta
llegar al tronco. Comprimió los glúteos. Ágilmente se aferró con la mano a la manija del cajón y contrajo -como un fuelle- su otra pierna. Exhaló, vaciando los pulmones. De esta manera, finiquitada la operación, pudo descansar en el cajón de la mesita de luz de un apartamento sin cama.
Susana mira por donde este tema del mes nos va a dar alguna idea que otra, la mía era cambiar el espejo del baño, pero la tuya ha resultado mucho mas audaz.
Felicidades, un relato muy divertido.
Saludos.
Pues aprovecha ese espejo, Asun, no tires nada que todo tiene otro uso.
Un abrazo.
Me ha encantado tu relato. No tienen desperdicio ni Diego, ni Clarita, ¡ni los espejos!
Besos,
Belén
Yo ahora que lo releo le daría otro enfoque más definido, si tuviera tiempo.
Un abrazo.
Asi que la verdadera atracción por los espejos viene de ahí??? Buen relato. Suerte.
Hay relatos este mes con este tema muy buenos. El espejo es una excusa excelente para sacar temas y ficcionarlos.
Un abrazo.
Me ha encantado tu relato, una forma divertida de ver el tema del espejo. Aunque da pena que lo que sentía por Diego era un «espejismo».
Enhorabuena por tu premio. Saludos
No creas, Juana, era más bien que estaba agotada, ya se recuperará.
Un abrazo.
Susana, qué relato más entretenido y gracioso. En mi anterior matrimonio en la cabecera tenía todo el muro llenos de espejos. JA ,JA ,JA … por eso soy un experto de las posturas de camashutra. Un fuerte abrazo, Sotirios.
Pues te envidio, Soti, yo todo esto me lo he sacado de la manga, viva la imaginación.
Un abrazo.
Gracias, Anita. Yo también creo que Diego volverá y será bien recibido. Lo del sábado fue muy emocionante, todavía me parece un sueño.
Un abrazo.
Bonito relato Susana,
Demasiado espejo para mi gusto, pero con toque divertido.
Un saludo, Blanca
Quería amplificar el momento cumbre, Blanca, pero creo que luego me dispersé. Este relato era para dedicarle más de 200 palabras, y comprimiendo tuve que poner todo ese espejamen, que al final resulta más agobiante que erótico.
Un abrazo.
Malévola y perversamente acuden a mi calenturiento magín las imágenes que relatas en este «nidito» mezcladas con el comentario que has hecho a mi relato. Decías, que te decían, que los espejos enfrentados hacían crecer las coletas, pero que al final te las cortaban. ¡Uy… qué daño!
Besos.
Me cortaban las coletas de niña siempre antes del verano y me enfadé tanto con los motivos que me daban que decidí rebelarme para siempre. Pero eso no influyó en este relato, Jesús. Es que en el bus de vuelta de Madrid no me dejaban dormir con los ronquidos y me pasé todo el rato mirando las ventanas/musarañas y salió esto.
Un abrazo.
Hay muchos Diegos con quien seguir sacando partido a los espejos, je je
A mi me ha encantado este micro, es más, ¿te importaría dejarme tu estudio para este fin de semana?
Te deseo suerte.
Un abrazo
No, Rosy, tengo la agenda completa, pero ya te aviso si eso.
Un abrazo.
Susana, muy simpática y cinematográfica la descripción de esos días de extremo placer. Suerte y saludos.
Gracias, Calamanda. Voy a reubicar los espejos que la rutina es mala compañera.
Un abrazo.
Reubica, reubica Susana, no me extraña que le dieran la patada a Diego si el lunes ya no se levantó. Por muchos espejos que se pongan, cuando la cosa se refracta, se refleja la incidencia de la impotencia e impide la reflexión sobre lo que es una buena erección.
Un beso
Te ha quedado una rima monísima, pero te recuerdo que no se levantó ninguno de los dos. Lo has llevado a tu terreno, Epi.
Es lo que tiene ser así.
Pendona, huy perdona, llegaste a casa a las 03.53?. Qué fuerte, qué fuerte.
Y luego dicen que hay crisis.
Un beso.
Qué va, hijo, me levanto temprano para pensar en mis cosas y luego a misa diaria.
Un abrazo.
Que bueno Susana.
Pues mira, yo le veo futuro a la relación,si consiguen ir alternando los lugares de encuentro, je je.
Un besazo, suerte.
Es que Clarita no veía con claridad después de la bronca y el sueño acumulado, pero creo que ya ha reconsiderado el asunto.
Un abrazo.
Hola, Susana!
Me ha gustado tu relato, je, je… muy divertido!!!
Lo del betún de las ojeras, fenómeno!!! Así estoy yo hoy, je, je.. ayer San Juan, aichhhh!!!
Que tengas suerte!!!
Un abrazo
Marta
Si son ojeras de habérselo pasado bien, genial, Marta. Se quitan con una buena siesta.
Un abrazo.
Me gusta la historia que has contado, es simpática y está bien narrada. No llego al captar el final, ese «no poder ser». ¿Ha descubierto los múltiples reflejos que puede tener en el futuro? No sé. Fue una gozada estar contigo en la entrega del premio.
Susana, te he dejado un mensaje en facebook
Me gusta esa segunda lectura que haces del final del relato, no se me había ocurrido. Puede ser lo de múltiples, ¿por qué no? Aunque no abundan los Diegos abnegados, no creas.
He visto lo de facebook. gracias simens. Pero es que solo uso facebook para lo de despojos y otro grupo de patines. Si no te contesto por esa vía no te asustes, sigo viva.
Un abrazo.