54. TITANICFOBIA (Edita N.T.)
No volvió a subir a un barco; ni siquiera a una lancha de pedales. En realidad, nunca más fue capaz de acercarse al mar. Hasta se borró de la piscina municipal. Incluso está pensando en cambiar la bañera por una ducha. Todo por culpa de la última película que vio, la del famoso transatlántico que se iba a pique. No pisará otra sala de cine en su vida, aunque proyecten un filme rodado en el desierto almeriense; quién sabe, igual aparece un oasis con una charca. Además no puede borrar de la mente aquel camarote, casualmente con el mismo número que su casa. Y lo peor es que, desde que pintarrajeó el 115 de la fachada convirtiéndolo en 776, no le llegan las cartas del banco. ¡Con la ilusión que le hacían…!
Edita, me ha encantado tu relato con ese toque de humor.
Las fobias es lo que tienen, que te hacen cometer actos un poco estúpidos….
Un abrazo
¡Qué bien tu comentario! No estaba segura de que se pillara la intención. Muchas gracias.
Ole, Ole, y Ole!
Premio al mejor título del mes(aunque el de Míster Cejudo también mola)!
Si es que la peli del Cameron no era pa tanto…
Con una millonésima parte de ese presupuesto el amigo Ozores te hace diez obras maestras.
Ya lo estoy viendo, Pajares y Esteso corriendo en calzoncillos detrás de varias mozas desnudas por los pasillos del barco, mientras la Orquesta «Sensaciones» toca Paquito Chocolatero y todo hace glub, glub.
Vaya, que me mola tu toque humorístico entre tanto drama…
Y, si encima eres, porque bien sabes que lo eres, mi mejor amiga, pues…
Sí, sí, amiga… Eso seguro que se lo dices a todas. Además estuviste en el jurado (al final no te tenían tanta manía, ¿no?) y no me elegiste ni uno. Menos mal que el jurado de octubre tuvo mejor criterio. 🙂 🙂 🙂
Muchas gracias por tu comentario. Como siempre, genial.
Pero…pero…
Oh, cuanta felonía, voto a bríos!
Si yo traté de votarte sin cesar, pero recibí presiones de arriba que en vez de decirme «Puedes comer de cualquier árbol, menos del manzano este «, me gritaban «Puedes votar cualquier relato, menos los de Edita», y yo les decía con lágrimas en los ojos » Pero,…¿Porqué?…acaso no sabéis que Edita es mi mejor amiga?», y la voz celestial y mandona me gritaba «¡Pues por eso, que no eres objetivo!», y yo venga a llorar, y a pedir «¡Yo quiero votar a mi amiguita Edita!», y la voz venga a decirme «Joe, Modes, que dolor de cabeza me estás levantando», y…
Triste. Todo fue muy triste.
🙂 🙂 🙂 🙂 El que te crea que te compre.
Ay, Edita, qué risa. Hacía falta ya un relato como éste, que estamos muy trágicos este mes.
Besazos.
Muchas gracias. Me alegra que me digáis que os hace reír, ya que no pretendía otra cosa.
La verdad es que teniendo de fondo un naufragio es lógico que salgan historias trágicas. Tú has sabido darle la vuelta y nos has sorprendido con ese final con el que, aunque no quieras, sale la risa.
Felicidades.
Pues muchas gracias, no se me ocurre nada más qué decir.
Muy divertido. Me ha encantado el toque final. Un abrazo
Muchas gracias.
Si del miedo al avión tienen la culpa las catástrofes aéreas, del terror al agua sólo hay un culpable y sólo puede ser el famoso trasatlántico.
Simpático, jocoso y diferente.
Una abrazo y suerte
Me encantan eses adjetivos. Muchas gracias.
Muy bueno Edita, buenísimo. Ya era hora de leer algo divertido, que tanto naufragio me tenía ahogada.
Un saludo.
¡Cómo me gustan tus palabras! Muchas gracias.
Edita… Buenísimo tu relato. Ese 115..pintarrajeado que despista al cartero me ha encantado. Suerte.
Muchas, muchísimas gracias.
Simpatiquísimo.
Encantada. Muchas gracias.
Tiene mucha gracia cómo lo has planteado, y entre la risa hay un poso de razón. A veces en el cine vemos cosas que se nos graban tanto en la mente que nos afectan para toda la vida. A mí me dan un poco de mal rollo los pasillos de los hoteles desde que vi «El resplandor», y leí en algún sitio que después del estreno de «Psicosis» Hitchcock recibió una carta de un hombre indignado porque desde que su hija había visto la peli no quería ducharse (no sé si es verídico). Besos y suerte.
Muchas gracias por dedicarme tantas palabras.
Me ha hecho mucha gracia tu exposición del «terror» a los barcos.
Muy original su planteamiento.
Saludos.
Qué suerte que te parezca original. Muchas gracias,
Hola, Edita.
Un relato divertido, después de tantos y tantos tan tristes. Me has hecho sonreir, así que ¡enhorabuena!
Un besazo y mucha suerte.
Este mes mi relato, mi relatito más bien, hace de suavizante. Muchas gracias.
Edita, el título ya me predisponía a la sonrisa, y no ha defraudado, muy divertido. La ironía final, buenísima. También quiero darte la enhorabuena por la merecida mención. Abrazos.
Un millón de gracias por duplicado.
¡Qué bueno!me apunto a esa sensación jajaja… y lo de las cartas del banco…también las estoy yo echando de menos con tanta virtualidad en el aire.
Me ha encantado. Gracias por hacerme sonreír.
Gracias a ti por tu amabilidad.
Muy ocurrente y divertidísimo. No es fácil hacer humor partiendo de un tema tan trágico. ¡Enhorabuena, Edita! Saludos
Me gusta lo que dices. Muchas gracias.
Me parto. ¿Y lo de las cartas del banco? Gracias por este rato, Edita y felicidades por lo bien que lo has hecho.
Serían las únicas cartas que recibía, el pobre… Muchas gracias por tu simpático comentario.
¡ja ja já, y encima ya no le llegan las cartas del banco!
Un relato que estando fuera del Titanic, convierte su idea en una gran pesadilla.
Has creado un protagonista muy original, Edita.
Muchísimas gracias.
Genial edita !!! Todo el mundo tiene alguna fobia publica o en secreto ¡pero es que niña! tu prota tiene de todo. Me ha divertido, me ha gustado un montón y lo he vuelto a releer.
Un beso.
¡Qué cosas tan bonitas me dices! Muchas gracias.
A mí la película que más me afectó de modo hipocondríaco fue Destino Final, esa que se morían de repente por acción de la muerte siempre al acecho. Ay las fobias, absurdas, y cómo nos pueden marcar la vida y lo bien que lo has marcado de modo trágico-cómico. Suerte, Edita, anda si creo que ya van a editar uno de tus relatos. Enhorabuena.
Ay, que sabes más que yo o te equivocas. Prefiero la primera opción. 🙂 Muchas gracias.
Me dejas con la sonrisa en la boca, mira que hacer ilusión las cartas de los bancos!!
A mi también me arrancó unas lagrimitas Leonardo congelándose en el atlántico, y de hecho los cruceros no me seducen en absoluto, pero el mar ese me sigue gustando.
Besitos
Me alegra tu sonrisa. Muchas gracias.
¡Qué original y qué bien resuelto el final! Me parece magistral tu manera de enganchar al lector desde la primera palabra, y con un humor elegante y perfectamente encajado. Mil reverencias, maestra.
¡Qué me dices! No sabes lo que me gusta que te hayas pasado con los halagos. 🙂 Muchísimas gracias.
Muy divertido y muy bien escrito. el final es colosal.
Yo creo que escribir algo divertido en un mes como este, con un tema tan trágico, debería puntuar doble (¿tu qué opinas?)
Suerte y abrazos
🙂 Yo opino que me encantaría que tuvieras razón. Muchísimas gracias.