101. UNA NOCHE CUALQUIERA.
El cielo estrellado se extiende sobre las aguas calmadas como un velo de plata y el horizonte se pierde en la inmensidad del océano. Una noche cualquiera!!!.
Retrocedo en el tiempo y me deslizo en el interior del Titanic, miro con ojos asombrados, la grandeza, el lujo, el glamour y el esplendor de todo lo que me rodea. Historias escritas sobre papel sepia, rostros que me contemplan a cientos de años de distancia, imágenes que titilan ante mí como si tuvieran vida propia, sueños envueltos en papel de celofán en busca de un lugar lejano y una vida mejor. Una especie de euforia se agita en el aire aposentándose en cada recoveco del barco.
Y en el camarote 115 de Titanic, se urde una historia, un sueño escondido debajo de la almohada que intenta hacerse realidad pese a las adversidades, una bella historia de amor condenada a naufragar bajo las aguas.
Cierro la puerta con fuerza y me alejo apresuradamente de allí, la noche del 14 de abril está cayendo del calendario, un impresionante iceberg avanza lentamente para arrastrar un pedazo de nuestra historia.
Un tiempo lejano y una noche cualquiera!!!!.
Parece que le queda poco tiempo, que aproveche en ese camarote. Suerte
Muy poético, me gustó.
Ese viajero observador del tiempo y del espacio tiene la facultad de ir y venir cómo, dónde y cuando quiere. Y elige alejarse y no mirar en esa noche cualquiera.
Puede que ya haya sido testigo real de esa noche y no quiera volver a revivirla.
He disfrutado revoloteando de un lado a otro con tus palabras.