110. S.O.S. (Rafa Heredero)
Dejáis de bailar cuando cesa la música. Héctor te toma del brazo para llevarte a la mesa. Mareada por el champán que has bebido, sientes que el suelo se tambalea como si estuvieses en la cubierta de un barco, y agradeces la silla que con tanta amabilidad te ofrece. Héctor se sienta frente a ti. Del bolsillo de su chaqueta extrae un pequeño estuche, y, a través de la superficie ligeramente ondulada del mantel, lo empuja hacia ti con el dedo corazón extendido.
Y tú, que te creías invulnerable, después de las decenas de rosas que te ha enviado, de las ciento quince llamadas hechas al móvil para pedirte perdón e invitarte a bailar, ese gesto que no esperas, sobre todo después de vuestra última pelea, te acaba por desarmar.
Y te dices que Héctor puede querer controlar todo lo que haces, pero que no dejará de ser un romántico. Sacas del estuche un anillo de compromiso con un brillante duro como el hielo. Héctor, al tratar de ponértelo, golpea con él tu copa, y el champán inunda la mesa.
Y piensas que eso es un buen augurio, un presagio de lo feliz que te va a hacer ese hombre.
Sencillo y eficaz relato, Rafa.
Ese Héctor es todo un seductor, pero me temo que también encubre en su interior a un maltratador, todo apunta a que una vez que atrape a su presa no va a dejar de controlarla o algo peor. Lo malo es que ella no se percata del peligro, cegada por el anillo y el champán, como también está equivocada al creer que es un buen augurio esa pequeña inundación en la mesa. Realmente necesita que alguien la rescate, que lancen un S.O.S en su nombre.
Muy buen giro a partir del tema del mes, Rafa.
Te deseo suerte y te envío un saludo
Después del romanticismo del primer párrafo y empezando el segundo te das cuenta de lo acertadísimo del título.
Una vuelta estupenda al tema. Que por otro lado, pone los pelos de punta, vistas las noticias últimamente.
Mucha Suerte.
Esto de cómo va a terminar nadie lo sabe de ciencia cierta espero que no sea maltratador y no cumpla con el título. Me ha gustado el micro, Rafa, un abrazo, Sotirios.
Todo muy bonito, pero no sé por qué hay algo que me hace desconfiar, debe ser por el titulo , ese claro aviso de peligro.
Mucha suerte y un saludo.
Buena apuesta Rafa, parece una escena teatral comentada por un apuntador que refiere lo que acompaña el diálogo. Directo, sencillo y con un final que deja todo dicho sin poner una palabra más.
Eres un capo del micro máquina. Abrazos y suerte
Espero que no se hunda ese Titanic tan romántico.
Muy buena manera de narrar un futuro, a través de este presente.
Eres un maestro amigo.
Un abrazo y suerte.
Sos es lo que va a necesitar ella próximamente antes de hundirse en su particular Titanic.
Leer el relato increiblemente da miedo, pero cuando pones la guinda del S.O.S. sólo deseas acudir al socorro, ponerla un chaleco salvavidas, meterla en el bote y dejarle a él viéndola alejarse.
Rafa, muy buen relato.
Pobre chica, con el champán se le nubla las intenciones del chico, que mucho me temo no la va a hacer feliz.
Un abrazo
Muy bueno, Rafa. Si lo hubieras publicado el martes habría sido más redondo todavía, como un granito de arena más contra la lacra de la violencia contra las mujeres.
Un abrazo
El amor es un Titanic en el que viajamos todos, y cuando se hunde unos se salvaran y otros no. Nos has contado con gran visualización uno que hará aguas. Felicidades por escribir así.
El amor es ciego y esta mujer lo demuestra una vez más. Excelente relato, fiel reflejo de lo que se da en muchos casos. Enhorabuena, Rafa. Saludos
Rafa, queda para nuestra fantasia ese punto y final tan abierto que nos regalas. Suerte y saludos
Hola a todos, y gracias por comentar. Es un motivación especial leer comentarios como los vuestros. Esa es la verdadera suerte de participar en un sitio como este.
De verdad, muchas gracias y abrazos, Antonio, Ángel, Esperanza, Sotirios, Mª José, Manuel. Mª Carmen, Moli, Gloria, Isabel, Blanca, Patricia, Javier, Juana, Ana y Calamanda.
Rafa, la protagonista, al igual que el Titanic, no ve venir el peligro. Espero que el S.O.S. se produzca y sea una superviviente de su propia vida. Muy bueno. Abrazos.
Hola, Salvador. Casi no veo tu comentario. Muchas gracias por pasarte por aquí, y te digo como a los demás: es una motivación seguir adelante con palabras como las vuestras.
Un abrazo.