666341. POR SIEMPRE JAMÁS, de Jerónimo Hernández de Castro
Aún no ha sucedido, pero el trágico final está ya muy próximo. El joven toma el hacha y se acerca a la cama de su hermano. Una oscura fuerza lo guía desde su interior hasta su víctima, que ignora cómo la horrible muerte se aproxima con lentitud. El filo cortante se alza sobre la almohada y de pronto el inocente despierta y mira con una sonrisa los ojos de su asesino. Se escucha un grito horrible y un vómito de sangre empapa a los muchachos que se abrazan risueños, mientras un ser extraño se aleja entre aullidos, rayando el suelo con sus colmillos y sus garras, sucio de espumarajos y eternamente desgraciado porque su derrota siempre se repite, una y otra vez.
uauuuuuuuuuu que susto!