JUN25. ENTRE OTROS MÁRGENES, de Lladiu de la Mata
Puedo asegurar que mi espejo no es mágico, ni siquiera especial. No es capaz de decirme quién es el más bello del reino, ni tan sólo el de mi comunidad de vecinos. Permanece inerte cuando le consulto sobre mi pronosticable porvenir. Nunca me muestra furtivas imágenes fantasmagóricas a mi espalda que se desvanezcan al girarme. Jamás quiso entreabrir la puerta a mundos tentadores; impávido, me refleja uno que no me agrada para nada: lleno de áridos amaneceres entre legañas, ojeras e insurgentes cabellos. Me hace sentir el protagonista, que no quiero ser, de una intrascendente película en blanco y negro. Las señales horarias que suenan en radio me exigen celeridad, y, como siempre, me apresuro a sacarle brillo a mis cuernos, ajusto el aro en mi hocico y arrastro mis apáticos pasos de minotauro a un absurdo mundo de minotauros.
Excelente. Real como la vida misma, contado de manera muy humana, a pesar del «Asterión» surgido a última hora.
Lladiu, nunca había leído nada tuyo pero a partir de ahora te seguiré de cerca.
Un saludo
Excelente, Lladiu. Original relato de un retrato extraño y cotidiano al mismo tiempo. Muy buena la evolución de lo que cuentas y un sorprendente final. Un saludo.
Felicidades Lladiu, transitas de la más absoluta cotidianidad de pies en el suelo al mundo fantástico (para los no minotauros) con extrema sencillez. Felicidades.
Un saludo.