66637. UNA HISTORIA VULGAR, de Nieves Martínez
Árzur ya apuntaba maneras. Desde aquella mañana de domingo en la que el párroco dejó caer el crucifijo que se estampó a la vista de unos atemorizados feligreses, su vida no volvería a ser la misma. Tras sentir un leve cosquilleo en su piel erizada, sus ojos se rindieron fascinados ante lo que había sido la evidente obra del Maligno. El cura dijo que tentaba a las noches, estando uno en la cama, y decidió esperar a aquella sombra que provenía de alguna parte del pasillo. Pero él no iría a combatirlo con luces ni peluches y escondió la ballesta. Cuando la madre encendió la luz, el cuarto se tiñó de rojo y el termómetro saltó por los aires. Descanse en paz.
La fantasia y los niños van de la mano. Buen final. Suerte y saludos
Muy buena historia, quizás le sobraría el descanse en paz. Suerte.
¡Felicidades, Nieves! Al ver al crucifijo que se estampa al principio, creí que sería algo de humor… Pero es una terrible historia, pobre madre…
Besos