56. ETOBER LAROPMET
Tras las campanadas, todos comenzamos a marchar hacia atrás. Lo hacíamos muy rápido, como en esas películas VHS que uno rebobina a su antojo. Al instante me vi recorriendo diciembre, noviembre, octubre… En todo momento era consciente de lo que sucedía, pero no podía hacer nada para detenerlo. En esa especie de “yo” sin “mí”, pude analizar el año vivido: la paliza a mi hijo adolescente por fumar en el baño, el revolcón con mi compañera de inglés, la mirada de superioridad al vagabundo, el gimoteo de mi mujer por menospreciarla, las excusas para no visitar a mi suplicantes padres… Hasta que todo se detuvo, de golpe, como había empezado, y me descubrí masticando uvas, rodeado de mi familia y amigos, que me deseaban un feliz año 2014.
Bien traído ese flash-back, curioso lo que uno recuerda en su balance personal. Me ha gustado. El título, mas que flash back, tiene una escritura en espejo muy insinuante, jajaja.
¡Suerte y enhorabuena!
Cari (mi novia me mata como se entere que llamo «cari a otra chica 🙂 ), mil gracias por tu comentario, hace nada que el relato debe estar operativo. Me alegro que te haya gustado, de verdad.
De nuevo, gracias y un beso!
Javier me encanta el enfoque que le has dado a tu relato. Es como ese túnel que dicen que vemos al final del camino. Tu protagonista vuelve a revivir los momentos en los que no se ha comportado correctamente, es una segunda oportunidad para obrar de una manera correcta (o No, quizás no lo desee)y brindar por ello.
Un abrazo.
Mª Belén, me encanta que comentes. Creo que una segunda oportunidad no garantiza hacer las cosas bien, sino repetir lo que hiciste, porque tú no dejas de ser tú (supongo).
Besos!
lanigiro yum
M Carmen, para original tu entrada. Gracias por comentar y disculpas por no responderte en tu idioma 🙂 Besos
Y ahí seguimos que parece que no pasa nunca nada, pero pasa y ya lo creo que pasa. Abrazos y suerte con la propuesta Javier
Manuel, pasa y pasa y cuanto menos lo pensamos, más pasa. Agradecido de tus palabras. Un abrazo.
Buena ya sabes que soy fan de tus relatos así qué puedo decir si encima una de las técnicas que más me gustan son las de rewind, aunque este no sea uno al uso se parece bastante a ello. Me parece buenísimo y, si por mí fuera, seguramente lo incluiría como uno de los ganadores, bueno al igual que otros anteriores que te leí. Felices fiestas que ya las tenemos ahí, pero más sinceras que las de tu protagonista.
Lorenzo, es un orgullo que un escritor como tú me diga esas palabras. Siempre eres atento y así da gusto.
No un rewind al uso, es cierto, y me encanta esta técnica, pero no hay que abusar de ella porque al final pierde efectividad (yo la usaría todos los meses…).
Respecto a lo de estar entre los ganadores, lo veo improbable jajaja. Aún no ha sucedido en 2 años que llevo por aquí y no es un relato especialmente diferente del resto. Pero no pasa nada, aquí venimos a aprender y eso se cumple de sobra.
Te deseo felices fiestas. Un abrazo.
Una forma diferente de plantear ese recuento del año que incluso sin quererlo, y me gusto porque creo que ese es el caso de tu protagonista, nos viene a nuestras incontrolables mentes al final de cada año. Me hubiera gustado (por pedir…) que en lugar de masticar uvas se atragantara con ellas, para al menos ver un atisbo de mala conciencia, pero también es verdad que el relato habría quedado menos abierto
Reyes, muchas gracias por comentar. Me alegro que te guste, de verdad. Y sí, el final abierto es una de mis intenciones; otra hubiera sido la tuya, qué duda cabe…
Besos y gracias.
¿Quién pudiese rebobinar?
Este año me acordaré de tu relato. Pero como no podré dar marcha atrás para corregir todos los errores cometidos en los últimos 365 días, al menos haré un esfuerzo por no volver a cometerlos.
Me encantó. Suerte
Ton, mil gracias por tus palabras. Tu táctica es la mejor para no tener que arrepentirnos por no poder rebobinar… a esforzarse en esa dirección. Me alegro que te haya gustado el relato. Un abrazo!
Javier, cuentas las idas i venidas de los recuerdos y nos vemos reflejados, con los nuestros, durante ese tiempo que parece relantizarlo todo. Suerte y felices fiestas
Calamanda, mil gracias por comentar. El tiempo es una constante ida y venida y como tal lo dices. Te deseo felices fiestas.
No es mala idea tu rebobine, no nos damos cuenta de las que organizamos en su momento y, si pudiéramos poner la marcha atrás y delante a nuestro antojo, corregiríamos muuuchas actitudes.
No estaría nada mal.
Besos
Isabel, siempre estaría bien poder corregir los fallos, lo malo es que entonces ya no serían y claro, todo parece complicarse… Muchas gracias por comentar. Un beso.
Has dado en el clavo. Sería un gran invento ese botón de rebobinar. Aunque mucho me temo que el problema es que mucha gente volvería a actuar igual. Me quedo con esa idea tan bonita que traen consigo las segundas oportunidades. Mucha suerte 🙂
Juan Antonio, por un lado me atrae la idea de las segundas oportunidades pero por otro no… el tema es lo que dices: ¿y si volvemos a actuar igual? Un abrazo, gracias por comentar y felices fiestas.