81. DESPERTAR (Yolanda Nava)
Soy dos mitades. Una se despereza y tira de la otra que sólo quiere dormir. Y lentamente la boca vuelve a ser boca, pese al sabor metálico. Los dedos de las manos y los pies se llenan de hormigueos. Los ojos quieren avistar el entorno, ubicarse; tanto tira mi mitad vital de ellos que se abren y chocan con el techo, aún pesados consiguen deslizarse hasta la pared que luce un adorno propio de la fecha, en rojo y oro.
Le llega el turno a los oídos. Traen ecos de risas y sones navideños, pero de pronto acercan, dolorosos y nítidos, los sonidos de las campanadas: una, dos, tres… llegan al cerebro, que alarmado por el familiar sonido, bucea entre las brumas de la memoria hasta hallar el recuerdo. Ordena entonces a las manos acariciar el prominente vientre. Cuatro, cinco, las manos se desploman llenas de vacío; seis, siete… La mitad que quería seguir dormida tira de la otra que ha bajado la guardia y la arrastra con ella a un lugar más seguro. Sin ruidos.
Me ha gustado esa forma de lucha entre el cuerpo y la menta.
Yolanda, distinto y original punto de vista sobre diversas sensaciones. Suerte y felices fiestas
La lucha es solo mental he intentado describir un despertar de un coma, el momento en que se inició el desencadenante del mismo (también sonaban las campanadas), pero quizá está un tanto líado.
Gracias por comentar.
Dicen que no hay peor lucha que la que se entabla contra uno mismo. Pasar del mundo inconsciente al real o quedarse en el primero no es una elección fácil, y menos aún si el despertar viene precedido de ese limbo que en medicina llaman coma.
Te deseo suerte, unas felices fiestas y un nuevo año en el que, tomando un fragmento de tu texto, no falten felices hormigueos.
Un abrazo, Yolanda
Sí Ana, como siempre me pasa tenía otro y creo que he elegido el peor.
Traté de esbozar un coma que empezó con unas campanadas y acaba con ellas. Efectivamente había un embarazo que se perdió en el momento de iniciarse, de ahí el difuso recuerdo de la protagonista.
Gracias por tomarte tanto interés en entender, lo que a todas luces esta muy liado.
Felices fiestas amiga y un abrazo.
Un lento despertar que entendí tras tu explicación, debo andar con mi espeso particular en el cerebro, me daba sensaciones de una mente perturbada un pelín esquizo que fantasea y se mantiene en la ensoñación de algún estado pelín enajenado.
Me gustó en cualquier caso Yolanda.Abrazos y suerte
A pesar del coma estuvo presente en las campañadas. Quizás le dio tiempo a pedir su deseo para el próximo año.
Ahora que duerma un tiempo y se cure todas las heridas.
Felices Fiestas.
Besos con el corazón apenado.
Es un relato muy arriesgado. La idea que llevas es muy buena y la manera de explicarlo también está muy bien. Estos relatos a caballo entre dos estados o en tránsito de uno a otro son un reto. Creo que tú lo has salvado con nota. Mucha suerte 🙂
El aspecto del despertar se entiende bien, la lucha entre la mitad vital y la mitad que quiere seguir durmiendo está muy bien conseguida. Sin embargo, leo en los comentarios que se trata del despertar de un coma y eso me había pasado desapercibido. Probablemente hubiera hecho falta más de doscientas palabras para incluir alguna pista al respecto.
Aún así, reitero que la descripción del despertar y la lucha por despejar los sentidos me parece muy buena.
Suerte y Feliz 2015