87. El asesino del año.
Era el último día, así que reagrupó todo lo malo que había sucedido en el año, lo metió en un saco y con un palo la emprendió a golpes, doce dio, al ritmo de las campanadas del nuevo año, uno tras otro, hasta que sintió que nada dentro de ese saco se revolvía.
Arrastrando el saco por el pasillo, salió al descansillo, miró para asegurarse de no coincidir con nadie, todos celebraban en ese momento.
Bajó hasta el portal y una vez allí, hizo lo mismo, miró alrededor y salió lo más veloz posible hacia el coche, abrió el maletero y con mucho esfuerzo metió el saco dentro.
Circuló sin rumbo fijo, hasta que a penas sin darse cuenta, apareció ante él un páramo yermo y solitario.
Paró el motor y tras asegurarse de que por allí no había nadie, bajó del coche, sacó el pico y la pala del maletero y cavó un agujero negro y profundo como su corazón, allí depositó el saco y lo enterró.
Una vez alisada la superficie, respiró hondo sabiendo que esta vez, había ganado, exactamente dentro de 365 días, tendría que cometer otro asesinato a no ser que el año le matara antes a él.
Si una pudiera meter en un saco, la envidia, la mentira, la traición…
buen relato, amigo.
Gracias M Carmen, esas cosas hay que meterlas siempre en un saco, aunque a veces se quieran escabullir, hay que enfrentarlas y acabar con ellas. Que el año próximo ilumine nuestros caminos. Un beso!
Quise poner «amiga» pero se me escapó la «o» de admiración.La h, como es muda, no cuenta.
CARMEN, bonita forma de deshacerse del lastre. Suerte y felices fiesta.
Gracias Calamanda, con todo lo que tenemos que corretear por esta vida, es mejor deshacernos de ello cuanto antes. Mis mejores deseos de paz y libertad para el próximo año!. Un beso.
Buen relato Carmen, suerte y abrazos te persigo en tu blog desde ya.
Gracias Manuel, suerte la mía de que me quieras perseguir a través de mis historietas locas y llenas de tontunas. Mis deseos de que el próximo año y los demás vengan cargados de buenos augurios que se hagan realidad. Un beso.
Un justiciero silencioso que tiene una gran labor cada año.
Buen trabajo ambos, la idea y la creadora.
Felices Fiestas.
Besos.
Gracias Isabel, me alegro de que te haya gustado la idea. La justicia y la libertad siempre tienen alas. Que el próximo año ilumine un poco más nuestros caminos. Un beso.
Muchas gracias Juan!, me alegro que te haya gustado. Espero con ilusión que para el próximo año lo que demos todos, sea a luz, que alumbremos con buena intención y buenos sentimientos para no tener que matar a nadie. Un beso!
Una fábula ocurrente y bien tirada. Al año muerto, año puesto… XD lo que no sabía es que había un sicario que se los iba cargando. Me ha gustado mucho la idea y creo que has logrando un estupendo clima para explicarlo. Mucha suerte 🙂