MAY177. ALIVIO PARA LA PRINCESA, de Óscar Quijada Reyes
En su aposento, la princesa llora inconsolable; de pronto, una mensajera toca a la puerta y dice:
–Alteza, el rey la recibirá.
Con el protocolo acostumbrado frente al trono, escucha al rey.
Con el protocolo acostumbrado frente al trono, escucha al rey.
–Querida, ya están listos los preparativos para tu cita con el príncipe de Francia. Si esto resulta, ambas naciones nos beneficiaremos.
–Pero padre, yo no lo amo, ni siquiera lo conozco.
–¡Lo sé!, amas y conoces a ese simple campesino que acabará con el honor de toda la familia ¡Ni siquiera sabe comportarse, te deshonrará, te avergonzará! –gritó su majestad extremadamente molesto.
–Padre, no es cómo crees, al contrario, es un escritor que no huye de sus responsabilidades, valiente, tenaz y luchador.
–Está bien hija, tu convicción cambió mi parecer, cancelaré el compromiso y pronto haremos los arreglos para conocer a ese chico.
Luego de los actos formales, la princesa regresa satisfecha a su morada, llena de felicidad y aliento. Entretanto, el rey hace que lo dejen solo con uno de sus hombres de confianza.
–Sabes quién es el hombre al que se refiere mi hija.
–Sí, ha sido visto con la princesa.
–Ve por él, y cuando lo encuentres, ¡mátalo!
Si sr, un cuento cuento. Genial la escena final se siente el escalofrío de las estancias de palacio cuando dice: «Mátalo».
Suerte
Gracias por leer el relato y fijarse en los detalles, es algo digno de agradecer.
Un cordial saludo.