17. CABEZABUQUE (Charlie Hebdo)
Rocco Maturana, cabezabuque, llevaba en la cara las huellas de su carácter resentido y pendenciero. Tenía poco sentido del humor. Más bien ninguno. Por eso se tomó tan a mal la caricatura que le dediqué en la revista del Día de la Patrona. En ella le representaba con un ancla colgada de su nariz proa, ojo de buey, el timón en una protrusión de la nuca y una chimenea echando humo incrustada en el parietal izquierdo, sobre un desproporcionado cuerpo menudo luciendo un picardías rojo. Me la juró, ¡vaya si me la juró!
—Fuera nos veremos —bramó desde la puerta con voz rebozada en veneno sin destilar.
Solo esperar la salida habría llenado de desasosiego a cualquiera, pero no a mí. Desde la distancia y a la vista de todo el grupo, le dediqué una sonrisa de desprecio inmisericorde que recibió, entendió y le alcanzó el lugar más recóndito de sus susceptibles meninges. Ahí fue cuando me gané, para siempre, la admiración y el respeto de todos.
Aunque más bien timorato e inseguro, siempre fui frío y calculador. Su principio de Alzheimer y los veinte años de condena que aún me quedaban, me dieron la confianza que necesitaba.
Que ritmo tan bien llevado hasta que descubrimos en donde se encuentran el dibujante y Rocco Maturana (un nombre muy bien elegido). Pensé que el cuento iba a tratar sobre la libertad de expresión, tan necesaria en estos terribles días, pero no contaba con la opción del «olvido obligado» del caricaturizado. Muy simpático y muy bien escrito, amigo.
Gracias compañera chouchou. Encantado de que te haya gustado.
Abrazo.
Aprovechaste bien la circunstancia del presente y le diste un buen giro al final.
Suerte!
No, no hubo oportunismo, lo tenía escrito antes de los tristes sucesos. Solo le puse la firma de Charlie como homenaje a las víctimas.
Gracias Macarena. Besos.
Reivindicativo lo hace el momento actual, no era mi intención cuando lo escribí, a finales de diciembre.
Gracias por comentar Ana.
Un abrazo.
Me ha encantado. Por simpático y bien escrito.
Genial que te haya gustado Edita.
Un beso.
Rafa, no sólo escribes de manera magistral, sino que además eres capaz de adelantarte de forma premonitoria a los acontecimientos que conmueven el mundo, sin pretenderlo, además.
Una lectura para disfrutar, con un final de lo más simpático.
Un abrazo y suerte
Coincidencia en las claves de la dura realidad actual y en las de la ficción del relato, y casualidad en lo de escribir magistralmente. A veces la ordenación de las palabras da esa impresión. jajajaja.
Gracias campeón.
Un abrazo.
Rafa, perdona si te pareció que te trataba de oportunista, no fue la intención. La realidad muchas veces supera a la ficción y nos da insumos, solamente pensé que te habías valido de ella.
Me gustó leerte.
Nada que perdonar, Macarena. Fui yo quien, consciente de la coincidencia entre la esencia de los hechos y de la ficción, quise remarcar la absoluta casualidad. Ojalá tuviera tal agudeza para escribir relatos con una intencionalidad metafórica.
Besos.
Rafa, en tu cuento los giros y ritmos estan muy conseguidos. Y el tema que trata tambien. Suerte y saludos
Gracias Calamanda. No sabría explicar eso de lo ritmos que destacais algunos. Sale así y ya está. Supongo que otras veces no sale.
Abrazos.
Hola, Rafa.
Menudo giro final, más que un giro ha sido un volantazo genial.
No me podía imaginar ese cambio que nada tenía que ver con lo que yo pensaba del micro. ¿Qué decirte? Que me encantan que me sorprendan en los cuentos (no tanto en la vida real) y tú lo has hecho, así que para mí: perfecto.
Un besazo.
Pues genial que te sorprenda y que te agrade, Towi. Gracias por tus comentarios, siempre alentadores.
Besos.
Me ha gustado tanto tu relato que no puedo más que saludarte con respeto y admiración .
¿Respeto y admiración? Es tanto y tan inusual que solo puedo devolverte gratitud.
Besos Maria José, me has alegrado el día.
Rafa. Creo que el relato está muy bien dibujado. Una vez más nos ofreces un texto lleno de matices y accesible desde múltiples ángulos. Admiro tu capacidad de escribir tanto en breve cuando la historia lo requiere como en más largo. Mucha suerte 🙂
Admirado admirador, nada que ver con el relatazo que nos has regalado en esta convocatoria. Has estado muy cuco.
Abrazo a cuenta de los de Santander.
Rafa, nos has sumergido en la libertad de expresión, el derecho al honor y la privación de libertad, para escribir un relato muy original y divertido, y se me ocurre que igual Cabezabuque, consciente de su enfermedad, pueda pensar en delinquir para volver a la cárcel y ajustar cuentas antes de naufragar definitivamente, jajaja. Abrazos y mucha suerte.
Lo más seguro es que, después de delinquir, no se acuerde por qué lo hizo. Jajajaja. Me alegra que te haya divertido.
Un abrazo Salvador.
La información es fuente de poder, y en este caso tu protagonista la tenía. Tú también, y nos la has dosificado muy sabiamente, guardando la clave para la última frase. Besos y suerte.
Sí, el prota parece que supo administrar con provecho la información de que disponía. Yo solo os cuento la historia en el mismo orden en que me la contó.
Besos Ana.
La historia es estupenda. Y lo relatas perfecto. No se le puede colocar ni un «pero».
Hasta el momento lo tengo señalado entre mis favoritos.
Enhorabuena,
Ton.
¡Qué bueno que te haya gustado tanto, Ton!
Gracias.
Rafa, tus relatos siempre sorprenden. Es difícil que el jurado no lo tome en cuenta. Me gusta la historia que has creado y la manera, no forzada, como utilizas el verso escogido para contarla. Muy bueno.
Saludos.
Que el jurado te oiga, Beto. Justamente sobre el verso elegido construí la historia; imaginé en qué contexto podía pronunciarse una frase así y fue surgiendo el relato. No siempre ocurre, depende de que las musas no estén de vacaciones, como canta Serrat.
Gracias por tus comentarios, Beto.
Un abrazo.
Un excelente relato, Rafa. Con un ritmo y un encaje dignos de admiración. Me encanta cómo has descrito a los personajes. Un gusto leerte y mi enhorabuena.
Gracias, Belén. Un placer que te haya gustado.
Besos.
Al final un valiente personaje incluso a su pesar, me gusta tu texto Rafael, como casi siempre, es cuestión de un estilo que vas definiendo y a mí me engancha, realista, con dosis de humor, inteligentes líneas y descripciones seguras y creíbles, en fin que me gustan tus cositas (jeje)
Abrazos y suerte
Me siento como cuando el profe me hacía levantarme para destacar lo bien que había hecho el problema (pocas veces, también hay que decirlo). Y es que viniendo de un maestro en las letras…
Gracias Manuel, un abrazo.
¡Qué bueno! Con lo difícil que es cerrar airoso un micro.Felicidades, Rafa.
Es difícil cerrarlo, abrirlo, rellenarlo y titularlo. Si algo te ha parecido bien, ya es mucho.
Gracias María.
Es un relato en el que no llego a captar su fuerza. Después de mucho interpreto que un tipo que está preso se despide de uno que le acaban de dejan en libertad, burlándose de él. Ah. No sé.
Sí, más o menos. Si no tiene fuerza pues está débil, qué le vamos a hacer.
Abrazo, Ximens.
¡Ja,ja,ja¡ con el Alzheimer y los veinte años que le queda Cabezabuque si sigue viviendo no recordara ni su nombre. Muy ingenioso con un nivel literario asombrosamente alto. Un fuerte abrazo, Sotirios.
El narrador calculó bien sus riesgos y se marcó una fanfarronada.
Un abrazo, Soti.
Creo que ya te lo dije, Rafa, pero aún a riesgo de repetirme lo volveré a hacer. Es un gustazo leerte. Tienes un estilo propio, un humor agradable y chispeante…Estupenda apuesta. ¡Suerte!
Besazos.
¡Ah! el estilo propio, que aún no sabemos si tributa o no a Hacienda. Pues seguiremos cultivándolo porque, además, me divierte.
Gracias, Izaskun.
Besotes.
Ay, amigo, ¿por qué andas cambiándote de nombre pues? Me volví loca buscándote y ahora que te encuentro, me dejas, como siempre, de una pieza!
No sé qué decirte. Realmente eres genial. Qué manera de dibujar una realidad sórdida como pocas. Hubiera preferido que me hicieras reír. Ni modo. El mundo no está para risas y menos cuando publicaste el relato. Un abrazo lleno de mi admiración constante. Qué bueno eres, amigo!
María, tú siempre tan generosa en tus comentarios. La casualidad hizo que coincidiera el trasfondo de mi relato, esa intolerancia hacia la creatividad de otros, con la barbarie de París.
Un abrazo fuerte.