MAY133. "PRINCESS OF THE SEAS", de Rafa Heredero García
El «Princess of the Seas», navío mercante reconvertido en barco negrero, esperaba que un viento favorable le permitiese partir desde la ignota costa africana donde había recalado en su primer viaje. Hacinados en su bodega, más de un centenar de negros entonaban con monótona cadencia lo que parecía un canto fúnebre, pero que en realidad era una plegaria elevada a sus antepasados para solicitar ayuda contra los demonios blancos.
La tripulación, ajena a esta súplica, estaba más preocupada por sus propias supersticiones. Entre el botín capturado había doce mujeres y tres niñas. “¿Y si son vírgenes?”, murmuraban inquietos los marineros, “nunca deberían haber embarcado”. Para zanjar el dilema, el capitán, expeditivo, autorizó a que sus hombres se encargasen de conjurar esa posibilidad.
Pero quizá fue demasiado tarde. O tal vez los dioses de sus prisioneros resultaron ser más poderosos. Tras haber acallado sus miedos, y con el exceso de confianza que propicia vaciar varias botellas de ron, no pudieron evitar su fuga ni tampoco que a ellos, tal como estaban, ebrios, dormidos o inconscientes, se los llevasen tierra adentro para poder consumar una lenta venganza.
Solo quedó allí el navío, varado, como una interrogación, como una señal, como una advertencia…
Impecable, Rafa. Tu relato me ha gustado tanto que lo he completado con los matices y la riqueza que encontré en los dos libros de un escritor africano que, si no conoces, te recomiendo. Se llama Ben Okri y sus libros, escritos desde la mentalidad africana, nos ofrece el reverso de tu relato. Ya verás. De todos modos, enhorabuena por tu historia. Un abrazo.
Gracias por tu comentario, Rosa, y muchiísimas gracias por tu sugerencia de lectura. No conozco a Ben Okri, pero me encanta descubrir nuevos libros, nuevos autores que pasan desapercibidos entre la maraña de obras que se ofrecen cada día y a los que la publicidad, los editores o quien sea no les hace mucho caso. Me apunté los libros que se recomendaron en el LIO del mes pasado y también las sugerencias que se van señalando en los comentarios, si las veo. A Ben Okri lo tendré en cuenta con especial atención y si no lo encuentro por ahí, haré otra desiderata más a la biblioteca pública. Les estoy haciendo un buen fondo. Ahora me enteraré un poco más de él a través de la magia de Google.
Un fuerte abrazo.
Rafa, el cazador cazado; está bien esa moraleja, la trama, las imágenes y su ritmo. Suerte y saludos
Gracias por pasarte de nuevo por aquí y por tus amables comentarios, Calamanda.
Mucha suerte también para ti y un fuerte abrazo.
Rafa, siempre me enganchan tus historias… es curioso cuando pensé en el tema de este mes lo primero que pensé fue en escribir sobre el galeón Princesa, pero no se me ocurrió una buena historia, asi que le deseché, me alegra ver que a alguien se le ha ocurrido usar un barco. Además la vuelta de tortilla en la trama me gusta, demonios blancos y tanto que lo fueron. No sé si conoces que el mayor centro de esclavos estuvo en Dakar-Senegal- donde hay una isla en la bahía que construyeron una fortaleza para amontonar a los esclavos antes de embarcarlos, en un sitio escalofriante. Tras una princesa muy distinta a la de este mes, me ha gustado, si señor.
Hola, Mel. Gracias por tus palabras y por no haber seguido con tu historia del barco, por dos motivos: ¿qué hubiera escrito yo si no?, y por la historia tan emotiva que nos regalaste este mes. Que no, es broma (lo de la historia del barco): mira a ver si te la preparas para septiembre, con el tema de la Odisea y volver, que puede ser un buen punto de partida. Seguro que te sale fenomenal.
Y respecto a lo que cuentas, no, no sabía lo del centro de esclavos de Senegal, aunque estuve leyendo algunas cosas sobre la trata de negros para ver cómo podía enfocar la historia y centrarla en 200 palabras (en principo «mis esclavos» casi llegaban a su destino y todo), y de lo que más me llamó la atención fue el hecho de que algunos negros se suicidaban durante el viaje porque creían que iban a ser comidos cuando los desembarcasen, entre otros muchos horrores.
Un fuerte abrazo, y gracias.
Hola de nuevo, es curioso pero aunque tengo atracción por el mar y los barcos nunca he escrito nada marinero, está en tareas pendientes como tantas cosas… pero me lo pensaré. Eso me recuerda que me quedé con las ganas de preguntarte el mes pasado si tu historia estaba basada en algo real, ya me dirás.
Los pobres esclavos pensaban que la travesía era el viaje al infierno y teniendo en cuenta que habían perdido a sus familias etc el suicidio no era tan horrible.
Más abrazos
Bueno, Mel, si te decides a escribirlo estaremos encantados de leerlo. Y en cuanto a lo que me preguntas sobre el relato del mes pasado (La travesía) te diré que no está basado en ninguna historia real, al menos que conozca. Sí que quise utilizar el marco cronológico adecuado y crear un cierto misterio que le diera aire de leyenda mítica, y no sé por qué, cuando leo alguna historia en la que se ocultan datos o no son muy explícitos, me parece más real. Por eso utilicé el recurso de no centrarme en un año concreto ni de identificar el lugar de procedencia del abad o del supuesto monasterio.
Abrazos de vuelta.
Rafa, pocas cosas se puede decir qué precioso relato. Me ha gustado la manera que lo has narrado. Enhorabuena, Sotirios.
Muchísimas gracias por tu comentario, Sotirios. No te lo había comentado, pero me encanta que sigas con nosotros, que nos regales tus historias, que nos hagas reír y que mantengas tu personalidad inalterable; y no soy solo yo quien lo piensa: tienes la prueba mes a mes en el apartado «Lo más leído esta semana». Me encanta como has dicho no sé donde que dentro algunos años pueda decir «yo participé con Sotirios en ENTC». Te haces querer, de verdad, y admiro tu capacidad de poder escribir relatos en una lengua que no es la tuya. ENTC no sería lo mismo sin ti. Si tengo oportunidad, algún día (si no se me adelante alguien, que seguro que ya hay quien lo está pensando) escribiré un relato con un personaje que se llame Sotirios I… ¡si hasta tienes nombre de rey!… ¡Ah, y como el resto, estoy deseando ver tu ilustración del próximo mes!
Un fuerte abrazo.
No lo dudes Rafa, la de nuestro querido Sotirios (como estará ahora de ancho por lo de rey), je je , será la mejor ilustración no de ENTC, si no del universo universal. Es un exagerado fanfarrón que se ríe con nosotros de él mismo y de todo lo que puede, y en esa exageración y sinceridad está su encanto.
Felicidades por tu historia y tu trabajo de documentación, siempre dejando alto el listón, pero jamás mas que Soti,. Abrazos a ambos.
Gracias, Antonia, por tus palabras. Me alegro de que te guste… y Sotirios… ¡qué haríamos sin sus exageraciones! Deberíamos todos aprender de él a reírnos de nosotros mismos con el mismo humor con el que lo hace él.
Otro fuerte abrazo para ti.
La bruma flota en tu relato, Rafa, acompañada de esos lamentos (o cánticos, según se mire) lastimeros. Esa elipsis de lo que les ocurre a las secuestradas (intuyo compasión al principio del segundo párrafo) y el final que me recuerda a esas pelis con un barco fantasma.
Un abrazo,
Hola, Susana. Bueno, en realidad los demonios blancos consiguen acallar el miedo a que la superstición que temen les alcance (el cómo lo hagan, en esa elipsis, cada uno lo puede interpretar a su manera), pero quizá llegaron demasiado tarde a conjurarla, etc…, así que es posible que para algunos sus excapturados tuvieran algún motivo más para vengarse (y espero que muy lentamente). Y oye, ¡qué bonitas son las películas y los libros de barcos fantasmas! De estos últimos a mí me encantó el que recrea la leyenda de El holandés errante: «El barco fantasma», de William Clark Russell, un marinero que abandonó esa vida para dedicarse a escribir (como Joseph Conrad), y según veo en una reseña es autor de cincueta y siete novelas de ambiente marinero.
Un fuerte abrazo.
Gracias por pasarte por aquí, Ana. Sí, los esclavos estaban encadenados, pero quizá sus dioses tuvieron compasión de ellos y recibieron la ayuda que necesitaban, o la superstición de los marineros se ejecutó por no haberla conjurado a tiempo, o estos estaban tan borrachos que… ¡cualquiera sabe, que cada uno elija su mejor opción (o que las mezcle como quiera!
Pero, Ana, qué enemigos ni enemigos te te vas a echar, si eres estupenda comentando los relatos. Estamos encantados contigo.
Suerte también para ti, y un fuerte abrazo.
Enhorabuena, Rafael. No lo leí en su día, somos muchos. Desde luego es un relato ganador, cuentas una historia que atrapa y nos conmueve por las atrocidades que cometió el hombre blanco. Final feliz para los siempre perdedores.