MAY125. CUENTOS PEGAJOSOS, de Rosa Molina López
Cuando, al año de mi desafortunada boda, abandoné al príncipe, visité a la reina Zyra, en las montañas de Altái. Con ella cabalgué por las estepas siberianas hasta los profundos desfiladeros donde, debido a la furiosa voluntad del viento, los bosques mueren tumbados, como los hombres. Allí transformé mis experiencias en diarios de viaje, mi angustia en poesía y encontré el latido de mi existencia. Entonces, con mi voz soleada y feliz, regresé.
Lejos del reino, en una aldea escondida tras un cerro, encontré un trabajo y una sencilla casita, sin soledad y con muebles. Y, aunque mis escritos fueron elogiados, no logré eclipsar esa parte de mi vida que aparece en el pegajoso cuento que un famoso escritor añadió a su antología. Entiendo que la contraposición entre mi insoportable familia y mi edulcorada boda es atractiva, pero me desconcierta que todos se encallen en ese excesivo final con inútil moraleja, y que nadie valore las palabras que tejieron las versiones particulares de mi vida, tan alejadas del otro relato y que deberían haber servido para que todos dejaran de llamarme con el horrible y humillante mote que inventó mi madrastra: Cenicienta.
«hasta los profundos desfiladeros donde, debido a la furiosa voluntad del viento, los bosques mueren tumbados, como los hombres».
Jolín, ¿cómo lo haces?
Yo también quieroooooo!!!!!!!! Supongo que este estará entre los elegidos. NO me extraña. Guau!!
Hola Aurora, ¿sabes cómo lo hago? Cuando leo un libro o un diario de viajes abro Google Earth y sigo el recorrido viendo fotos de los sitios. Leí uno de Siberia y ¡guau, qué imágenes! Vi un bosque con los árboles tumbados, como buscando algo. Impresionante. Entonces pensé que Cenicienta podía ir, porque no necesita dinero ni tiempo y yo carezco de ambas cosas, así que la llevé. Simple. Sin magia. Anímate y prueba. Gracias por tu comentario. Me alegro que te guste mi relato. Un fuerte abrazo.
Enhorabuena, Rosa!
Me ha gustado mucho esta reinterpretación del cuento «pegajoso» clásico… nos ofreces imágenes y figuras literarias muy originales y creativas, como señala AUrora: «voz soleada y feliz», «todos se encallen en ese final…», entre otros.
La intriga nos acompaña hasta el final… muy logrado, Rosa!
Te deseo mucha suerte y te mando un abrazo
Marta
Gracias Marta. Siempre pensé cómo sería la vida de estas princesas que se casan con el primero que llega y, mira por dónde, tuve la oportunidad de seguir su vida. He disfrutado de lo lindo y me alegro mucho muchísimo que te guste la verdadera vida de Cenicienta, en mi versión, claro. Un abrazo, Marta.
Me parece una historia preciosa, con feliz puñalada final, grande, Rosa, grande 🙂
Eso sí, no te esconderé que me quedo con más ganas de esa Siberia donde los bosques mueren tumbados como árboles, grrr, nos debes un relato enterito en ese ambiente, eh??,
+ sigo sin ver muy claro si la mención a la reina Zyra aporta o no algo a la trama, si es necesaria, pero, en fin, el texto es tan bueno, que da exactamente igual, estará arriba arriba este mes 🙂
Fuerte abrazo y enhorabuena.
NACHO RUBIO
Cambiemos la palabra «preciosa» por «historia muy sólida, poética y bien armada», para hacerle más justicia 🙂
NACHO
Pues te confieso, Nacho, que escribí una historia de una princesa escita, de la zona siberiana de Altái, al hilo del diario de viajes que leí y las imágenes que vi de esa zona, porque me fascina Siberia desde hace muchos años, pero me quedó plana, sosa, sin vida. Me documenté y todo eso, pero era tanta la información que requería y las explicaciones necesarias que no fui capaz de meter el texto en la faja de 200 palabras. Torpe que es una. Así que di un giro y pensé seguir la vida de una conocida y famosa princesa. Zyra solo es una amiga que la acoge y acompaña en esos momentos posteriores al abandono de su ex. Pensé que así, entre amigas, se le pasaría antes el berrinche. Tal vez lo haya liado un poco, pero creo que merecía la pena poner a alguien a su lado. ¡Jolín, qué exigentes sois los buenos escritores! Mil abrazos morenos.
Rosa, muy bonita y singular tu versión. Suerte y felicidades.
Mil gracias, Calamanda. Agradezco mucho tu comentario. Un abrazo.
La ambientación y la progresividad en el tiempo están muy bien llevadas, y eso para 200 palabras es un logro. El título hace presagiar que este cuento es una encerrona y que, regresando o no, Cenicienta seguirá cargando con el estigma.
El vocabulario es muy apropiado, Rosa, excelente, aunque quizás para un micro hay demasiadas palabras tri- y tetrasílabas, es una opinión.
Un abrazo.
Susana, agradezco sinceramente tu comentario, por lo que dices y por lo que me enseñas pues jamás se me había ocurrido que la longitud de las palabras pudiera condicionar un micro. He de reconocer que tienes razón: hay un montón y, tal vez, no aporten la sonoridad y agilidad al texto. Lo tendré en cuenta. Un abrazo y gracias de nuevo.
Yo creo que los nombres Zyra y Altái aportan una música que acompaña al lector en este relato anti-cenicienta. Muy buenas las figuras literarias que utilizas Rosa, el «latido de la existencia», «los bosques que mueren de pie como los hombres». Un gran relato, como siempre, Rosa. Seguro que repites arriba:-))
Beso grande,
Belén
Belén, ya sabes que Siberia es tierra de misterios y que los cuentos acaban incompletos, así que agité mi cuaderno y se mezcló. Me alegro que te guste y que te haya arrancado una sonrisa. Mil besos, amiga.