81. Náufrago de Blanca Oteiza
¡Ay, qué larga es esta vida observándola desde mi barca! Qué duros estos destierros que se llevan mi aliento hasta el último suspiro. Navego sin rumbo fijo sobre esta cárcel, estos hierros en que el alma está metida como si una prisión en medio del océano me abrazara. Las olas irrumpen en mis pensamientos y sólo esperar la salida me causa dolor tan fiero que no deseo despertar del aturdimiento que me ahoga. Sigo remando en este mar de confusas ideas que muero porque no muero añorando el pasado de vergeles exuberantes rodeando mi morada. Ahora azul todo se vuelve, con una luz cegadora que me entristece y sin embargo, a la vez alegra. La vida se me antoja distinta sin su presencia ni los niños a mi lado, la vista se nubla, es la niebla que cubre el sueño.
Suena una bocina que me asusta. Despierto del trance con la mirada perdida. Escucho la voz del barraquero que me pide que baje del carrusel. El viaje ha terminado.
Qué bien has entretejido los versos, Blanca. Y nos conduces hasta el giro final con mucha habilidad. Felicidades, me ha encantado leerlo.
Muchas gracias Belén, me alegro que hayas disfrutado con la lectura. Un beso.
Un personaje atormentado, náufrago de sí mismo, en un texto en el que has incluido muchos de los versos de la santa, con un final que sorprende y una soledad que perfora de principio a fin.
Llevaba tiempo sin leerte, Blanca, y me alegro mucho de hacerlo.
Un abrazo
Gracias Ángel por leerme y por tus palabras. Me alegro que te haya gustado. La verdad que este nuevo formato ENTC, al no ser ya mensual, se hace un poco largo. Y como en las últimas semanas he andado muy liada lo he ido estirando hasta casi el final.
Sí, el personaje bastante atormentado, confuso y con sentimientos encontrados; escribiéndolo me he imaginado a un padre de familia recién separado donde aún no se ha hecho a la idea de su nueva vida y anda naufragando en mitad de todo.
Un beso
Me gustó navegar entre líneas y me sorprendió despertar con la sirena de los caballitos. Muy bien resuelto.
Suerte
LuisCar
Gracias LuisCar por tu comentario.
Me alegro que disfrutaras navegando entre mis letras.
Un abrazo
Hola, Blanca. El micro me gustó muchísimo. Se nota que lo has curado y las frases están muy bien elaboradas. Te deseo mucha suerte, Sotirios.
Muchas gracias Soti. Un placer leer tus lineas.
Besos
Muchas gracias Ana por tus palabras.
Un beso
Un final muy bonito que ancla la melancolía del protagonista dentro de la nostalgia que emana de los viejos carruseles.
Enhorabuena, Blanca.
Muchas gracias. Sí, los viejos carruseles tienen algo de melancólico y a la vez tan bonitos…
Un abrazo
Me pregunto si el/la protagonista, a pesar de sentir añoranza por lo que por un momento parece haber perdido, está de alguna manera deseando un cambio en su vida. Me baso en estas líneas «con una luz cegadora que me entristece y sin embargo, a la vez alegra. La vida se me antoja distinta sin su presencia ni los niños a mi lado». Muy interesante ese viaje en carrusel con sueño incluido, Blanca. Saludos
Juana,
He escrito pensando en un protagonista masculino, aunque es cierto que no lo digo y bien podría ser una mujer. Es un padre recién separado al que le deja la mujer y se siente perdido, naufrago a la deriva, sin saber qué sentido dar a su vida que ha cambiado bruscamente. En cambio, se da cuenta que también pueden abrirse otros caminos con su nueva condición de «soltero», así que aunque añora lo perdido, tiene la esperanza de encontrar algo mejor.
Gracias por leerme y comentar, besos.
Relato un poco raro, mezcla de poesía y narrativa. Interpreto que se ha quedado solo y no ve ni a los hijos. No sé, quizás esos versos metidos me hacen perderme.
Hola Javier,
Siento que no lo veas claro, quizás sea yo la que no lo he sabido plasmar bien, aunque los versos de la Santa ponían complicada la cosa…
Como he explicado por ahí arriba, es un relato un poco metaforico del hombre al que deja su mujer y se siente como un naufrago en mitad del oceano mientras da vueltas en un carrusel que bien podría ir montado en una barca de las que suelen llevar a parte de caballitos.
Gracias por leerme y comentar. Un abrazo
Has hecho una filigrana con los versos de la Santa y tu imagnación, haciendonos navegar por el mundo con ls metáfora de una barca.
Buenísimo.
Muchas gracias Maria Jesús, me alegro que hayas disfrutado con la lectura del viaje en carrusel mientras te sientes un naufrago en mitad del oceano.
Besos
Una maravilla de texto y muy bien enlazados los versos de Santa Teresa. Y cuando me estaba imaginando al pobre hombre en una barca en medio del mar, sale el carrusel jejejej, muy buen giro!!
Gracias,
No creas, que ya me costó enlazar los versos con el texto sin que desentonaran demasiado. El giro del carrusel, para que no resultara tan triste.
Abrazos
Me gusta tu carrusel. Muy trabajado y conseguido, Blanca.
Besos
Muchas gracias Luis por montarte en el carrusel y haber viajado conmigo. Me alegra que te haya gustado.
Un beso
Si calzar uno solo de los versos de la consigna ya era complicado, hacerlo con tantos y además otorgarle sentido completo al texto, me parece encomiable. Una gran metáfora para explicar una historia cargada de añoranza. Mucha suerte 🙂
Muchas gracias Juan Antonio. Lo de introducir todos los versos del poema propuesto me rondaba por la cabeza, hasta que una tarde me visitaron las musas vestidas de inspiración y pude escribir el relato.
Un beso
Blanca, has introducido algunos versos de manera magistral en tu texto, que nos habla de nostalgia de una vida pasada y del miedo a ese viaje en solitario, y esa vuelta al punto de partida que simboliza el carrusel. Muy bueno. Abrazos y mucha suerte.
Gracias Salvador,
Me alegro que te haya gustado mi relato. Explicas muy bien lo que he querido trasmitir.
Un abrazo grande.
Blanca, estas reflexiones tan metafóricas y bien expuestas, en ese momento de su vida parecen trasmitirnos aceptacion. Suerte y saludos
Gracias Calamanda por tu comentario.
Yo creo que sí, en el fondo acepta su nueva situación.
Un abrazo
Me ha encantado este enunciado: «Ahora azul todo se vuelve» y me ha impresionado la facilidad con la que has ligado varias frases para crear las sensaciones del náufrago.
Gracias Lorenzo por tus palabras.
Es que el día que me inspiré en el náufrago me sentía así de náufraga… Bueno, en realidad fue un momento de lucidez en la oscuridad del tema del mes, que no había forma de encajar esos versos de la Santa.
Un abrazo