101. Réquiem por Paloma
Pasaron aquellos años en los que despertaba y las estrellas no habían abandonado aún el cielo. Cuando se duchaba sin tiempo de sentir gotas de agua caliente sobre su piel y volaba hacia la cocina, mientras, su labrador la perseguía con la correa entre los dientes; oía las tripas de las mochilas, de sus dos hijos, vacías de libros y ásperos resuellos procedentes de la cama de matrimonio, a la vez que el cuco del reloj la amenazaba con despedirla del trabajo.
Ahora, desde que la pequeña se hizo mujer y marchó con un foráneo, el mayor emigró al extranjero y ella cayó en el abismo del desempleo y la apatía, ha quedado atrapada en una vida larga y monótona: mañanas de paseos con la bolsa de la compra y tardes con el único reto de servir el menú a su marido.
Pero nadie sabe que, deambulando sola por el parque, ha conseguido entender el canto de los pájaros e incluso, a veces, levita y entona a coro con ellos una elegía. Quizás por eso, todos se sorprendan el día que aparezca colgada de esa rama sobre la que cada amanecer pía, compungida, un ave dentro de un nido vacío.
Qué bien lo cuentas, qué bien expresado ese síndrome, el del nido vacío. Título y final, perfectos.
Me ha encantado. ¡Enhorabuena!
Un abrazo, Lorenzo.
Qué emoción encontrar mi nombre en un micro tan redondo que expresa tan sabiamente la nostalgia por el tiempo pasado. El canto de la paloma.
¡Mi Loren!Tu micro me ha recordado una cita del Sol de los Scorta: «Hay que aprovechar el sudor…Porque son los momentos más hermosos de la vida. Cuando luchas por algo, cuando trabajas día y noche como un condenado y no tienes tiempo para ver a tu mujer y tus hijos, cuando sudas para construir lo que deseas, estás viviendo los momentos más bellos de tu existencia. Créeme.” Cuánta nostalgia y delicadeza en tus letras. Cada vez escribes mejor, bandido. Suerte, championman. Sigo aprendiendo…
Besotes
Creas unas imágenes bellísimas, Lorenzo. Eres un maestro de la pluma. Gracias por compartir tu relato, es magnífico.
Me quito el sombrero. Y ahí queda, ante usted, mi reverencia. Sus párrafos son pinceladas cargadas de colorido y vida. Lujo asiático leerle, «DON» Lorenzo.
Mucha suerte, (joder, aquí también) en la lucha por la victoria.
Ton.
Réquiem por Paloma y por todos aquellos que viven sin ilusión y buscan la peor salida.Maravilloso relato, y enhorabuena por tus merecidos éxitos.Saludos.
Nostalgia de un tiempo mejor, del que sólo se es consciente a posteriori. Escenas cotidianas de una evolución vital llenas de sensibilidad con un lenguaje correcto, llano y cercano, que llega directo a nuestra fibra.
Enhorabuena, Lorenzo, por este buen relato y por tu destacada trayectoria en la copa.
Un abrazo
Pos esto sí que es calidad de la buena, Lorenzo. Buen relato y excelente final que cuenta muchísimo. Yo lo que veo es una vida triste, que al estar ella tan ocupada no tiene tiempo a pensar en sí misma y lo poco que la satisface su existencia. Cuando al tener tiempo para sí descubre el vacío interior y decide terminar con todo, que no es nada. Grande. Suerte, poca, que no te hará falta.
Abracísimos.
Un relato muy triste de una fracasada de la vida, una esclava que nació para servir y sufrir, que no entendió el sentido de la maternidad. Además el final es triste, es una lástima que no se quede solo en la parte pájaro. Un relato fuerte, muy bien escrito, y que por generosidad debería terminar con la frase «relato fuera de concurso».
Crudo a la par que bello. Con el sello de garantía de calidad de Lorenzo.
Suerte, aunque no la necesitas.
El síndrome del nido vacío magistralmente enfocado.
Lorenzo… has conseguido un relato lleno de magia que envuelve una historia con trasfondo cercano pero que has logrado nos lleve lejos, tanto como quiera el lector, imagine, haya visto o vivido. Me ha gustado mucho; es un relato que se te cuela dentro, y te toca. Creo que tiene todo donde tiene que tenerlo para que no te des cuenta que lo tiene, y por eso, acabar en el punto y final con un : «qué bonito, y qué bien hecho». Creo que andas creciendo a pasos agigantados (véase la copa, véase muchos otros relatos que vas dejando por el camino con los que consigues nuestro aplauso) y también creo que en ningún caso estás rozando techos, todo lo contrario. Te diría que ojalá que este relato te da alas para llegar alto, pero mucho me alegro que ya por sí solo te va a llevar a propulsión. Magnífico, Lorenzo. Me ha gustado hasta el tuétano. Mucha suerte 🙂
Lorenzo, cuentas con todo lujo de detalle esta histora para llevarnos de la mano por ella. Suerte y saludos
Muy muy bien escrito, Lorenzo!! Te felicito por esta bella y triste historia!! 😉
Un saludo!
Rosy, muchas gracias por ser la primera en comentar y tan positivamente; siempre da ánimos leer un primer comentario así; Paloma, gracias a ti por aceptar tan bien que haya usado tu nombre en el título, un besazo por ello, maja; Izaskun, impresionante tu comentario. No conocía esa cita y me ha dejado boquiabierto. Has dado en el clavo; Belén, qué va en todo caso profesor de adolescentes jaja, gracias!!; Ton, que me sacas los colores, a ti sí que es un lujo asiático haberte descubierto hace poco por aquí y con ese sabor cantábrico tan bueno que nos dejaste; Olé, María, un abrazo para ti, no faltara más, jo qué majos todos!!; Ana U. ¡buf! Qué pasada de comentario el tuyo; Ángel, cómo no,no solo uno de los mejores relatistas de por aquí, sino también un gran comentarista como demuestra a cada coment intentando destripar, y acertando siempre, la trama del relato; Barlon, ya solo leer tu nombre debajo de mi relato me llena de orgullo y satisfacción en estas fechas tan señaladas…; Bueno, Ximens, también por aquí, hoy voy a comprar un décimo de lotería; qué suerte contar con tus palabras a cada relato; Rafa, no ¡¡Rafa!! el médico me dijo que no pensara en tu nombre, ni en olivos que me recuerden a ti; ahora me va a tocar entrar a tu blog a buscar tus relatos, ¡¡¡lo necesito!!!!; Edita, gracias por lo de magistral; bueno, bueno, el señor que cambió el nombre a Wonderland y a REC por REJA, me abruman tus palabras, gracias, señor leyenda; Calamanda, no sueltes nunca la mano, me gusta pasear a tu lado por este blog lleno de fantasía; y para acabar el señor Cejudo Marca Amarilla, como dice rafa, siempre con su sello de calidad, tú sí eres muy muy bueno. Ala gracias a todos qué guay me lo he pasado respondiendo a todos del tirón.
Muy bien contada esa tristeza, esa soledad del síndrome del nido vacío tan común en las mujeres. La vida parece que pierde su sentido y todo se echa de menos. Pero solo hay que hacer unos reajustes y vivirlo como una liberación, como algo positivo. Porque si los hijos se van, es porque ya saben volar y esos es muy positivo.
Me ha gustado mucho la forma que has tenido de contarlo, desde el título hasta el final . Creo que no necesitas suerte así que, un abrazo.
Gracias, María José, qué sensación más bonita he sentido leyendo tu comentario.
Y Paloma voló al fin, libre, fuera de la jaula que la había aniquilado. Se frotó despacio contra las hojas del árbol, para que la ayudaran a desprenderse de la ceniza acumulada durante años. Ascendió al sol, saludó a las nubes y se dejó llevar por la brisa hacia el mar abierto que nunca había conocido.
Perdona por no haberte leído antes, que vivo sin vivir en mí.
0_0 Dios, mil gracias; la secuela de Paloma qué bonito; perdona de qué de escribirme un bello relato de coment, mil besos te voy a dar que no es lo mismo, Doña Inspiración.
El trabajo, el cuidado de los hijos, la convivencia con la pareja, la vorágine de la rutina diaria. Cuando todo esto se pierde la vida se ralentiza, se vacía, pero se llena de soledad; lo has expresado de forma magistral. Hay que gestionar esa pérdida, ese duelo de emociones. Igual que el ave volverá a construir otro nido, quiero ser optimista y pensar que tu protagonista llene su vida de nuevos proyectos e ilusiones. Excelente relato, Lorenzo, que nos deja el sabor de tu impronta personal. Abrazos y mucha suerte.
Gracias, Salvador, has leído el relato de forma magistral. La prota no sé, pero espero que todas esas mujeres, y hombres, que sufran el síndrome del nido vacío tomen en camino que aportas… Un abrazo!!!
No se cuánto bueno me he perfido. A ver si en estos días tengo mas tiempo y leo .
Precioso tu relato. Las que tenemos hijos en edad de dejar el nido lo sabemos.
También después somos necesarias. Créeme lo se.
Un abrazo.
La suerte está de tu parte.