105. Destierros
Esta cárcel, estos hierros que me separan de ti, no son de este mundo. Pertenecen al cual del que yo procedo; un lugar que muere y mata, a la vez. Porque cuando este universo desaparezca, solapado por dos cubiertas, y se esfume de entre tus dedos, tendré que ir con él. Cuando pongas fin a la historia, dejaré de ser persona para volver a ser ese personaje que espera —agazapado entre palabras, líneas y párrafos— un nuevo renacer. Pero ya nadie, jamás, volverá a verme como tú me has imaginado. Ni siquiera tú mismo. Aunque vuelvas, encontrarás en mí a otro, lo sé. Siempre pasa, y pasará. Pero no te apures, ese es mi oficio. Aún así, duele saber lo que me espera pues, no sabes bien, qué duros son estos destierros.
Olé, Vicente, por tu historia metaliteraria. Los personajes que viven desterrados y en las cárceles de tinta. Me alegra leerte por aquí.
Gracias 😉
Vicente, majo, con qué buena apuesta llegas… Te deseo mucha suerte.
Mil abrazos.
Miras hacia la escritura, y hacia el interior de los libros, al corazón de las historias… Vicente, un gran apuesta: original y bien hilvanada. Lo he disfrutado mejor en sucesivas lecturas. Mucha suerte 🙂