6. Su pie izquierdo (Blanca Oteiza)
El sudor del miedo se diferencia por el olor. Huele a angustia. Intentaba aguantar la respiración bajo la cama, tan solo pensaba en no ser descubierto. Escuché pisadas aproximándose hasta que vi sus botas negras llenas de barro. El cuerpo me temblaba, el aire se hizo hiriente y la vista se nublaba por momentos.
Con el pie izquierdo golpeó los cañones que tenía alineados en el suelo junto a los soldados en el campo de batalla con las tropas. En esos momentos no me importó que destrozara tantas horas de juego. De pronto el corazón se me paró. Sus ojos penetraron en los míos que lloraron de temor atravesando el alma. Tiró de mi y me sacó del escondite.
¿Dónde está Napoleón? Preguntó mi hermano enfadado, con ese tono que sólo utiliza en ocasiones especialmente ofensivas. Mis labios sellados aguantaron su patada. Aliviado respiré hondo tras el portazo que dio al salir. Levantándome dolorido comprobé que aún seguía bajo mi almohada la conquista de la tarde. Esa noche Napoleón dormiría en mi campamento.
Blanca un relato encantador lleno de intriga al principio , pues he llegado a pensar q era el padre.
El pequeño gran triunfador merece pasar por lo menos esa noche con su trofeo.
Mucha suerte. Un besazo.
Muchas gracias Virtudes.
Sí, el comienzo da pie a pensar en algo peor.
Un beso grande
Aunque relatas muy bien su angustia, yo también he visto valor en ese niño. Y al final mantiene su pequeño trofeo.
Un abrazo, Blanca.
Gracias Inés por comentar. Desde luego que es muy valiente el chico aunque esté cagadico de miedo ante el enfado de su hermano. Pero al final tiene su recompensa de poder disfrutar de la figura de Napoleón.
Un abrazo
Una historia doméstica descrita con maestría pues nos hace participar de la angustia del débil ante la fuerza del matón. Me gusta mucho esa pequeña forma de resistencia que siempre produce un soplo de esperanza.
Un gran relato.
Paloma, que me digas que es un gran relato me enorgullece, pues te tengo como muy buena escritora. Muchas gracias por el comentario.
Un abrazo
Pedazo relato Blanca, me ha encantado, la angustia e intriga del principio que me ha hecho pensar que algo malo iba a pasar cuando ha sacado al protagonista de su escondite. Y en las últimas frases del último párrafo no he podido evitar sacar una sonrisa… 😛
Enhorabuena y muchísima suerte….
Un beso.
Gracias Nicolás,
Esa era mi intención al escribirlo, crear una tensión e intriga de parecer algo muy muy malo y terminarlo con un guiño a la sonrisa y relajo.
Muchas gracias por comentar. Un abrazo
Has jugado con nosotros, hemos pensado en los horrores que vemos todos los días en las noticias. Blanca, muy bien escrito, pues el terror fraterno era parecido a como lo has expresado.
Un beso
Muchas gracias Epi,
Este mes me apetecia jugar con el personal…jejeje
Siempre un placer tenerte como comentarista.
Un beso
Un texto muy acorde con el tema propuesto, dentro de una estrategia apropiada que siembra la desolación en el enemigo, pues igual que sucede en el ajedrez con el rey, con sólo una captura ha descabezado sus fuerzas. David contra Goliath, el ingenio del débil contra la fuerza bruta.
Un abrazo, Blanca. Suerte
Exacto Ángel, ingenio del débil contra fuerza del mayor. Muchas gracias por comentarme.
Un abrazo
Curioso, original, sorprendente…
Gracias Edita por tus palabras.
Un abrazo
¡Qué miedito ! aunque con final feliz, a pesar de la patada.
Me sorprende lo bien que metes los cañones en el cuento.
Un abrazo y mucha suerte.
Gracias Rosy.
Meter cañones ha sido más fácil que meter versos de Santa Teresa, por lo menos en mi caso.
Gracias por comentarme.
Un abrazo
Buenísimo, he estado en tensión hasta el final y realmente esperaba algo trágico, así que has logrado sacarme una sonrisa. Fenomenal, Blanca.
Gracias Belén,
Esa era la intención, así que me siento feliz si lo he conseguido.
Un beso
Muuuuuuuuuuuuuuchas gracias Ana. Qué más puedo decirte, que me encanta que te haya gustado.
Un beso grande
Hola, Blanca.
Un relatazo. Me encanta ese juego con el lector en la primera parte para descubirnos la realidad en la segunda.
Felicidades, guapa.
Un besazo.
Muchas gracias Towanda. Me alegra que te haya gustado.
Un beso
Buen relato de principio a fin.
Felicidades
Gracias Maria por pasarte a leer y comentar.
Un abrazo
Blanca, muy buen relato, hay que luchar por las pequeñas cosas. Tu protagonista ha conquistado el pequeño trofeo y su autoestima. Abrazos y mucha suerte.
Gracias Salvador,
A veces la vida es eso, luchar por los pequeños trofeos que podemos ir conquistando.
Un abrazo
Blanca, muy bien contada esta historia repleta de ingenuidad y miedos infantiles. Suerte y saludos
Gracias Calamanda. Retos, aventuras y miedos infantiles…
Un beso
Hola Blanca; me encanta cómo nos has engañado llevándonos de los pelos con el corazón encogido a esa situación tan cotidiana (después de lo esperado) Mucha suerte!
Gracias Eva,
Me alegra haber conseguido ese engaño, pues esa fue mi intención al escribir el relato, y si encima gusta, me doy por satisfecha.
Un abrazo
Muy ingenioso, al final era un juego. Me ha gustado mucho el final donde demuestras que solo jugaba. Va a ser difícil no estar entre los nominados este micro lo merece. Un fuerte abrazo, Sotirios.(He colgado en mi blog mi mejor cuento Bill Kill III. Espero tu visita, Sotirios)
Muchas gracias Soti por pasarte y comentar.
Por cierto, acabo de dejarte comentario en tu blog.
No sé si estará o no entre los nominados este relato, me conformo con que lo lean unos cuantos y me comenten (si puede ser diciendo lo bueno que es mucho mejor…jejeje)
Un abrazo
Desde luego ese olor a miedo ha cubierto todo el relato. Nos has llevado por un terreno que ha desembocado en otro más fraternal y menos violento, a pesar de la patada. Por lo menos he terminado con una sonrisa y eso se agradece.
Magnifico Blanca.Besos grandes.
Gracias María Belén,
Me alegro que te haya dejado una sonrisa al terminar el relato, ese era el propósito al escribirlo: pasarlo mal pensando en lo peor de los escenarios para terminar con esa sonrisilla de alivio.
Un beso grande
Antes de llegar a ese final inesperado se me han paseado por la cabeza las palabras de tu texto oscuras, fétidas y funestas. Has abierto una caja de dramas por los que han pasado todos los horrores a los que tristemente nos estamos acostumbrando (espero que solo a oír, no a tolerar), para luego cerrarla de golpe con un guiño infantil. Muy bueno.
Gracias Reve,
Sí, ese era el propósito y me alegro si lo he conseguido.
Un abrazo
Original historia, el juego de las batallitas aunque parecía otra cosa, esta vez ha ganado él con su Napoleón; Suerte y saludos.
Gracias Lorenzo,
Hay que leer hasta el final para descubrir el final, pues no siempre es lo que parece al principio.
Un abrazo
Blanca, ha contado de manera estupenda la eterna y común guerra; que se da entre hermanos pequeños y donde las victorias se alternan, en este relato ha ganado la inteligencia a la brutalidad. Muy buen micro, suerte.
Saludos.
Gracias Beto,
Me alegro que te guste mi relato.
Como dices, no siempre la fuerza gana a la inteligencia.
UN abrazo
Qué bien que nos lo has contado. Has creado una gran atmósfera de tensión que has sujetado hasta ese final que lo revela todo. Está muy chulo. Mucha suerte 🙂
Muchas gracias Juan Antonio. Me alegro que te haya gustado y que hayas leido hasta el final para descubrir el inesperado desenlace…
Un abrazo
Un primer párrafo que crea angustia y temor, seguido de un segundo en el que baja la tensión al ver que son juegos de niños, pero no, hay violencia entre hermanos y eso es duro, con un final que personalmente no llego a comprender. Veo por los comentarios que Napoleón no es una mascota, simplemente, es una figura, luego todo viene relacionad con que el hermano mayor ha perdido la el juego, y el pequeño disfruta de su victoria. Un vaivén en el lector, buen efecto. Suerte.
Hola Javier,
Siento no haber sido clara con Napoleón, pensaba que sí.
Los dos hermanos tienen figurillas de soldados (como el soldadito de plomo) y al pequeño le gusta montar sus batallas en su dormitorio. El hermano mayor es el «dueño» de la figura de Napoleón pero que habilmente le ha cogido el pequeño. Y aunque es más débil que el mayor, sale victorioso porque sabe esconder la figura para poder jugar con ella.
Gracias por comentar.