21. El cañón de agua. (Daniel Irazu)
La versión autorizada fue concluyente: el anciano se murió él sólo, porque se abrió la cabeza cuando se la golpeó contra un bordillo, al caerse de repente debido a que, él mismo y sin que nadie le obligara, perdió el equilibrio que hasta entonces le había mantenido erguido.
En alguna televisión se preguntaron qué hacía allí el viejo. Por cierta prensa, se pudo saber que el fallecido tenía empapada la ropa.
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Ostras, pobre anciano.
Creo entender que quizás detrás de su muerte está el suicidio para olvidarse para siempre de su soledad. Si es así, reflejas una cruel realidad en la que impera cada vez una sociedad más deshumanizada. Nuestros mayores se ven abocados a la soledad por culpa del tipo de vida que llevamos, siempre enfocado en el trabajo que nos engulle y nos separa de lo que más nos importa, la familia.
Suerte. Gloria
No,Gloria. Respeto la interpretación que haces del relato, pero como autor mantengo una bien distinta.
Hablo de una manifestación, de un ciudadano con cierta edad al que tumba para siempre la presión de una manguera, de tertulianos de esos que hablan sobre la mayoría social opinando que es mejor y está mejor si permanece en casa, y de cierta prensa que, al menos, se acerca a la realidad de la calle.