40. Una idea brillante
Bum… Los cañonazos alumbraban la noche frente a las atentas miradas del vecindario. Bum, bum, bum… Parecía la de San Quintín, Waterloo o Pearl Harbor, vaya usted a saber. Bum, bum… Los chiquillos correteaban en la plaza recogiendo los cohetes quemados que aterrizaban por todas partes… Cuando todos esperaban la traca final para marchar a sus casas, alguien gritó que había fuego en el monte. Llama a los bomberos, apremiaron unos al concejal de cultura, fiestas y celebraciones varias. No, es mejor a los de medioambiente, urgieron otros al de parques, jardines y monte bajo. A quién se le habrá ocurrido la brillante idea, preguntaron todos al alcalde, que no sabía si ir, venir o estarse quieto. Al que asó la manteca propusieron unos clientes del Grill El Atracón, que habían salido un momento a disfrutar del evento. La inquieta mujer del electricista opinó que, fuera quien fuese, debía tener los plomos fundidos; y que no llegaba a dos dedos de frente aseguró el maestro, quien dijo saberlo de buena tinta. Gracias a que fue el pajar del Pepón lo que ardió, que si no va toda la corporación al calabozo por autorizar semejante despropósito pirotécnico en plena canícula estival.
Jajajajaja. Me parece que esa situación se repite asiduamente en muchas fiestas estivales de nuestros pueblos.
Me encantó esa correlación entre las profesiones y comentarios de los personajes. Muy bien traída. Saludos
Gracias, Virtudes, por tus comentarios. Me alegra que te lo hayas pasado bien. Un abrazo.
Doy fe que los pajares arden, pero en mi pueblo no había tan literarios personajes. Un relato muy divertido.
Reve: abre la puerta y sal fuera… Verás cuántos personajes hay, jaja. Gracias por pasarte y comentar. Saludos.
Me gusta la idea de que cada opinión varié según el cargo que sustenta. Ingenioso y original relato. Buena apuesta para cañones.
Un abrazo.
Juan Antonio: seguro que no te importe que te agradezca tus comentarios aquí arriba, y a María Belén allí abajo. Jaja. Saludos para los dos y suerte también.
Un relato muy divertido e ingenioso. Muy bien traída esa batería del todo el mundo opina y arrima el ascua a su sardina. Lo encuentro una gran crónica de cualquier noche de verano. Mucha suerte 🙂
Gracias, María Belén por pasarte y dejar tus comentarios. Suerte para ti también.