60. El catedrático (Mar González)
A sus 93 años, don Ignacio Antoñanzas de la Bañeza tiene la cabeza sobre los hombros y se enorgullece de leer, página a página, todos los boletines de la Real Academia de la Lengua. Sentado en su butaca, con sus diminutas gafas sobre la nariz, pasa las horas muertas. Su nuera suele acercarse para ver si respira.
El día que incorporaron aquellos vocablos “populares” en el diccionario, don Ignacio no pudo evitar dar un respingo. No pensaba utilizar ninguna, ni dejar que nadie las pronunciase en su presencia, por más permitidas que estuvieran. Siempre fue un purista y le dolió especialmente cuando, tiempo después, eliminaron algunos acentos. Él, “el Temido”, que a la segunda falta de ortografía dejaba de leer los exámenes, no podía entenderlo.
Pero la noticia de hoy es la gota que colma el vaso. Estudian internacionalizar el castellano y, para ello, eliminar la ñ. Don Ignacio no lo ha podido aguantar. Ha lanzado al suelo el boletín y su nuera le ha encontrado pisoteándolo, con toda la furia que queda en sus ancianos huesos, mientras gritaba.
– ¡Coño Iñaki! ¡Hay que pararles los pies! ¡A mí los cañones de Espronceda! ¡Asaltemos la academia!
Venga, me apunto al bombardeo!! Que mi madre es Cañadas!! Ojito con ella!!
Beso.
Pues yo también asaltaría la academia sin duda, no entiendo para nada esas incorporaciones de vocablos que hacen.
Un abrazo.
¡Viva la eñe, leñe, puñetas! Felicidades por el relato, me ha parecido muy divertido y bien hilado.
Jajaja! Qué gracioso relato. Pobre don Ignacio, le iba a pasar lo que a mi, se nos quitan la preciosa ñ. Felicidades!
Divertido y actual, la guerra por la pureza de las lenguas….¡complicado en un mundo cada vez más plural y con más intercambios
jajaja…divertidísimo Mar. Me ha encantado tu catedrático. Y me uno a su defensa de la ñ, que yo soy de Logrono…¡¡cono!!
Gran relato. Viene de una gran idea, lo llevas con una gran escritura y le brindas un gran final. Me ha gustado mucho. Mucha suerte 🙂
Gracias a todos. Vuestras palabras, risas y sonrisas son ya un regalo.
Saludillos
Mar, buen relato y mejor moraleja. Suerte y saludos
Muy divertido y bien, por la defensa de la eññññññññññññe.
Abrazos.