71. Tiempo atrás
Cerca de la verja de entrada a la finca quedó un cañón, mohoso e invadido por el verdín, sitio favorito de descanso de las gaviotas en sus rutas hacia el Norte.
Dentro de los almacenes otros noventa y nueve cañones, idénticos al de afuera, de tubo largo y patas cortas, quedaron como excedente de la última guerra que mucho tiempo atrás se libró en el Mundo.
A veces pasa algún caminante por los senderos que bordean la finca, donde aún se mantiene en pie la fábrica de armas, ruinosa y desvencijada, con las ventanas melladas, la pintura desconchada, como un fantasma de un pasado tenebroso. Aceleran el paso cuando creen escuchar el eco de los motores de la fábrica en movimiento.
Los niños del lugar que sólo han conocido la paz, intrigados, preguntan a sus mayores por el significado del cañón. A todos les encantaría salirse del sendero para descubrir lo que hay dentro del viejo edificio.
Los adultos se estremecen, rememorando terribles imágenes e historias de muerte, odio y destrucción vividas por sus antepasados.
Mientras, la curiosidad y la inocencia de los niños siguen intentando adivinar qué fantásticos tesoros se ocultan ahí dentro.
Muy evocador, Esperanza. Me gusta mucho lo visual de tu relato y ese contraste de visiones tan diferentes. Enhorabuena. Un abrazo
La curiosidad inocente de los niños, da para muchas fantasias.
Lo has reflejado en tu relato.
Suerte
Me gusta ese continuo vaivén entre dentro y fuera de la fábrica; parecen los diferentes encuadres o planos de una película. Además acentúa el contraste entre el temor y la curiosidad, entre la paz y la guerra, entre niños y viejos. Muy bueno.
Suerte y abrazos