6. FREAK SHOW (Sergi Cambrils)
Al caerse mis dientes de leche los nuevos que se formaron fueron todo muelas. Ni incisivos ni caninos ni premolares. Se configuró una dentadura descomunal de treinta y dos anchas coronas que molían y machacaban cualquier cosa. A la hora de comer me llamaban “la apisonadora” porque ni cortaba ni desgarraba, solo trituraba alimentos. Era un monstruo con sonrisa de caballo, la atracción de feria de todos y el motivo por el que llenaban su boca de improperios para provocar mi llanto. Arrinconado en una esquina e incapaz de contenerme, conseguían hacerme llorar desconsoladamente, y descubrían fascinados el verdadero espectáculo que suponía presenciar como brotaban lágrimas de gelatina de mi único ojo.
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Yo no soy ni he sido jurado nunca de ENTC que por cierto son unos cracks todos, porque vaya librito tengo en mi casa de relatos fabulosos, pero, por si acaso no entran algunos relatos en el libro del año que viene, ya voy fichando algunos para releer cuando me dé la gana porque me gusta disfrutar de la microliteratura de calidad, la que me hace reír, la que me da un vuelco al imaginarium y me anima a seguir escribiendo; y este es uno de ellos, incluso, me recuerda al toque que le di a un relato de la copa que llamé Rara avis y eso me alegra aún más que hayamos coincidido en algo parecido, y otra cosa al nombre elegido le tengo mucho cariño, pues también es el de un relato de mi amigo Juan Antonio, sí el crack ese que es conocido por triunfar en todos los concursos, con el que llegó a una final de REC y me encanta ese título y ambos relatos. Así que como le dije hace poco al fantástico Juan Fuente, aquí dejo constancia de que es uno de los que más me han gustado de esta temporada; aunque ya sabes que cada vez que te leo me sacas una sonrisa y eso no tiene precio.
Comentarios tan buenos como el de Lorenzo son de los que hacen tabla rasa, en el sentido de que poco más se puede decir, como tampoco mejor. Aún así, me atrevo a aportar mi impresión de que has escrito un texto de maestro, para no variar, con algo de homenaje a los monstruos de circo, de cuyo protagonista nos acabamos compadeciendo, sufrimos con él, y nos damos cuenta de que los verdaderos malos bichos están fuera.
Un abrazo, Sergi. Suerte
Vaya con los comentarios chicos, muchas gracias por tenerme en tan buena consideración, pero creo que exageráis un pelín, jeje.
Este relato nació en la sala de espera del dentista, estuve bastante rato esperando y pude apuntar algunas cosillas en el bloc de notas del móvil sobre la foto de una dentadura didáctica (bastante asquerosa) que tenía enfrente. Cuando llegó mi turno, el dentista me hizo una limpieza bucal y, sentado en aquella tumbona articulable que tan malos recuerdos me traía, vinieron a mi mente los dientes perfectos, resplandecientes y algo equinos de Jim Carrey en La Máscara. En casa acabé de darle forma a esta historia, como seguramente hacemos todos con las ideas desordenadas y disparatadas que nos abordan.
Lorenzo y Ángel, me siento halagado, mil gracias.
Un abrazo.
Yo poco más puedo añadir, estoy totalmente de acuerdo con los chicos. Sergi, últimamente no me pierdo nada de lo que publicas porque me fascina tu imaginación y tu modo de ver las cosas. Un abrazo y me apunto al club de fans.
Oh, vaya relato!
Duro y tierno al mismo tiempo. Pobre pequeño monstruo.
Seguro que así debieron sentirse esas personas que con grandes deformidades iban y venían por esos mundos en un circo.
Creo que voy a tomarme un respiro y después leeré algún relato más. Mira que me gusta este género pero hay que procesar adecuadamente.
Un abrazo y mucha suerte.
Hay mucha imaginación en este microrrelato lo que a su vez lo vuelve original, complementado con una narración ágil, buena literature. ¿Qué más pedir?
Saludos.
Bueno… pues un relato fantástico que me trae grandes recuerdos y de un tema que me gusta especialmente. Lo has diseccionado todo a la perfección para atraparnos en el espectáculo al que aludes. Grandes letras, y enormes collejas las que se va a llevar L.Rubio por decir barbaridades sobre mis intentos de «literatear», aunque sé que lo dice desde ese cariño impagable que me tiene. Sergi, apuntas alto, como de costumbre. Eres un grande, y lo demuestras siempre. Mucha suerte 🙂
¡¡Que ejercicio de imaginación y que retrato del monstruo tan bien contado!!
Tu relato me gusta …a rabiar. Porque no soy jurado que si no…ya tendría elegido el ganador.
Me gusta la carga sentimental que depositas sobre la figura monstruosa protagonista del relato. A este monstruo va a ser muy difícil no querer darle un abrazo, y consolarle.
Enhorabuena y te deseo mucha suerte.
Hay que tener el «corazón de resina», para no enternecerse con este monstruo. Sencillez y elegancia. Gran relato.
Suerte, Sergi
Un monstruoso relato de los tuyos y de tu loca imaginación. Me encanta el enfoque que le has dado a una criatura tan exageradamente espantosa y que consigues convertirla en tierna y adorable. Hasta esas lágrimas de gelatina son dulces.
Un beso Sergi, suerte.
Hola, Sergi.
Rendida ante ese monstruo que has construído tan maravillosamente bien. ¿Quién dijo que todos los monstruos fueran feos o malos?
Felicidades por esa ternura que has dado a tu personaje.
Unos abrazobesos.
Un relato precioso. Tierno y cruel al mismo tiempo. La ternura de un ser que no merecen que le traten como un monstruo. Qué duro tiene que ser, verdad?
Buenísimo,has dibujado un monstruo de forma muy visual pero además le has dotado de sentimientos. Algo que se nos olvida casi siempre y además lo has escrito tan bien que me parece casi el mejor que he leído hasta ahora.
Un abrazo
Un relato maravilloso. Todo dicho.
Felicidades.